SOLEDADES

SOLEDADES.

Entró y se sentó en una mesa frente a mí. No era linda, sin embargo, tenía ese atractivo especial difícil de definir que tiene cierta gente.
Comencé a observarla llevado por ese no se qué, que me atraía.

Parecía de unos treinta y pico, delgada, tez blanca y cabellos renegridos de hondas largas que caían sobre sus hombros.

Las gafas aumentaban el tamaño de sus ojos color cielo y cada tanto se deslizaban hasta la punta de su nariz. Ese, era el momento que, con el dedo anular de su mano derecha los devolvía a su lugar y sacaba la vista un instante de la taza de café, para dejarla sobre la calle.

Parecía estar metida en profundos pensamientos, lejos de todo lo que la rodeaba.
A juzgar por la ausencia de maquillaje no le preocupaba coquetear, sin embargo, su ropa se notaba fina al igual que su cartera y zapatos haciendo juego.

En pocos minutos, tenía frente a ella un cenicero repleto de cigarrillos a medio terminar, lo que denotaba una gran ansiedad.
El tiempo no parecía preocuparle, no llevaba reloj en su muñeca ni siquiera buscaba uno que estuviera colgado en la pared del bar.

De pronto… supe que teníamos algo en común. Fantasee con la posibilidad de poseerla pero, se diluyó cuando el reflejo del cristal de la ventana me devolvió la imagen de un viejo.

La soledad, es un sediento en busca de aquello que calme la sed del alma - me dije.
Pagué el te frío que ni siquiera probé… y me alejé dejando ese espejismo, para seguir buscando mi oasis.

El espejo refleja nuestra imagen y nos hace volver a la realidad,quedândo atrâs las fantasias que por momentos estaban ahî...

Me ha gustado leerte.

¡¡Abrazos de flores!!

Un texto con la magia que te caracteriza para escribir, describir. Soledades y oasis que coexisten.
Un abrazo.

Es cierto,a veces el espejo nos vuelve a la realidad,pero tambien es cierto que las soledades se juntan más allá de la apariencia,más alla de la edad.
Un texto para pensar que hubiera pasado si se hubiera animado a acercarse a esa mesa sin mirarse en el cristal.

Gracias compañeros. Los caminos de la vida son tantos como los momentos de las decisiones que tomamos.
Un abrazo

Eso de prejuzgarnos antes, realmente hace perder las oportunidades que la vida nos depara, un gusto de escrito
saludos
k

Muy lindo relato Ricardo. Me gusto mucho. Un abrazo,
Jose

HAY UNA CANCIÓN AQUÍ QUE DICE: ARMA DE DOBLE FILO LA SOLEDAD ,MAL COMPAÑERO DE VIAJE..ME ATRAPA CUANDO ESTOY PARA MILONGUEAR.
ME GUSTO LA ESCENA,NO EL FINAL,PORQUE SE DEJO VENCER POR UN REFLEJO
UN ABRAZO TIO

Buen ensayo de observación, ese capítulo especial que debemos cultivar los que pretendemos escribir. Pero hay más, el personaje observado contra el personaje observador. Y aparece el cuento.