Era un mañana soleada y calurosa. La Mama de Paulina estaba en el Jardín de su casa regando, cuando en un árbol se encuentra un panal de abejas, que le caía la miel lentamente.Paulina, estaba mirando desde la ventana de su pieza con su hermanito Rodolfo. Rodolfo miraba como un tonto el panal y como caía la miel. Se le hacia agua la boca. Bajaron directo al patio y llevaron un gran frasco.
-Mama, mete la miel acá. Que rico-Dijo Paulina.
-Si hija, dámelo. Así lo comemos con pan con manteca, ¿No es delicioso?-Dijo la Mama.
-Verdaderamente, si. Igual, digo que le convidemos un poquito a Soledad. Ella dijo que le encantaba la Miel-Dijo Rodolfo interrumpiendo la conversación.
-Vos no opines. Pero tengo una duda, ¿Mira si las abejas hacen una huelga?-Dijo Paulina.
-Hay, hay, hay. Imaginación fresca de una niña de seis años. Hija, las abejas no saben lo que significa ``huelga``, entonces, no se van a enojar, solo por que les quitamos la miel, peor hubiera sido que le tiremos el panal y se lo rompamos- Fue la respuesta de su Mama.
Entonces, entraron a la casa y almorzaron. Luego en la siesta, Paulina no pudo dormir su siesta diaria pensando en que las pobres abejas fueran a picarlos enfadadas. Ella pensaba, cómo podía hacer para regresar la miel, aunque se le hiciera agua la boca. O tal vez, ir a charlarles y decirles que había sido culpa de su mama aunque a ella le gustaba muchísimo. O si no regalarles flores para que hicieran más polen. Se le venían tantas ideas, pero no sabia si iban a funcionar. Entonces hizo un plan A. Despertó a Rodolfo (A los gritos), y le dio un waquitoqui de Princesas para que se comunicaran. Bajo al patio con los objetos de guerrero de su hermano. Y se puso atrás del el Árbol. Y empezaron a llegar mensajes desde el patio al cuarto de Rodolfo que estaba muy atento.
-No hay nada. Por ahora las abejitas no se acercan. ¿Era cambio?-Dijo Paulina.
-Si nena, era cambio. Por favor no me rompas nada, te estoy viendo desde la ventana. Cambio- Dijo Rodolfo
-Gracias, yo también te estoy viendo.¡¡Alarma, se esta acercando una abeja, a mi no al panal!! Cambio-Decía Paulina a los gritos.
-¡¡Uuuuyy, ahí la vi, parece enojada, y muy enojada!! Cambio Pacha –Dijo Rodolfo.
-No me digas así, y no se que hacer ahora. Cambio-Dijo ``Pacha``.
-Subí, te llama la Mama. Parece enojada. Cambio y Fuera- Exclamo Rodolfo.
Y ella subió con un poco de miedo…Solo pensaba en que la iban a retar, o tan solo para tomar la leche con tostadas con manteca y miel. ¡¡MMM, QUE RICO!!
Subió, y si. La estaban esperando para retarla.
-Paulina, te dije que las abejas no se enojan. Ellas son tantas que constantemente llevan el polen y elaboran la miel. No quiero verte hacer un plan B.Por favor, te llegan a picar, te va doler todito el cuerpo. Y anda a bañarte, que va a venir Josefina a tomar la leche. Y ponete la ropa que te deje en la cama -Dijo la mama de Paulina solo un poco enojada. Pero parece que al final el enojo se fue entonces, le dio un beso en la frente y le dijo-Estoy orgullosa de la buena hija que tengo. Te quiero mucho-Dijo la mama y se fue a preparar la leche.
Paulina mientras se bañaba, pensaba:
Mira, las abejas estas no se enojan por nada. A mi me roban la miel y me enojo mal che…