Ppsh-41

Los pedazos de cráneo y masa cerebral volaron por encima del hombro del joven capitán. El ucraniano barbado, cayo lentamente, desplomándose en el bosque. Mientras tanto, Ulich Fersov se agacho lo más que pudo en la sanja haciéndoles una seña a los demás para que se mantuvieran con las cabezas abajo.

Empezó a sentir como el sudor frío recorría su espalda, los gritos de horror acaparaban el escenario del frente sovietico, se mezclaban con las armas rusas que disparában a un enemigo invisible. El capitán Fersov, hablo en susurros a sus cuatro hombres, y una mujer que estaban con el agazapados en la tierra, cubriéndose en el rastro agujereado y profundo de un misil, dejada por un bombardeo.

De pronto todo se quedo callado, la niebla en la espesura de la noche hacia poco visible el espacio de las acciones militares, el frío que calaban en los huesos, se oyó un ruido como un chasquido, el zumbido fue a terminar en el ojo derecho de el cabo Sergei Balakov, que no cayo simplemente bajo la cabeza para exhalar el ultimo suspiro.

Fersov, sentía una presión en el estomago que le molestaba, se aferro a su PPSh-41 (La maldita metralleta no servía de nada en está condición) la sensación nunca la había sentido antes, tenía que hacer algo pronto o los acabarían a todos

Levantarse no era una opción, pero si sus cuatro hombres restantes seguían ahí en ese puto agujero sería fácil para el maldito francotirador terminar con todos, habia que hacer un punto de inflexión, había que actuar, rápido.

Habia alguien en su equipo lo suficientemente veloz para engañar un ojo agudo, lo suficiente para lograr flanquear al francotirador, y poder salir con vida, el y y lo que quedaba de su escuadrón de reconocimiento. Antes de hablar el capitán sintió la misma molestia del estomago.

-Anatoly.-

-¿Capitán? Contesto la voz del más joven de sus hombres Nicolayev tenía apenas diecisiete años,

-Necesito que dejes tu equipo, llevate nada más el fusil, quiero que corras con todas tus fuerzas hacia la derecha y trates de flanquear al maldito tirador nazi, es nuestra única oportunidad.-

-Si señor,- dijo el joven, mientras se saco algunos implementos de su equipo.

El camarada Anatoly salio corriendo como quien se lo lleva el diablo hacia la dirección que su capitán lo habia enviado, empuñando su Ppsh -41.

-¡Psssssssptttttttt!- El niño soldado había avanzado unos treinta metros, tirado en el frío suelo Anatoly aún se movía, el disparo justo acertado en su cuerpo, y se retorcía del dolor, sus movimientos eran impactantes, y perturbaron a los sobrevivientes en el agujero. Que captaban únicamente el silencio ahogado por momentos por los quejidos del moribundo chiquillo.

Silencio, los quejidos habían cesado, Anatoly estaba muerto.

-¿Señor?- Dijo Olga Gurlokovich, Que todo el tiempo había estado apuntando a un blanco inexistente en las sombras, con su rifle de francotirador Mosin – Nagant, ya habia hecho algunos disparos, más por reflejo que por seguridad Fersov tenia una cara de terror, la mirada extraviada en la nada oscura y profunda, de aquel bosque en las afueras de Leningrado, -¿Camarada capitán?- Los ojos azules de Olga parecián traer luz a la oscuridad, Fersov reaccionó, -Tovarich Gurolokovich, es necesario que busques una posición adecuada, en algún lugar-

-A la derecha, en esos matorrales- dijo Olga moviendosé rápido hacia los matorrales, mientras los restantes dos hombres incluyendo el capitán disparaban hacia donde ellos suponían que venían los disparos.

¡Paaaaaaaboooooom!

La explosión fue breve, seca, acompañada de los gritos de Olga agudos, mientras se agarraba con las dos manos el muñon de la pierna izquierda haciendo una mueca horrible. A la derecha, a unos cinco metros del agujero un campo minado. Exactamente donde Olga habia pisado. Fersov, sentía esa maldita presión en el estomago que nunca habia percibido, mientras vio como sus dos restantes hombres salían huyendo por donde habían llegado, dirigiéndose a la carretera. Dos nuevos tiros acertando justo en la espalda de uno y en la parte de atrás del cráneo del otro, creando una nueva explosión de sangre, fersov se agacho mientras se agarraba las piernas, en posición fetal, sentía la maldita presión en el abdomen,(La que nunca había sentido) A lo lejos oyó como los gritos de Olga habían cesado luego de un ruido que el conocía.

Cuando alzó la vista vio a un alemán joven, ojos verdes profundos, con ropa camuflada apuntándole con su rifle. El chasquido fue casi imperceptible, mientras tanto en un leve instante, que duro la nada que abarcaba todo, el capitán Fersov, sonreía, al menos la presión, el dolor en el abdomen terminaría.

Ufffffffff, por Dios manuel, tengo esa maldita presión en el estomago, que antes nunca habia sentido, y no quiero levantar la vista del teclado por no ver al maldito franco tirador nazi.... tan así es lo que me produjo tu relato.
Fuerte, que comienza introduciendonos de lleno en la acción y que tiene como hilo conductor, ese maldita opresión en el estomago, que logras trasmitir y hacer que nos metamos en la trinchera.
Es fuerte, pero muy, muy bien llevado, lograr tales emociones en el lector y en tan breve relato, no es tarea fácil,y tu lo logras.

Felicitaciones amigo, en verdad me quedo doliendo el estomago (no es broma, tengo una maldita imaginación que me hace meterme en las historias como personaje, eso si, es el autor quien lo logra y en eso radica la genialidad del autor)

Que las hadas te acompañen.

Fuerte como dice Poe, al menos para mí lo es, me he jurado no leer temas sobre Nazis, porque de verdad que el horror que encarnaron ellos, y que aún se siente, se lee tal cual como lo mencionas... Y es cierto, logras que uno como lector se inmiscuya en la escena y vivir los malditos momentos de terror...
Ya... respiré profundo y mis felicitaciones Manuel...

PUAG, PRIMERO ME REPUGNO, DESPUES ME DIO MIEDO, Y POR ULTIMO RABIA.
SI LO QUE BUSCA UN ESCRITOR ES PROVOCAR EMOCIONES EN QUIEN LO LEE,JAJA CONMIGO LO LOGRASTE.
BUEN TEXTO, TERRIBLE, PERO BUENO.

Sin plabras, asi me dejaste, al igual que el personaje que en el final se siente liberado, al terminar de leerte senti lo mismo.
Una narración impecable e implacable como dice mi amiga Poe, a veces, te felicito.

Sinceramente no se explicar lo que me trasmitio este texto, emociones encontradas, fuertes.
Como dice nachito, fueron como flashes de una pelicula de horror,donde uno se hace personaje.
Felicitaciones muchacho,un texto muy fuerte.

Que decir, me ha dejado tembleque, mientras te leia, hasta llegue a agacharme sobre el teclado, qué manera de atrapar, si me parecía escuchar las rafagas, los quejidos y ver las muertes...uffff No es de mi agrado leer estos textos, pero tu lograste hacerme participe de él. Mis felicitaciones, un relato fuerte, impresionante pero excelente. Abrazos medios tembleques aun.

El relato te mandaste amigo, fuerte, y que sacude al lector.
Felicitaciones,de verdad es muy bueno.