El mágico árbol

Esperábamos las doce como quien espera después de nueve meses, como el náufrago que busca su isla, el general a su tropa y los niños a los dulces. Ceremonia ancestral de desatar paquetitos de dicha, deslumbre, ojos maravillados siguiendo cada gesto, cada papel o moño, desprendiendo del envase para quedarnos con ese pedazo de alma en cada regalo. Mis primos y yo…pasaron cuarenta años, pasaron soledades, desaciertos y éxitos, familia, adioses y reencuentros, centro mismo de un sentimiento profundo que se conserva intacto, será que la sangre es un puente indestructible, que a pesar de distancias y alejamientos, en el fondo escondido de cada corazón, somos los mismos de entonces…

Lili Frezza

Un texto muy emotivo, que me transporta a esas reuniones familiares, que aún extraño, a esos momentos de magia,del brindis.
Precioso texto.

Toda una revalorizacion de esos momentos familiares, de magia que cada vez se pierden más.
Un excelente micro.
Saludos.

Un cuento precioso, con nostalgias que suenan tiernas,flashes de la vida misma que quedan prendidos en el alma,con sus sonido y aromas.
Precioso de verdad,y con gran emotividad.

Que las Hadas te acompañen.

ME GUSTA ESE MOMENTO DE LAS DOCE,DONDE ENTRE FUEGOS ARTIFICIALES Y BRINDIS,TODOS SE SALUDAN,HASTA LOS VECINOS SALEN A LAS CALLES Y SE ABRAZAN, ES UN DIA,SOLO UN DIA AL AÑO, DONDE PARECE QUE TODO FUERA IDEAL.
ME GUSTAN ESAS FECHAS,LASTIMA QUE DURAN MUY POCO.

¡¡Hermosa historia!!!

Las fiestas en familia son una belleza que se recuerda con placer.
Un beso.

maría

Si, hermosa historia...relato que habla de lazos, de aquellos que traspasan la barrera del tiempo y los sentimientos siguen siendo los mismos...arbol mágico, si, todo un simbolo en el que el alma de una familia, de esos lazos, mantiene esa union eterna en el tiempo...gran micro Lili...

Besos,

Ignacio