Contacto con el mal

Cuánta razón tienes hermano!Creo que aceptar el mal es un camino más llano que combatir en favor del bien. A veces el alma se cansa, se debilita, y ese es el momento en que el mal aprovecha para seducirnos. Pero como tú bien dices, el amor a Dios, el poder de la fé, nos devolverá al camino, cues ta arriba y con espinas, pero no caminaremos sólos por el valle de las sombras. Y así el mal, morderá el polvo que levantemos a nuestro paso. Abrazos fraternos, hermano. Malisa.

Después de comunicarme y departir con personas como tú, Malisa, cuesta creer que la fuerza del mal nos lleve tanta delantera, ojala la excepcionalidad de tu ejemplo se hiciese denominador común... ¡Ay, Señor, por qué hay tan pocas Malisas en el mundo! Porque de ser así la vileza iba a tener que hilar muuuuuuy fino para poder engatusarnos, tal y como es su maldita y maldecidora costumbre.

Besos y abrazos, mi queridísima.