DESDE LA TRIBUNA

DESDE LA TRIBUNA

Llega un día que dejás el campo de juego y sin darte cuenta te encontrás  mirando el partido desde la tribuna.
La cosa parece sencilla, la vida te pone límites y te ubica en otro rol, sin embargo, nos cuesta mucho aceptar que ya no sos el mismo que tomaba la pelota y repartía el juego.

Ahora miramos el partido desde afuera y desde lo alto, como un hincha más de esos que sufren los errores de su equipo y disfruta con las jugadas que terminan en gol.
Desde afuera se ven más claro pero… por más que grites indicando como se debe jugar,  los jugadores no te escuchan, y no es porque no quieran, simplemente es por que sólo eres un hincha que está fuera del juego.

De un día para el otro te convertiste en un hincha que ni siquiera es socio del club y que no tiene derecho a votar a su comisión directiva.
Claro está que hay un amor indiscutible entre el equipo y el hincha, un amor eterno e inclaudicable y un agradecimiento mutuo. El equipo pondrá todo en la cancha para satisfacer al hincha y él  estará acompañando y alentando hasta en las peores circunstancias.

El hincha… en este caso vos, seguirá siendo un jugador más, sólo que estará en la tribuna aportando lo suyo, sin desear otra cosa que al equipo le vaya bien.
Hoy que mis hijos han formado una familia, me he transformado en su hincha, disfruto y sufro alentando y apoyando como padre y abuelo pero… desde la tribuna.

Así es querido amigo, pero no olvides que los jugadores escuchan las silbatinas por una pelota perdida y también las ovaciones por goles de buena factura.
Aún sin poder votar, nuestra tarea de seguir de cerca al equipo, es importante. Muchos partidos se ganan por el aliento que baja de ese lugar que hoy nos toca.
El fútbol moderno tendrá diagramas diferentes pero, la pelota sigue siendo redonda

Como lectora, una prosa clara, breve, decidora y conmovedora. Como hija, coincido con Reinaldo: tengamos la edad que tengamos y habiendo "hecho" nuestra vida, esa mirada sigue siendo tan importante (al menos para una) y tan valorada, como los goles y las jugadas con las cuales aprendimos, especialmente, que no importa tanto cual sea el resultado del partido, sino que juguemos (disfritando del juego y tratando de ser justos), que intentemos, que no nos demos por vencidos, que vale la pena. Como madre, hoy mismo y tan cerca veo la mirada de mis hijos que biuscan la mia y se relajan cuando, el encontrarse, de oeja a oreja y sin hablar, me dicen: que bueno que estés ahi... Un fuerte abrazo.

Otro final estupendo. Ahora para un tema clarísimo y bien expuesto. Agudeza y ternura son el tono justo.

Lo bueno de la vida,es que si caminaste bien,te reserva el palco oficial.
Muy bueno

Cachito, Silvina, Fede, Ciudadano, Gracias mil por su grata visita.
Abrazosss.

Maestro, los jugadores siempre recuerdan los consejos y enseñanzas de un buen técnico. Y muchas veces vuelven a él en momentos de dudas y caídas en el rendimiento. Ellos saben que sin los "hinchas" no son nada. Hermoso tu sentir y tu metáfora. Besazossss reverenciadores. Malisa. 

Gracias Malisa.

Agradable texto, acertada comparaciòn. Ya no estamos en algunas lides, porque nos acostumbramos a mirar los toros, desde la barrera. Felicitaciones.

TRINA