Tocando el cielo

Tema: Tocando el cielo Vie Jul 10, 2009 9:27 pm

Tocando el cielo

“Bien. Ahora tomamos la boquilla del Nasoneurodilatador y la introducimos en nuestra nariz. Sólo por hoy ajustaremos la potencia del aparato a Medio-Alto. Giremos la perilla roja hacia el punto número tres. Y ahora sí, ya estamos listos para nuestra neurodilatación diaria. Presionamos el botón de encendido y ya.”

Mamá, Papá, y los dos pequeñitos sentados en el sillón frente al televisor, encendieron sus Nasoneurodilatadores. Segundos después, una gran cantidad de vasos sanguíneos se ramificaron es sus globos oculares. El ojo derecho de Papá lagrimeó una gotita de sangre, dejándole una línea roja dibujada en la mejilla al caer arrastrándose por ella.

Los parlantes del televisor emitían una musiquilla repetitiva, parecida a la de las máquinas tragamonedas; mientras la pantalla mostraba miles de imágenes por segundo. La luz estroboscópica que emanaba de la televisión rebotaba por las paredes de la pequeña casita, iluminando a la familia abrazada en el sofá. Tubos de goma amarilla, surgían de unas cajas de chapa cuadrada, y se les incrustaban en la nariz.

Un nubarrón de humo negro encapotaba el cielo nocturno. No hacía frió, tampoco calor. La calzada se veía apretujada por interminables hileras de casitas de madera blanca, que se fundían en el horizonte. Eran todas iguales. Junto al marco de las puertas, las banderas colgaban de sus mástiles inclinados. Y sin excepción, diminutos automóviles azules ocupaban cada cochera.

Melvin caminaba por el medio de la calle. No sólo iba solo; estaba completamente solo. Ninguna persona o animal noctambulaba en el pueblo junto a él. Ni esa noche, ni ninguna otra. Avanzaba a paso forzoso, con una cuerda enroscada a su cintura. En su otro extremo, la cuerda tiraba de un gran trozo metálico, que se arrastraba dando tumbos por el asfalto. Por los costados, las ventanas de las casas chorreaban las luces relampagueantes de los televisores, alumbrando el camino; y cientos de musiquitas ensordecedoras brotaban al unísono desde el interior de las viviendas. Melvin llevaba puestas sus orejeras y no oía nada.

“Colocamos el Desfibrilador Hepático de esta forma, y ya estamos listos para comenzar la segunda etapa del procedimiento nocturno. Recuerden que luego de esta sesión de choques, tomaremos las primeras cuatro horas de sueño.”

Flotaba el sonido en el aire del pueblo, y Melvin se detuvo en una intersección de caminos. Giró hacia la derecha y continuó caminando, justo cuando la melodía enloquecedora volvía a resonar.

“Eso es todo. Cerremos los ojos.”

El brillo de las ventanas se apagó, y una suave música clásica inundó ahora los vientos. Al observar la situación, Melvin aceleró la marcha.

Entonces, un objeto lleno de luces tintineantes se abrió paso entre la nube negra del cielo. Aterrizó. Melvin se escondió tras unos arbustos de plástico. Una compuerta se abrió. Decenas de hombrecillos metálicos descendieron por la rampa. Se metió uno en cada hogar. Melvin espió por una ventana. Los hombrecitos introducían un ducto por la oreja de cada persona que dormía. Extraían un líquido. Melvin cerró los ojos. Los abrió. La nave despegaba. Se sumergió en el techo de humo.

Abrió el portón de chapa y movió una perilla en la pared. Las luces se encendieron. Tachó el último de cincuenta elementos de una lista. Arrastró el trozo de metal que traía a cuestas, y entró en una habitación. Se oyeron golpes y chispas durante un par de horas. Y luego, un enorme estallido.

Melvin miró por la escotilla. Su taller se alejó veloz bajo él. Observó también miles de casitas gemelas encogiéndose debajo. Miró por el parabrisas con los ojos enormes. Metros más arriba, la espesa nube negra se acercaba estrepitosa. Se zambulló en ella. Pasaron tres segundos.

