El Hijo de la Luna. (Cuento)

Salía a caminar los días nublados, tenían para él un encanto especial, sobre todo por que la luz era más tenue y no dañaba sus clarísimos ojos. No arrugaba la frente frunciendo el seño y podía sonreír relajado.

Su andar era pausado, le gustaba sentir el aroma de las flores y darle de comer a los pájaros.



Todos en el lugar lo conocían como el Albino. Era flaco, alto y desgarbado. Se decía de él, que había nacido en un lejano país, un día que el sol no salió y la luna tiño su piel para siempre con luz plateada y que el Albino, no era hijo del sol sino de la luna.



Una tarde, las nubes cubrieron el sol dejando todo en penumbras. Cuando llegó la noche las nubes se disiparon y en el cielo se pudo ver una esplendida luna enorme y blanca como nunca.

El fenómeno se produjo por varios días y los habitantes del pueblo preocupados y desorientados decidieron en una asamblea que el culpable de robarse el sol, debía ser el Albino.

Fueron furiosos a buscarlo para que devolviera el sol y como no obtuvieron lo que deseaban, lo sentenciaron a abandonar el pueblo para siempre.



Cuenta la leyenda, que en el pueblo no volvió a salir la luna, no crecieron las flores, desaparecieron los pájaros y los días nublados son inmensamente tristes.

BIENVENIDO A LETRAS AMIGO RICARDO

TE ESTRENASTE CON UN MICRO EXCELENTE
FELCITACIONES
BESITOS
LILI

pues que decir Ricxardo solo SENCILLAMENTE HERMOSO Y SUBLIME ¡como siempre!

Una preciosura de cuento!

¡¡Abrazos de flores!!