El Beso, Evangelio de la Caye, parte 18

Jesús sostenía el cristal en sus manos a la altura del corazón. Se encontraba arrodillado en el monte de los olivos... ya su hora estaba cerca. Era muy consciente de todo el sufrimiento que le esperaba, que debía pasar inevitablemente para el bien de toda la creación. “Si estas criaturas supieran en lo que se van a convertir... y todo por un error”.

Fue entonces cuando le vinieron a la mente recuerdos tan ancestrales... el origen de todo.

Recordó su conversación con su único hermano en los cielos, su amado Luzbel.

“-Esto es demasiado lento, además, cada criatura que desarrollamos es idéntica a las otras. Un verdadero aburrimiento, todo es tan previsible, tan equilibrado y perfecto que las criaturas carecen de identidad son solo como piezas de un juego interminable, sin voluntad propia. Nuestro Padre debería darle algo de vida a la Creación, mas color, mas variedad... no sé. Algo de arte y poesía. Algo que pudiera ser imprevisible, que les diera una razón, un impulso, algo que diera dinamismo al crecimiento, que proporcionara una conciencia semejante a la nuestra, pero con mas vigor, mas realismo... no sé, Emmanuel, nosotros hemos recorrido un larguísimo camino para llegar al punto en que estamos. Una eternidad de vidas dedicadas al servicio e instrucción de los creados mas tarde, que nos vienen siguiendo los pasos, pero que por mas que avancen, seguiremos siendo mas adelantados en el camino.
-¿Y que es lo que propones, Luzbel?. ¿Acaso las cosas así no están bien?. Te gusta el riesgo, el entusiasmo, la aventura. Cuando crees tu propio universo haz lo que desees, pero este es el universo del Padre. Aquí hay unas normas a seguir.
-Bah, déjate de normas. Vamos a darle algo de intriga. Esto proporcionará algo nuevo que no existe aún en la creación: LA EMOCIÓN. Mira, cada planeta está compensado en los elementos. Todo a la misma medida, todo actuando en equilibrio según las leyes y todo previsible e inmensamente aburrido. ¿Quién te dice que de otro modo no podría ser mas interesante, divertido y didáctico?. Tengo una idea genial, mas, no puedo ponerla en práctica en mi universo, mientras no termine mi trayectoria y tu sabes que me queda todavía el último paso, el más largo de todos, el que tu ya recorriste, la fusión de mi Ser con el Ser del Padre. Así pues, yo no puedo crear un universo todavía, porque no tengo el grado de Creador, pero tú si lo tienes y a mí me encantaría intentarlo en el universo que tu deseas crear ahora que ya tienes el grado. El Padre no habría de oponerse, puesto que hablamos de un universo creado por ti que no afectaría en nada al suyo.
-El Padre tiene la conciencia de todas las cosas, el Padre, querido Luzbel, deja que la decisión la tomemos nosotros, eso sí, me informa que hemos de contar con su ayuda en todo momento, mas, advierte de serios peligros en tu idea que Él no desea, pero le parece bien que tu desarrolles tu creatividad y me da su permiso para tomar la decisión desde mi propio criterio.
-Bueno, entonces... ¿Qué me dices?. Te aseguro que no te arrepentirás.
-Está bien, cuéntame tu idea.
-Quiero crear planetas donde todo esté descompensado. Aire por todas partes, mas cantidad de agua que de tierra, fuego en su interior... De ahí, formamos criaturas de múltiples especies y unos humanos con los organismos igualmente descompensados, en la misma media que el planeta que habitan a ver que pasa.
-Serían seres extraños, imprevisibles.
-Me captaste a la perfección, se trata precisamente de eso. El riesgo, darle algo de intriga, de misterio... no sé. Los mantenemos vigilados en observación a ver que tal y si el asunto se complica, simplemente, abortamos el plan y ya está.

