Amor, amor...

Cuando se está enamorado no es cierto que se viva ausente del mundo exterior, de la circundancia, más bien se ve y siente al resto de la gente con otros ojos, como una continuación mágica y complementaria del vínculo emocional y espiritual mantenido con la pareja. Cuando ocurre que llueven las envidias o las malevolencias pasa como con la avestruz, que entierra su cabeza en la arena hasta que considere pasado el malestar; en este caso, he de confesar, que el método puede no ser el ideal pero lo considero hasta recomendable, aunque solo sea en el ejemplo en particular.




Adanhiel.

Es cierto, parece que el mundo girara diferente cuando se está enamorado, pero cuando nos desenamoramos, llega el aburrimiento, el dolor, entonces el mundo gira al contrario, es cuando es necesario meter la cabeza dentro de un hueco y que nadie nos vea. Cosas del amor......................................

La experiencia nos dicta que tenemos razón en la reflexión ¿verdad Ethel? ¡Ay, el amor, el amor...!!

Besos.

L´amour... l´amour... Sólo sé decir que es hermoso, bellísimo, divino... estar enamorado.
Es cierto... absolutamente todo en derredor brilla con una magia única. Esa misteriosa magia, de la cual sólo es capaz; El amor.

Bellísima tu reflexión, querido amigo Adanhiel.

¡HERMANADOR ABRAZO, AMIGAZO!

Mi propuesta sería ésta: "Enamorémonos del mismo Amor"; así la cosa no se vería restringida al número dos, no habría desenamoramiento que valiera y en verdad transformaríamos la mágica ilusión, la utopía, en realidad; claro que sólo es la propuesta de un soñador y romántico confeso... no tiene mucho peso que se diga, ¿verdad? ¡Ay, cómo somos, Ricardito, cómo somos... de incorregibles!

¡ROMANTIZADO ABRAZO, FIEL AMIGO!