Un Toro y Dos Crías de puma … paseando por el Centro de Santiago

Este Chile está cada día más salvaje. A veces me pregunto por qué ciertos jueces y otras autoridades me lanzan ironías acerca de mi niñez y adolescencia que pasé en Coronel ( zona carbonífera ) debido a mi carácter aparentemente tranquilo, pues no deseo que me traten como un individuo loco … claro, mis compañeros de curso de la Policía de Investigaciones que me vieron actuar en enfrentamientos me tratan de Loco Carvajal Olate o Carvajal ORATE. Esto de permanecer en la Cordillera de Nahuelbuta entre pumas, zorros y otros animales silvestres ( o salvajes ), me deja pensativo: ¿Han influido en mi sicología sus actitudes?
Nos reímos en nuestra casa, pues cualquier día en los árboles grandes del fondo aparecerán de pronto cóndores posados y observando el ambiente. Sucede cada cierto tiempo que el ave más grande conocida, tranquilamente descansa en la arboleda de las viviendas del barrio alto.

La televisión mostró hace unos días dos crías de puma, un poco más grande que un gato con su piel con pequeñas manchas oscuras, quienes caminaban tranquilamente por una de las calles donde no transitan personas ni vehículos. El camarógrafo logró descubrir a la mamá puma entre las plantas de una de esas mansiones; dio la alarma para que nadie tomara o se acercara los pequeños pumas, pues era seguro que la hembra atacaría por instinto. Afortunadamente los pequeños descubrieron a su madre y los tres desaparecieron hacia la montaña.

La parte divertida fue encontrar en medio de la calle a un enorme toro que fue laceado por la habilidad de un ciudadano entendido en la materia. Con la ayuda de otros varones lo dejaron atado a un poste hasta que llegaron los carabineros con la dueña del animal, quien había sido víctima de delincuentes que desde un predio relativamente grande en el sector robaron dos vacas y un toro. Reconoció al macho como de su propiedad y dedujeron que los ladrones no fueron capaces de llevarse al toro por temor a su natural reacción.

Lo divertido y a la vez tierno, fue la actitud del baqueano que logró echarle la soga al cuello al toro. Fue a buscar agua y alimentaba al macho con lechugas, claro … no todos los días te encuentras un toro descansando en medio de la calle.

Jaime por estos días se dan muestras de animales en las calles, bueno, ahora ya empezamos a salir y por supuesto volverán a esconderse. Como guapo el que le puso la soga al toro.

Esperemos que otro tipo de animales espeluznantes no salgan a pasear las ciudades.

Un abrazo

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La alegría se multiplica cuando la dividimos...
Richard Bach....

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Escritor activo Cantidad de envíos : 107 Fecha de inscripción : 31/10/2018

Como esta predicho algún momento la naturaleza recuperar su territorio, lejos de los humanos, en fin tema fuerte, saludos y como siempre un gusto pasar.

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