Los ojos se le llenaron de lágrimas. En la negrura del firmamento, una gigantesca pelota con el resplandor de un millón de luciérnagas tomó forma ante su cara atónita. El compartimiento en que viajaba se iluminó con una luz tan blanca que ni en sueños había podido imaginar.

El motor se apagó. Su cohete se precipitó. Cerró los ojos. Y por primera vez, sonrió…

“Hoy ajustaremos la potencia del aparato a Medio.”

Abrió los ojos. El fulgor de la pantalla bañó su rostro.

Tema: Re: Tocando el cielo Vie Jul 10, 2009 10:38 pm

Gracias animalSON ,no recordaba el final.
Me quedó con la sonrisa de Marwin y los ojos cerrados.
El comentario sobre este texto ya lo sabes,solo Gracias por subirlo,espero que los demás lo difruten tanto como yo,y sientan la libertad de Marwin por un instante.

Que las hadas te acompañen

Tema: Re: Tocando el cielo Sáb Jul 11, 2009 9:38 pm

Querido muchacho,tengo idea de haberte leido esta historia alguna vez,aunque hay muchos pasajes que me resultaron nuevos,es decir,tenia la noción,ahora tengo la noción y los detalles.
Un texto muy bien narrado,que hace una critica muy aguda y satirica de esta sociedad consumista que nos rodea,una tipica familia norteaméricana fue la que se me represento en el comienzo del cuento.
Felicitaciones,precioso cuento que llega muy bien

Tema: Re: Tocando el cielo Dom Jul 12, 2009 9:33 am

Un excelente texto Ani, con una narrativa diría yo, perfecta. Muy bien presentada esta sociedad de hoy en tu escrito. Me gustó leerte nuevamente. Un abrazo.

Tema: Re: Tocando el cielo Dom Jul 12, 2009 5:09 pm

Una excelente historia, ¿que más podría decir?

Me hizo recordar a un fragmento de texto que había leído en la primaria... no recuerdo su nombre... pero la situación con los televisores era similar, el protagonista andando por la ciudad mientras la mayoría de las ventanas estaban iluminadas por el brillo de esos aparatos. Si llego a recordarlo quizás lo busque.

Nuevamente felicitaciones por tan buen texto.

Saludos.

Tema: Re: Tocando el cielo Dom Jul 12, 2009 5:44 pm

Excelente historia, no la conocia. Mis felicitaciones.

María

Tema: Re: Tocando el cielo Dom Jul 12, 2009 8:10 pm

El cuento es muy bueno,y su narración excelente,pero como buen viejo que soy y que me gusta la lectura,voy a marcar lo que me parece que es importanticimo en esta historia.

Y ahora sí, ya estamos listos para nuestra neurodilatación diaria. Presionamos el botón de encendido y ya

Melvin llevaba puestas sus orejeras y no oía nada.

No sólo iba solo; estaba completamente solo.

“Eso es todo. Cerremos los ojos.”

El motor se apagó. Su cohete se precipitó. Cerró los ojos. Y por primera vez, sonrió…

“Hoy ajustaremos la potencia del aparato a Medio.”

Abrió los ojos. El fulgor de la pantalla bañó su rostro.

Cierto paralelismo entre lo que suceden en las casas y lo que hace marwin,y un final que me deja pensando,ciuando abre los ojos,si no fue más que una ilusión causada por esa sección diaria.

Tema: Re: Tocando el cielo Miér Jul 15, 2009 11:02 pm

UFF ESTA LOQUISIMO EL CUENTO,PERO ME GUSTO QUE MARWIN FUERA FELIZ AUNQUE SEA POR UN MOMENTO,PORQUE SUPONGO,QUE SI NO SE LO IMAGINO TODO,VOLO EN PEDACITOS JUNTO CON LA NAVE JUSTITO DESPUES DEVER LA LUNA.

_________________
El amistad mejora la felicidad y disminuye la tristeza, porque a través del amistad, se duplican las alegrías y se dividen los problemas.

Mateo

Tema: Re: Tocando el cielo Sáb Mar 17, 2012 1:50 pm

Raid de agradecimientos Vie Jul 10, 2009 9:27 pm

9 Gracias ------> Mateo
6 Gracias ------> tequendama
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3 Gracias ------> liel
1 Gracias ------> poxet
1 Gracias ------> Domingo

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