El "Beso" evangelio de la Caye, 9

Una vez recuperado, Judas se sentó con las mujeres a compartir sus experiencias en el desierto. Todas estaban curiosas de averiguar como pudo superar una prueba que ninguno de los hombres había conseguido siquiera intentar. Estaban en casa de José de Arimatea. Jesús jugaba a peleas de broma con el pequeño Juan Marcos, un chico de 12 años, hijo de José de Arimatea y muy amigo de Jesús al que trataba con la mas absoluta confianza digna de esa amistad.
Cuando Miriam, la hermana menor de Jesús le preguntó a Judas acerca de un “beso”, este, sin contestar, miró a Jesús y luego a Juan Marcos. Jesús entendió el gesto y se dirigió a Juan Marcos:
-Ey, pequeño león, ¿Nos vamos a quedar aquí mientras el alucinado cuenta sus aventuras en el desierto con los alacranes?... tengo una idea mejor, ¿Te parece que nos demos una vuelta por el bosque? La tarde está preciosa.
-Tienes razón, mucho mejor que escuchar los chismes del “aventurero”… ¡Vámonos!



Caminaron un rato por el bosque, dejando a Judas a solas con las mujeres. El tema del beso era algo de lo que no se debía hablar con nadie mas. Así que era oportuno sacar de allí al joven. Juan Marcos tomó la mano de Jesús en el momento en que le pregunta directamente:
-Y dime, Jesús, tu eres realmente “El Mesías”… ¿Ese que todos los judíos estaban esperando para que los liberase del dominio de los romanos?...
Jesús tragó saliva. Nada mejor que un niño para no andarse con rodeos. Le maravillaba su espontaneidad, su inquietud y su curiosidad, aunque no podía explicarle las cosas como a un adulto, sin embargo, por su simplicidad, estaba mucho mas cerca de entender cosas tan transcendentales. Se serenó, midiendo como siempre cada una de sus palabras, en esta ocasión con razón de mas puesto que además de un niño, era un amigo que en ese momento se iba a convertir en su confidente, puesto que a alguien debía dejar dichas ciertas cosas y…¿Quien mejor que alguien con tanta inocencia y con la mente tan limpia?
-¿Acaso me esta usted acusando, hombre de poca fe? Esto lo dijo poniendo tono de solemnidad para que el joven tuviera claro que estaba bromeando.
-Jajaj, no, en serio, Jesús, oí a unos hombres discutir sobre eso. Al parecer por un incidente en el lago.
-Bueno, te diré algo: YO SOY EL QUE YO SOY.
-Definitivamente no eres el enviado, alguien con tan poca seriedad no sería de fiar para ellos.
-Ah, siii, ¿Con que esas tenemos?, ¡Ahora vas a ver!
Jesús echó a correr tras Juan Marcos, riendo mientras lo alcanzaba y lo hacía caer sobre la hierba. Agotados y divertidos, dejaron pasar un rato entre risas. Entonces Jesús tomó un puñadito de hierbas y se las mostró a su joven amigo.
-Mira, ¿Te das cuenta de una cosa?...
-¿De que…?
-Todas diferentes. Lo que mas abunda en la naturaleza es la variedad. Y si miras bien todo el bosque, pese a esa variedad, todo parece estar en armonía. No hay conflicto, cada brizna, cada piedra, cada animal tiene su espacio, su misión, su crecimiento libre y todo en cooperación, forma lo que llamamos la vida. Ven, vamos a la orilla del río. Mira, ¿Ves el agua?... Desde allí arriba viene toda unida en un solo caudal. Mas si encuentra cualquier obstáculo en el camino, simplemente se divide para continuar su avance. Sin preocupaciones. Sabe que va a llegar al mar, que la separación es solo imaginaria. En el mar, es devuelta de nuevo a los cielos y desde allí, vuelve otra vez a la montaña. ¿Sabes tu porqué la naturaleza es tan simple, serena y sabia?...
-¿Por qué?
-Porque ya lleva mucho tiempo dando vueltas al mismo ciclo. ¡Se lo conoce por completo!
-Muy bien… y eso, ¿Qué tiene que ver contigo y con la pegunta que te hice?
Jesús se echó a reír. Le encantaba la osadía de su joven amigo.
