EL COSTO DE INTENTAR LA PERFECCIÓN.

EL COSTO DE INTENTAR LA PERFECCIÓN.

Las rejas del frente de la casa tenían su sello. ¿Quien podía dudar que fuera Antonio el hacedor de aquel trabajo?
Nadie en la ciudad sería capaz de semejante obra.
Se las veía perfecta, diseñadas al detalle, prolijas en las soldaduras que unían cada hierro. ¡Inmaculadas!... como él mismo solía definirlas cuando tenía oportunidad de mostrarlas.

Sin embargo, a pesar de ello y que cada día del año se lo veía abocado a su tarea largas horas, siempre le faltó dinero en algún momento del mes… y ni que hablar, si el destino lo sorprendía con algún inconveniente económico de los más comunes y cotidianos, como cambiar la heladera.

Era un hombre bondadoso, buen amigo y estaba siempre dispuesto a dar una mano a quien lo necesitara. Carismático y simpático se destacaba por su buen humor y optimismo.
Antes de las rejas, había tenido varios oficios, electricista, mecánico. Hasta llegó a tener un comercio de productos para la industria que le permitió comprar dos propiedades, vehículo nuevo y llevar una vida sin lujos pero, con todas las comodidades de los tiempos modernos.

No pude dejar de pensar ¿por que un hombre como él estaba quebrado económicamente y a punto de perder un matrimonio de treinta y pico de años?

Descubrí observándolo, que el tiempo es implacable, que no se detiene a disfrutar de una reja ni valoriza una acción solidaría.
Sólo pasa una vez y toma lo que le da el hombre.
El tiempo no se recupera, en todo caso de dosifica o se administra si vale la expresión.

El costo de disfrutar trabajando todo el tiempo, tratando de llegar a la perfección para que el ego goce, nadie lo paga lo suficiente. Para vivir sin apremios económicos hay que darle al César lo que es del César y al amor lo que es del amor.

Notable.

Excelente Ricardo. Hay una gran verdad en este breve relato que da mucho para reflexionar. Un abrazo,
Jose

JUAN SALVADOR GAVIOTA DEVIA,EL CILO CONSISTE EN SER PERFECTO,SI SOMOS REALISTAS EL CIELO COMO TAL NO EXISTE,POR LO CUAL LA PERFECCION TAMPOCO,VIVIR CON ESA META, ES DESPERCIAR EL TIEMPO
HAY QUE SER BUENA GENTE..CON ESO ALCANZA.

Es imposible alcanzar la perfección...quizás algo
pueda tan solo "rozarla".

Por qué el ser humano cuestiona tanto las cosas?
Por qué no se dedica a vivir, realmente vivir?
Por qué no disfrutar de las pequeñas grandes cosas de lo cotidiano?
Por qué ese olvidarse de "dar al Cesar, lo que es del
Cesar"?
Hay otras cosas importantes que entrarían dentro de las facturas del Cesar...como el amor altruista desinteresado, aquel que no se da PARA recibir, si no por el simple hecho de sentirlo y querer darlo...
Y así pasan los años y cuando queremos acordar...se nos viene el mundo abajo que hemos construido con tanto trabajo y quizás sacrificio...para qué? "para el goce del ego..." buscando la perfección...o sea, una pérdida de tiempo, como dijo Mateo y el gurí tiene razón!!

Gracias Ricardo...siempre profundo lo tuyo, maestro!

Un buen relato donde la reflexión es hacia lo que apunta el autor.