Carta nunca entregada a mi amiga Graciela Dattoli

Carta a mi amiga
Graciela Dattoli

Hay veces
en las que me quedo pensando que tengo que enviarte un mail o llamarte por
teléfono para contarte algunas cosas, y luego me doy cuenta que ya no estás,
que ascendiste a otro plano, que tenes el cuerpo de luz del que tanto hablabas.
Y me quedo en silencio, pensándote con una sonrisa, con esa sonrisa que nunca
se te caía de la boca. Y pienso en tantas cosas que nos quedaron por hablar, y
quisiera que estés aquí para contarte cosas de Violeta. Tonteras, cosas de la
vida, nada más. De la vida que seguimos nosotros y que vos dejaste.


Todavía me
cuesta creer que hayas dejado a nuestra hermosa y amada Gaia, como la llamabas
vos, para irte a donde nos conocimos, a la Esencia misma. A ese lugar maravilloso del que
tanto hablabas, donde hay paz y luz, rodeada de seres hermosos y amorosos. Allí
donde tu esposo, al que tanto extrañabas, y tus padres seguramente te habrán
recibido con un abrazo lleno de luz
(como nos decíamos cuando nos enviábamos mails ¿te acordás?).


Antes de
dormir repaso lo que quiero contarte para que, si venís a visitarme durante el
sueño, pueda recordar lo que quiero decirte. Si te contara esto, vos me dirías
“¡ah! ¡que loca que sos, Gra!”. Y…si. Y me río sola.


Te
extrañamos, Graciela. Violeta y yo todavía más que el resto de la familia. Pero
a pesar que creo haber aprendido muchas cosas de las que me enseñaste como
maestra espiritual, todavía no aprendo que
“ahora estás bien, porque te separaste de lo que mas te molestaba
últimamente, tu cuerpo físico”, eso me lo dijo tu hija Maia, ¡que maravilla de
chica! Ella me consolaba a mí.


Gracias,
Graciela, por todo lo que nos enseñaste, nunca conocí a nadie que predique con
el ejemplo, y vos lo hacías. Me siento feliz de haberte encontrado en esta vida
y espero encontrarte en la próxima, también.


Te mando
una abrazo lleno de Luz, amiga de mi alma.



Gra*

Personal, como espiar correspondencia ajena.

Me sucedio igual que Antifaz, no puedo dar un comentario objetivo ya que prima lo personal aquí.
Como epistola ( desde el punto de vista literario) esta bién redactada,una carta informal, que expresa mucha emotividad.

Pasé,leí y senti emoción.

Que las hadas te acompañen

Hago mío ese sentir porque es el fiel reflejo de lo que siento por los amigos que se fueron y alguna vez espero tener la dicha de encontrar en otra vida.
Gracias

Muy sentida..

Felicidades..