eclipse Escritor activo


  Cantidad de envíos : 124 Fecha de nacimiento : 09/12/1974 Edad : 48 Localización : donde mi corazón me lleve Fecha de inscripción : 30/05/2009
 | Tema: EL REENCUENTRO (8) Dom Mayo 31, 2009 11:39 am | |
| Alejandra la miraba a los ojos con tal intensidad que Marina se sentía desarmada. Le llegaron a su memoria muchos momentos que había pasado juntas, aquellos instantes de intimidad compartida. Nunca se había sentido tan cerca de nadie como de ella. Se miraron durante segundos a los ojos. Ninguna de las dos se atrevía a romper ese momento.
-Alejandra, perdona que te moleste pero ya va siendo hora de que nos vayamos. La conferencia empezará en media hora, y tenemos que hacer la transmisión.
Alejandra miró a su ayudante como si hubiera visto al mismísimo diablo, ¿Cómo se atrevía a interrumpir tan bello momento?
-Ya voy Javier. Dame 5 minutos.
Marina cogió la mano de Alejandra. Se la apretó con fuerza…
-Se nos pasó el tiempo volando Ale. El deber nos llama. Tenemos una conferencia que cubrir, pero no olvides que tenemos la conversación a medas.
-No se me olvido Marina. ¿Comemos juntas?
-¡Claro!, búscame en esta misma mesa. Te estaré esperando.
Salieron juntas del restaurante, encaminándose a la sala de conferencias.
Alejandra buscó a su cámara, miró si había espacio para Marina. La miró con decepción.
-Busca un buen sitio Marina, luego nos vemos.
-Por supuesto, luego nos vemos Ale.
Marina se dirigió al mismo lugar de ayer, no parecía tan agobiado. Alejandra se colocó en el sitio elegido, buscó con la mirada donde estaba Marina. Estaba al otro lado de la sala, pero podía verla bien. Se alegró de ello, no quería perderla de vista.
Marina no tenía ganas de estar allí. Quería salir por la ciudad, caminar, gritar, reír, se sentía feliz. Miró hacia donde estaba Alejandra, la vio allí de pie, mirándola. Se sintió ruborizar. La saludó con la mano, con cierta timidez. Alejandra la respondió al saludo con la mano y una terrible sonrisa.
La conferencia estaba ya por comenzar, se tenían que concentrar.
Alejandra se sentó en la silla y sacó su cuaderno de notas. No podía dejar de pensar en ella, ¿Cómo había permitido que todo esto ocurriera? ¿Cómo pudo ser tan cobarde y dejar que pasara todo este tiempo?
Marina se dejó caer en una silla con una mal disimulada desgana, sacó su libreta, su bolígrafo, y comenzó a captar las impresiones de ese día. Intentaba concentrarse pero no podía. Tenía la mirada de Alejandra clavada en su mente, en su piel, en su propia alma. Se sentía nerviosa y alterada. Intentó concentrarse. No podía perder detalle o no podría escribir el artículo.
Miró a Alejandra, buscando de nuevo su sonrisa pero ella estaba inmersa en sus notas, no la miraba. Se sintió desilusionada…
Alejandra escribía en su libreta algunas notas, inconexas entre ellas. No tenían sentido, pero no era capaz de nada más. Luego tendría que hacer un mayor esfuerzo para darle sentido.
Pasaron las tres largas horas que duró la conferencia pero ninguna de las dos supo de lo que se habló en la conferencia, estuvieron ausentes, perdidas en su mente, en sus propios recuerdos. | |
|