-Bueno,-dijo sonriendo- puede que yo también haya dado muchas vueltas ya a este mismo ciclo. Verás. Los judíos necesitaron a Moisés para que los liberara de las garras del pueblo Egipcio. Ahora esperaban un Mesías que los liberara de las garras de los romanos. Ellos le pusieron el nombre y le asignaron la misión. Predijeron muchos detalles de su nacimiento, y todo lo demás. Ante tantas expectativas, no es extraño que se sientan decepcionados.
Solo son causas de nuevas disputas, que nada tienen que ver con mi misión aquí en la tierra. Ellos me ensalzan a su antojo y ellos me pueden volver a hundir con la misma facilidad. Yo no he venido solamente por ellos. Vengo por todos los humanos. Los judíos, los romanos, los fariseos, los ladrones, los dementes, los sabios, todos. No solo los de ahora, sino todos los que nacerán desde ahora y para siempre.
-A ver, Jesús, que si no estas con ellos estas en su contra, eso deberías saberlo.
-Según su forma de pensar, desafortunadamente así es y lo lamento mucho. Pero en ningún momento es mi voluntad actuar en contra de mi naturaleza. La misión que traigo es mucho más grande. He de llevar al corazón de todos la esperanza en el nuevo mundo. Y eso lo haré, aunque para ello deba derramar hasta la última gota de la sangre de mi cuerpo.- Esto lo dijo literalmente, pese a que sabía que Juan Marcos en ese momento no lo interpretaba de ese modo, se alegró por él. Pero debía dejar ese testimonio, por si un día el pequeño se decidía a recordar y ordenar los acontecimientos y relacionarlos con aquella charla entre amigos.
-Vaya, ahora si te me pusiste melodramático. Jaja.
-Cierto, amigo. Pero sabes que este mundo en que estamos necesita una buena nueva, la buena nueva del amor por todo. Es lo que yo traigo y eso es lo que ha de quedar cuando me vaya. Hasta mi nuevo regreso en el que la humanidad si haya entendido que el AMOR es lo único que le puede salvar de sí misma.
-Entonces si eres el que estaban esperando, pero les saliste rana, ¿no?...
Jesús lanzó una enorme carcajada ante la originalidad del chico.
-Te diré tan solo que yo soy cada brizna de hierba, cada piedra y cada árbol, que soy el río, el mar, el cielo y la montaña. Que todo me contiene. Pero eso ocurre con todos vosotros también. Y tan solo el día que lleguéis a sentirlo en cada parte de vuestro Ser, reinará la paz y la luz en el mundo. Mi cometido es marcar el camino para todos vosotros.
-Es demasiado complicado imaginar algo así, amigo. Luego dices que si no te entienden.
-Bueno, en el futuro, cuando la humanidad esté preparada, aunque hayan de pasar muchas cosas antes de eso,incluso los hombres de ciencia podrán explicar estas verdades y demostrarlas. Para eso falta mucho, sin embargo, yo ya fui, estuve y volví.
-De momento donde yo quiero ir es a cenar, ya estoy paladeando las mazorcas con tomillo que las mujeres estaban preparando.
-Eres un incorregible. Pero aun así, te amo, pequeño. Anda, vamos a comer, que de momento estamos aquí y ahora.

Un gran capítulo nuevamente Caye, mucha espontaneidad esta vez en el actuar de Jesús en una conversación con el chiquito que perfectamente pudo ser así...muestras un Jesús humano, en la conciencia perfecta de saberse poseedor del título de Mesías, uno diferente eso si a lo predicho, a lo escrito, al esperado, no era su misión ser ese mesías Regio que todos los judios esperaban para terminar con el yugo romano, sino, como muy bien destacas en tu escrito, el saberse conocedor de la interpretación mas sabia de su Padre, la del amor, el de comportarse como el Mesias del Amor, lo que finalmente fue...tu relato recalca esto, en una conversación realmente sorprendnte, que tiene muchos pensamientos del cual extraer muchisimas cosas, como las palabras que destaca Susy...muy bien sigue esta serie, un bello texto, realmente bien escrito y contundente en la trasnmisión de pensamientos...te sigo leyendo amiga...

Un beso,

Ignacio