Lo que menos esperabas, Luzbel, era que esas criaturas demostraran en su poca existencia, una capacidad innata y genuina para reconocerse como seres que forman parte de algo mayor. Es decir, esos pequeños seres tenían en su interior la “certeza” de pertenecer a algo más grande. Eso era FE. Y esa Fe era algo de lo que carecían el resto de criaturas creadas y formadas en el universo del padre. Privilegio que se reservaba a Emmanuel, por ser el primero en llegar al seno de Dios y fundirse con Él en la condición de co-creador. Pero claro, Emmanuel tenía ese privilegio ganado tras una larguísima trayectoria y esas otras criaturas, creadas por Él en su nuevo universo, por la idea de su aventurero hermano... resulta que ya le habían alcanzado en su tan temprana edad. Curioso, pensó Emmanuel en aquel tiempo, mas para Luzbel era un insulto, pues sentía que esos insignificantes seres le habían adelantado en conciencia espiritual y eso no se podía consentir. Así de decidió, sin consultarlo con él, arrebatar de su código genético los filamentos más importantes. De los doce que tenían en su origen, les dejó tan solo dos, suficiente para sobrevivir, pero insuficiente para rectificar errores y almacenar información. Permanecerían atrapados en el tiempo, en la oscuridad y la desesperación.

Eso si que generó un desastre. Emmanuel y Luzbel, dos hermanos en la Eternidad, se enfrentaron ante una decisión que entrañaba el destino de unas criaturas, mas no era solo eso. Se había provocado un desequilibrio en el universo, unas células defectuosas, creadas expresamente, que sin embargo, tenían mas conciencia que las otras, aunque menos recursos para desarrollarse, puesto que se decidió aislarlas, por necesidad de mantener sano el resto del cosmos. Ya que el asunto se les salió de las manos. Era una experiencia nueva en toda la historia de la creación. En realidad podría haberse resuelto extirpando las células defectuosas, como bien dijo Luzbel al principio, pero Emmanuel, al saber de su conciencia individual, se negó rotundamente, pues entre ellas se habían desarrollado células que, dentro de esa imperfección, tenían en su interior algo Sagrado e intocable: La Bondad, la Gracia de Dios. Eran seres idénticos a él mismo que no podían perecer ni dejar de ser, ya que entraron a formar parte del sistema neuronal del mismísimo Padre Celestial. Puesto que tenían conciencia de su existencia sin ninguna información al respecto. Así que se decidió mantener esos mundos en cuarentena y ver como se desenvolvían. Se crearon 11 planetas con esas características y de esos, 10 desaparecieron, fueron un fracaso total. La Tierra era la ultima oportunidad. Toda las criaturas que habitaban el resto de los planetas, fueron trasladadas, después de hacerles perder la conciencia y la memoria, al planeta Tierra, (habitado originariamente tan solo por la raza negra, pasó a ser un planeta con 11 razas distintas de criaturas) para que no se perdiera ninguna, pues representaban un inmenso tesoro científico por su complejidad a la hora de convivir en esas condiciones extremas de diferencias, variedad y desarmonía. Por todo ello, Emmanuel debía poner el cien por cien para que el plan siguiera adelante. Se descubrió que los seres que se desarrollaban en ese tipo de planeta obtenían una fuerza desconocida asta entonces en las huestes celestiales, una sabiduría impresionante. Eran la semilla de múltiples nuevos universos riquísimos en matices, con una creatividad ilimitada. Así que se dio cuenta de que Él no solo había creado un universo distinto, sino que había realizado una obra de arte, con todos los errores. Estos errores habían demostrado trabajar al servicio del crecimiento de ese nuevo Ser. El plan había cobrado vida y avanzaba con decisión, aunque sin prudencia. Por todo ello se requirió de la ayuda del Padre para enmendar el error y mantener vivo ese plan de una nueva forma de creación de nuevos seres. Si, estaban mutilados de la mayoría de su potencial, pero era necesario puesto que el poder no lo podían obtener sin conocimiento y para ello eran las experiencias del sufrimiento. Ojalá no fuera así, mas, Emmanuel descubrió que el sufrimiento era el que proporcionaba al espíritu de esos seres el combustible para su evolución. Así pues, El Padre le instó que si deseaba realmente salvar a esas criaturas, debía marcar un camino de sufrimiento bien estudiado para que sirviera de guía a los que tuvieran La Gracia. El resto, por libre decisión, seguiría perteneciendo al grupo de células cancerígenas y acabarían en un bote de cristal, donde no supusieran peligro para el resto. Mas adelante ya se vería la forma de “Reponer” también a esas células, puesto que su potencial era muchísimo mas rico en posibilidades. Tan solo había un material en esos planetas, que se asemejaba en medida y proporciones al resto del universo, un material que contenía la información de la perfección de los universos. Albergando dentro de sí la geometría sagrada. Que se asemejaba en cantidad y conciencia cósmica al resto de la creación: El cristal. Por eso el cristal era un material imprescindible para Jesús en aquel momento. Ese cristal lo mantenía en conexión con la Luz Original, la que emprendió, siendo Emmanuel, en su camino de realización. Allí estaban condensadas todas las experiencias que él había vivido hasta llegar al Padre. Era el camino perfecto, ya impreso en el sólido cristal. Un camino capaz de ser estudiado por todos los que obtuvieran “La Gracia”. Los Crísticos, los verdaderos seguidores y reconocedores del Cristo. En el cristal debía depositar también todas sus emociones de ese instante, para que quedara de testimonio, puesto que era indestructible e incorrompible por los siglos de los siglos. Dentro de todos los cristales del planeta estaba la luz necesaria para que la tierra fuera salvada. Jesús debía impregnarlo de su dolor, de su amor, de su pureza y determinación en esas horas. Tomaba de él la fuerza del Padre, el apoyo de sus hermanos del camino, los miembros de la Hermandad Blanca y a la vez, dejaba la información de todo para guía y camino del resto de los tiempos.

