La triste Historia de Siul Emiaj y Bertha Alicia segmento cinco

Alicia que le hiciste a mi vida.
En este conócete a ti mismo en el que me encuentro sumergido, la reflexión
del espíritu se torna plenamente consiente, para realizarme humanamente
en armonía, es necesario que conozca mi alma, es necesario que me conozca
a mi mismo, la caminata no ha sido cómoda se trata de una brecha por la
que me he venido abriendo paso como quien sube un cerro lleno de malezas
de pequeños bosques mi andar ha sido una marcha con esfuerzos en zig zags
por así decirlo donde me he detenido una y otra vez para no perderme.
Miércoles 14 de febrero No veo brillar el sol, ha amanecido nublado el cielo y
mi alma se siente inquieta, no quiero gastarme inútilmente en la tristeza por
que la vida no es eterna primavera y debo aprender ha vivir también en la
tormenta, he tenido días radiantes de luz y alegría, pero hoy no veo brillar
el sol, debo aprender ha vivir serenamente a pesar de mi tristeza, no quiero
perder la paz precisamente hoy, creo que todos tenemos días grises en los
cuales nos es difícil vivir y sobrevivir así como convivir con los demás, pero
se que en el momento en que empiece ha olvidar mi pena la alegría y la paz
volverán a mi alma, en nuestro mundo todos somos esclavos y vamos
caminando lentamente presos de nuestras propias pasiones, somos esclavos
del egoísmo, de los celos, del dinero, de la envidia, del poder, del alcohol, a
veces esclavos del trabajo, no le damos el tiempo debido a la familia, lo mas
importante que tenemos, vamos tras la felicidad y caemos presos de un amor
en caricatura, nos esclavizan los amigos, los vicios, la ropa, los vacíos, no
somos libres de vivir serenamente y vamos caminando rápidamente siempre
esclavos del reloj, de los coches, de los viajes, de los lujos, pues todos somos
esclavos en nuestra propia prisión.
Tengo que quitar las rejas de mi alma que me impiden dar ese fruto especial
¿Porque me deje dominar por la ira y la soberbia? fui soberbio y egoísta pero
quiero ser mejor, quiero ser como ella que siempre da el perdón, que siempre
da amor, aunque para mi yo se que hace ya mucho tiempo que se le agoto`
Vi una estrella que cayo del cielo y le fue dada la llave del abismo.... abismo...
abismo de aquel lado de allá tu, de este lado de aca yo, Siullllllllll.......
EemiAJJJJJJJJJJJJJJ
Queeeeeeeee esssssss loooooooo queeee quieresss Aicilaaaaaaaa Senalimmmmm
Nuestras palabras cruzaban el abismo, se tendía un puente sobre el, cuerdas
fuertes formaban las palabras, se tendía el puente de el mutuo entendimiento,
de el mutuo recordarse
Siullllllllll... Emiajjjjjjjj Alicia se ha cansado de gritar y se ha sentado al borde
de el abismo Siul Emiaj no me oye, de seguro se fue ha husmear por ahí, necio,
estúpido, idiota. Ya nadie le habla a nadie, ni nadie oye a nadie silencio.....
silencio, se ha roto el puente de el mutuo entendimiento, de el mutuo recordarse
tantas veces después de tanto buscarla saltaba a mis ojos, muchachita
muñequita donde has estado, andábamos sin buscarnos pero sabíamos que
andábamos para encontrarnos.
No se si les ha pasado a ustedes, que después de mucho caminar siempre llegan
al mismo lugar, esto me ha pasado siempre a mi, he dado vueltas y vueltas
para doblar siempre en la misma esquina para llegar a una calle donde no
me espera nadie, esta calle no es la calle pero tampoco aquella, caigo y me
levanto y piso con ojos ciegos las hojas secas las piedras mudas, en esa calle
donde corro y oigo unos pasos que me siguen, si, si corro, corre, si me detengo
se detiene, volteo y nadie, para llegar a esa calle donde yo sigo a una mujer
que corre y cae y al verme dice nadie.
Podríamos andar años en la profunda alcoba en pos uno de el otro sin
encontrarnos, en cambio antes nos encontrábamos sin buscarnos.
Ya no conocerás los sueños que ahora sueño, son distintos a los de aquel
hombre que contigo fui, el hombre que esta este día arrastrando mis pellejos
y vistiendo las jiras de mi traje, me hundí en mil noches perdidas de tu olvido
seria imposible que a ti te asombren los colores del atardecer, pero ahí estaba
yo. solo para contártelo, para recordar tu afición por lo metafísico, por lo
esotérico, por la buena música y tu atención descreída al escuchar a céspedes
regalo de no se quien dándote ha probar distancias, en las cabriolas de un
capricho que obligo a mentir a la mujer que se derritió hasta volverse miel y
luego conmigo estatua de sal, es hora de volver al coral y marina me dices, y
muero con la muerte que implante creo ya hace mucho tiempo, y me apresuro
a morir en la confluencia de esas dos carreteras, para acabar preso en la
delegación frente a un juez que nada tiene que ver con mi poema, por volcar
nuestra falta de vergüenza en la paz publica, ocultar la verdad para
bañarnos en ella como si fuera tinta, tocas a una puerta que por el momento
no es mi puerta en las cabriolas de un capricho que obligo a mentir a la
mujer que se derritió hasta volverse miel y luego conmigo estatua de sal, y
me convirtió en poeta como por arte de magia para sentarme en la cama
oyendo música apropiada ¿O sera que es lindo tener penas de amor? para
ser invitado al banquete de los elegidos y resucitar cristianamente en una
ausencia que es presencia, a las setenta veces dos imágenes que me asaltan
en la oscuridad, para acabar siendo un par de tontos mas radicales que dos
senos en conflicto que deciden continuar sus vidas por separado, como dos
mazas continentales que antes fueron una sola y hoy interponen un océano
de por medio, para tratar de ocultar cualquier indicio de traición.
Una bombilla alumbra el pasillo de mi celda, después de 45 minutos venzo
mi claustrofobia y me río tirándome de espaldas, el techo me niega su
metáfora, en una esquina su ex novio luce una camisa blanca miccionada por
el cu. cu. que sale de su pecho, de pronto su ex me asesina descargando sus
ojos y su colt 45 made in usa justo a la altura de mi oído, acabando así de
pronto con mi cautiverio, el infierno tiene su lógica como cualquier cultura.
La ambulancia abandona el fraccionamiento las brisas entre su ulular y el
humo, cargando conmigo y mi cabeza que lleva flores en mi oído, recordando
los pasos perdidos en mi memoria, me abandonan en una cama blanca con
una bandera que tiene puntos negros encendidos, despierto confundido con
cabeza loca y flores en mi oído sobre una hoja blanca y de nuevo carga la
ambulancia con mis huesos tristes por todo el bulevar costero hasta llegar a
valle dorado, los días de guardar y mi viejo y cansado ángel de la guarda se
asoman, las vidrieras policromadas exhiben mi soledad hasta el amanecer,
me abandonan en un viejo café, con mis ojos enrojecidos por el estilete
luminoso de la puerta de los abandonados. Continuara