animalSON
Escritor activo
 
Cantidad de envíos : 180
Fecha de nacimiento : 25/02/1985
Edad : 38
Localización : Chacabuco, Buenos Aires, Argentina
Fecha de inscripción : 29/08/2008
RECONOCIMIENTOS
 Mención: -Texto EXCEPCIONAL :Don Julio
 Mención:
 Premios: 3º Lugar en Concursos de Micro-relatos Letras y Algo Más -
 | Tema: Portadora de luz - 04  Vie Oct 30, 2009 1:58 am | |
|
Portadora de luz
PARTE IV
-Sofía –respondió tímidamente la indefensa muchachita de blanco.
Los tres ancianos se apartaron y cuchichearon unos instantes, observando de reojo a la joven sentada a la mesa.
-De acuerdo, Sofía. Y… ¿Cuánto dices que llevas embarazada? –preguntó Walter arrimando la oreja a la mesa redonda.
-Siete meses, más o menos –respondió con tono dudoso.
Una vez más, los tres se murmuraron por lo bajo.
-Bueno pequeña, imagino estarás agotada. Te serviremos una taza de caldo y luego podrás recostarte y descansar –agregó gentil con una sonrisa mientras dejaba su pipa a un lado.
Sofía agachó la cabeza y dijo muy suave -Gracias señor. No comprendo su generosidad para conmigo, pero no voy a rechazarla.
Walter encendió su pipa de nuevo y se dio media vuelta para reunirse en ronda con sus dos compañeros.
-No cabe duda, es ella –musitó.
-Del color del cielo y como los de un águila, tiene los ojos –añadió Philip –Predicho, estaba.
-Zi, zi –se emocionó el desdentado –Zu voz ez zuave como la bdiza, y zu pelo negdo como la noche.
Se miraron unos segundos, y luego Walter levantó su vestido para acomodarse las sandalias.
-¡Ejem! –dijo girando hacia la niña –Philip, prepara el caldo. Pierre, sube a preparar la cama.
Sus compañeros se pusieron manos a la obra sin decir una palabra. El pequeño Philip caminó veloz hasta la estufa y puso a calentar una hoya; Pierre Cero Dientes subía por la escalerilla hacia el entrepiso de madera. Y mientras fumaba su pipa, Walter observaba a la muchacha que se ruborizaba por las atenciones recibidas.
Luego de beber tres tazas de caldo con el mismo entusiasmo, la jovencita subió al entrepiso y se recostó en un cómodo colchón de plumas. Los tres ancianos la espiaban susurrando desde abajo.
| |
|