Sabía que podía conseguirlo con la ayuda del Padre. Pero también sabía que debía llegar al grado mas elevado de sufrimiento, allí donde nadie mas pueda llegar jamás. A los límites más extensos. Al alfa y omega del dolor, para conseguir alzarse a la bondad por encima de cualquier otra estratagema de su hermano, antes Luzbel, mas tarde bautizado como Lucifer. Su resurrección sería la prueba definitiva para que aquellos seres se apuntaran a la gracia y fueran salvados.

CONTINUARÁ...

El Cristal..."!!
Los Seres Cristal...Jesús (Emanuel) un Cristal como muchos que han descendido con la Luz Divina... como muchos que están naciendo en estos mismos momentos...los verdaderos salvadores del planeta.
Cayetana, todo me suena conocido, comprensible, divino...
Hay inspiración en cada una de las frases.
Permite que me ponga de pie y te aplauda amiga

Es un placer leerte y mi piel erizada me lo confirma.
Un abrazo, mi hermana del Espíritu!

Un pequeño apunte personal en tu didáctico relato: te has fijado en la semejanza etimológica, de cristal y Cristo.

Cristal: Objeto que deja pasar la luz a través de sí, sin proyectar sombra propia.

Te sigo leyendo.

Un abrazo de corazón a corazón.


Puma

Efectivamente, Puma, la palabra Cristo viene de Cristal. ;-) me encanta que te hayas dado cuenta.

Susy, sabía que te gustaría esta parte. Se me erizaba la piel incluso a mí, cuando me lo dictaban.

Excelente este capítulo, diferente a todos los demás por la cantidad de espiritualidad que contiene, alejado un poco de la realidad y remontándonos a la esencia de la creación, el porqué...si bien mis ideas van por un lado totalmente distinto (pero son solo ideas, esas que tiene cada uno, dependiendo de la fe), se me ocurre muy parecido a la idea de a preexistencia, cosa que no comparto...lo central en todo caso en el relato, es justamente el Cristal y lo que significa, algo uqe explicas de manera excelente y que en realidad se siente...

Bello nueva,mente el relato, que se sale de lo que venía ocurriendo en las series anteriores, pero con la misma mgia y maestría en la narratica que se venia viendo...

Un abrazo,

Ignacio

Estoy contigo,, Nachito en lo de la preexistencia. Pero fíjate que es muy probable que, pese a ser Eternos en esencia, nuestra conciencia individual si tiene un origen. Espero que compartas conmigo ese pequeño matiz.

Hubo un origen... no en nuestra existencia, si en nuestra condición de ser.

No me atrevo desde luego a afirmar nada, solo son ideas, como bien dices.

Un abrazo y muchas gracias por darme de nuevo el pistoletazo de salida hacia el nuevo capítulo.