HISTORIA DE AMOR

tequendama escribió:

Llegó a mi buzón una carta equivocada. Pertenecía a una casa que creí desocupada, yo era nueva en el barrio. Me acerqué, llamé y esperé.
Apareció un señor mayor, le entregué la carta
Me agradeció. Nos quedamos conversando.
-Quiere pasar –me dijo- la invitó con un café.
Acepté.
El interior de la casa se veía antiguo, pero muy cálido.
Don Emilio, se llamaba mi vecino, preparó el café a la usanza de antes, con la vieja manga de tela, puso las cucharitas, servilletas y para mi sorpresa, colocó tres tazas. No dije nada, sirvió las tres y se sentó sonriente frente a mí.
Me preguntó por mi vida, yo seguía su conversación, pero me intrigaba la taza servida, que continuaba sola.
No pude con la curiosidad y pregunté:
-¿Por qué sirvió tres tazas? -Inclinó la cabeza, meditó y me respondió:
-Es para Amalia, mi esposa… yo siento su presencia a pesar que hace más de un año que falleció. ¿Sabe? yo creo que está en la casa, y converso con ella.
Cuando íbamos por la tercera taza de café, me contó que una noche mientras él dormía, la escuchó:
-¡Emilio, Emilio! -Desperté sobresaltado, en la habitación no había nadie, pensé que había sido un sueño, fui a la cocina a preparar un té, al entrar el olor a gas era insoportable, abrí la ventana y la puerta. Mareado salí al patio y allí me quedé. Ella me salvó de una muerte segura.
Yo no sabía qué decir, el anciano me preguntó:
-No me cree ¿verdad?
-Soy una persona muy racional, no creo en fantasías del más allá – Fui dura con la respuesta, pero era sincera. Él continuó:
-Si le dijera que siempre me avisa cuando algo malo está por suceder. No la quiero apabullar con mis cosas de viejo, me gustaría que vuelva a visitarme y si se asusta no va a regresar.
Me acompañó hasta la puerta.
Salí pensando en lo misterioso de nuestra conversación, al cruzar la calle, sucedió algo.
Cruce con luz verde. Rápidamente un coche se me vino encima… sentí que alguien me tomaba del brazo y con fuerza me llevaba hacia atrás, el auto pasó rozando mi ropa. Subí el cordón de la vereda, me apoyé en un árbol, me faltaba el aire, busqué a quién me había salvado y no hallé presencia alguna.
La calle estaba vacía. ¿Qué había pasado?... y de golpe una lluvia de flores del paraíso cayó sobre mí.
Mire hacía arriba y nada… ni pájaros que hubieran provocado la caída de las flores.
Entonces comprendí…Amalia, me demostraba que su esposo no era un loco. Comprendí, que algunos amores viven más allá de nosotros mismos, vencen las barreras de la muerte y todo entendimiento humano.

Te lei con atención...y casi sin respirar
para no perder el hilo...precioso.....
un abrazo en la distancia///CAE,

Un bello relato María, muy sublime, con mucho encanto...un misterio primero en esa casa, un hombre que en su soledad siente esa presencia espiritual de su esposa y la incredulidad de la vecina que ve como es salvada también por aquella persona que solo desea confirmar las palabras de su esposo...y sobretodo, el final del relato, lo que se quiere transmitir y que es que el amor trasciende siempre cualquier barrera, temporal y dimensional...bello relato que con ese toque de imaginación nos demuestra el poder del amor...

Un beso,

Ignacio

María, me has fascinado con tu relato!!
Qué bello y qué bien narrado, amiga. De verdad.
Un texto bien llevado, con mucho sentimiento, y que a la vez, emociona.

Gracias por compartirlo, María...
No sé si es una historia real, pero sea lo que sea, creo en la existencia del
mas allá...
Y a veces, los milagros, son más comunes de lo que creemos.

Citación :

Comprendí, que algunos amores viven más allá de nosotros mismos, vencen las barreras de la muerte y todo entendimiento humano

Un abrazo. Te felicito.

Gracias CAE, ERES UN AMIGO EN MIS LETRAS.

María

Nachito eres muy amable.

Gracias por tu comentario.

María

Ciudadano, las mujeres somos muy romanticonas... a veces.

Gracias por tus palabras.
María

Precioso texto,que has realizado a la perfección.
Te he leído en poesía,en micros y ahora aqui,y veo que tu capacidad de adaptación al género,es increible,desempeñandote de forma profesional y sentida en todos.
Felicitaciones

Gracias Gladys, eres muy amable en tus comentarios.

Un beso.

María

V.Nas: gracias por leer y dejar tu pensamiento.

María