La infancia perdida novela Capitulo 1º

Me parece bien relatado; retratas de manera verosímil la situación, aparte que imprimes gran dosis de emotividad... Sigo con atención...

Y yo sigo detras compañero.
Llevas bien el relato, y la adecuas perrfectamente al lector

Muy buen relato, atrap la narrativa fluida,un gusto pasar por aqui y quedo expectante a leer más.

Castillo escribió:

Me parece bien relatado; retratas de manera verosímil la situación, aparte que imprimes gran dosis de emotividad... Sigo con atención...

Gracias amigo y compañero de letras Castillo por seguir mi modesta novela,
y dejar en ella tus gratos comentarios.

Un cordial saludo

Roberto

Poesiacarnivora escribió:

Y yo sigo detras compañero.
Llevas bien el relato, y la adecuas perrfectamente al lector

Gracias amigay compañera de letras Poesíacarnivora por seguir mi modesta novela,
y dejar en ella tus gratos comentarios.

Un cordial saludo

Roberto

Marioes escribió:

Muy buen relato, atrap la narrativa fluida,un gusto pasar por aqui y quedo expectante a leer más.

Gracias amigo y compañero de letras Marioes, por seguir mi modesta novela,
y dejar en ella tus gratos comentarios.

Un cordial saludo

Roberto

La leí con facilidad y voy por el proximo capitulo,Muy buena narrativa

Nomade escribió:

La leí con facilidad y voy por el proximo capitulo,Muy buena narrativa

No voy a dar "veredictos" de cómo el autor cuenta su relato, honestamente ni hace falta ni creo que la persona lo necesite y además, al menos en mi caso, no estoy para ello.

Si digo que leer sobre esta realidad de una españa aún pendiente de saldar muchas, muchísimas, deudas con los españoles genera una sensación algo difícil de exponer y aún más que explicar y es ahí el valor imenso del relato en sí mismo y no tanto del relatador.

El valor "intelectual" de relatos como éstos se debería buscar en lo que transmite; en lo que sucedió, cómo, porqué y para qué; el autor con su relato debe empujar al lector a saber qué ocurrió y sobretodo qué queda de lo que hubo y no se ha dejado aún ver y saber: ahí radica en verdad la esencia de la historia perteneciente a un momento de la vida de las personas.

Cuando leo estos relatos me producen muchas y variadas sensaciones: me genera en principio cierta desconsideración por quienes aún hoy intentan en la medida de sus posibilidades negar los hechos tal como ocurrieron; lo hacen porque aún las heridas están abiertas y lo que es peor: aún sangran. Me genera también tristeza y rabia al ver que aún no se comprende porqué se llevó a cabo aquella guerra, para qué en concreto, qué motivos y metas perseguía. Me genera tristeza que aún hoy en mi propia tierra, en las Islas Canarias y a 1650 km de donde ocurrieron los hechos de aquélla guerra, muchas personas sientan miedo y no hayan sabido quitárselo de encima; me genera rabia ver cómo los hijos y los nietos de aquéllos que fueron perseguidos, secuestrados, encarcelados, torturados, asesinados y sus familiares vigilados durante décadas y décadas como animales...Aún hoy, digo, sienten miedo y actuan bajo estos efectos: aún hoy... ¡¡¡ 74 años después !!!.

...Aún hoy se buscan y se encuentran fosas comunes donde muchos canarios fueron enterrados, algunos vivos, y aún hoy sentimos miedo por los efectos del terror que sufrieron aquéllos que vivieron aquél tiempo. Aún hoy sentimos los canarios miedo y se demuestra en hechos tan "extraños e incompresibles" como que al ser rescatados esos restos de aquellos nuestros abuelos o bisabuelos aún y a pesar del tiempo transcurrido seguimos idolatrando a aquellos asesinos y sus símbolos; aún hoy vemos cómo en el momento de reencontrarnos con aquellos restos de nuestros seres queridos permitimos que sea la ultracatolisísima iglesia a
española ( la misma que colaboró con aquellos crímenes y los bendijo ) la que aún hoy y de nuevo se presente a dar "católica sepultura"; aún hoy, ¡¡ 74 años después !! volvemos a poner encima de los ataúdes que portan los restos de los que fueron asesinados la misma bandera española y símbolo patrio de aquéllos asesinos; ¿ porqué ocurre esto ? ¿ porqué seguimos actuando así ?, sólo se me antoja una respuesta: porque los verdugos aún están ahí y aún no han pedido perdón y porque las víctimas seguimos aquí y seguimos sintiendo miedo, porque aún hay sangre en la herida que no acaba de cerrarse...

El valor del texto es lo que hace sentir, no tanto quien lo esccribe ni cómo se escribe.

Teknarit, África.

Lo suyo, compañero de Letras, más que un intento ha sido todo un LOGRO. Lograr que la persona entienda y SIENTA en lo más hondo de su ser qué lee es lo que hace grande a una persona. Un escritor no es nada ni nadie si el lector no es capaz de SENTIR por sí sólo qué lee, por lo tanto no hay grandes ni buenos ni malos escritores, ni tan siquiera mediocres escritores: hay malos o buenos lectores que con su capacidad o incapacidad de SENTIR qué leen hacen grande a la persona que escribe, no al escritor, sino a la persona.

Escritor puede ser cualquiera; cualquiera que sea capaz de unir palabras escritas y crear o generar conceptos partiendo de un pensamiento y que a la vez salen o nacen de un sentimiento. Lo realmente grande y difícil es hacer que el lector sienta qué lee, sienta sensaciones y esto todo el mundo no lo logra porque no depende del él, del escritor, de la persona que escribe sino del que lee y siente.

He aprendido algunas cosas después de tanto y tanto escribir sin ser profesional de la materia, pero principalmente dos, una: nunca se ha de escribir para nadie, jamás. Se ha de escribir para uno mismo porque nuestras palabras escritas es nuestra propia confesión de qué sentimos y qué somos; no podemos ni debemos esperar ser juzgados por nadie a razón de lo que escribimos, si así lo hiciéramos seríamos reos y esclavos de los lectores ( no de nuestros lectores ) sino de lo lectores todos que con su capacidad o incapacidad para entender y sentir qué leen podrían condicionar nuestro sentir frente a la hoja y la pluma; y dos: no podemos NI DEBEMOS jamás esperar alagos por lo que escribimos, si lo hiciéramos sería prostituirnos antes quienes nos piden o nos exigen éste o aquél pensamiento como persona que escribe y siente la escritura como un puro acto de rebeldía.

La mayoría de las personas escriben en silencio, a solas en casa o en sus oficinas o despachos, y mientras lo hacen son personas que sienten qué hacen y qué transmiten...A veces el error de todo ello, de lo que hace y escribe, comienza cuando lo publica o lo hace leer, es cuando ocurre el error de querer sacar a pasear nuestro ego y pedimos, queremos e incluso exigimos "veredictos" de lo que escribimos y casi siempre procurando que no nos hieran éstos; fórmula para librarnos de nuestros egos: no sacarlos a pasear sino dejarlos dentro de nosotros mismos teniendo siempre en cuenta y en conciencia que no escribimos ni debemos escribir para nadie en concreto sino para saciar nuestras ganas de compartir ¡¡ COMPARTIR !! el conocimiento que sólos y en silencio hemos recogidos de otros.

Un abrazo sincero...

Teknarit, África.

De nuevo aquí, compañero Roberto, no para dar consejo de nada ( por si lo pareciera ) sino animarte y acompañarte en ése tu deseo de dejar constancia escrita de lo que han sido aquéllos tús días de la niñez y hoy tu memoria.

Las palabras se las lleva el viento, dicen que dice el dicho; y puede que sea cierto en los tiempos que corren y entre la calidad humana de entre algunas de las personas que por nuestro derredor andan ( de mi bisabuelo me llega aún hoy una frase, y que ya se la he traspasado a mi hijo ) que dice, decía, "que la palabra de un canario valía más que la firma de un notario"; evidentemente eran otros tiempos, y otros aquéllos los canarios que preferian dejarse morir antes que falsificar su palabra que era poco menos que engañar y engañarse.

Hoy, para que todo eso no siga ocurriendo, hay al menos una opción para devolver el criterio y la honorabilidad que tiene la palabra, nuestra palabra, de hombre/mujer y es dejarla escrita, dejar constancia mediante de ésta de un criterio, de un pensamiento, de una forma y manera de ser y sentir desde la respnsabilidad; es, en definitiva, como un puro acto de rebeldía frente a ya tanta in-humanidad que nos invade; es como un último o casi acto de valentía para los que vienen detrás o ya están pero que aún no reaccionan ante nada.

Sea usted valiente y deje "constancia escrita" como si de un notario de la palabra se entiende para que - principalmente - sus hijos y mas allegados sepan de viva voz escrita y fuera de toda duda qué fueron aquéllos sus días de la niñez. Hoy, siempre lo he dicho, escribir es o debería ser un acto de rebeldía y es de ahí de donde digo que no debemos escribir para nadie puesto que nadie es dueño de nuestra mente ni de nuestra manera de ver y sentir las cosas que llevamos interiormente. Esto que digo lo he aprendido mediante muchas lecturas y observaciones acerca de cómo nosotros los humanos cambiamos y cambiamos de parecer y sentir a medida que vamos avanzando en nuestros años y la vida nos va enseñando que sólo nosotros debemos pensar por nosotros mismos y nunca jamas ni influir ni dejarnos influir por nadie sino por el pensamiento que nosotros mismos adquirimos de lo que aprendemos de la vida, de lo que oimos y escuchamos, de lo que leemos pero siempre de la lectura que sacamos de todo ello, lectura personal.

Lo importante, lo verdaderamente importante, es que usted crea en lo que hace y aún más: que se sienta bien haciéndolo. Disfrute usted en conciencia sabiendo que va a dejar una herencia que de buen seguro puede que incluso otros, sus propios hijos y otras personas mas, sabrán valorar infinitamente sus palabras y convicciones; póngale vida, voz y sentimiento a sus palabras escritas porque al final éso será una parte de usted lo que se quedará aquí.

Un abrazo.

Teknarit, África.