EL REENCUENTRO (2)

Alejandra se había quedado dormida sobre la cama, afortunadamente tuvo la sensatez de poner el despertador, se conocía bien y sabía que si no, no despertaría a tiempo de llegar a la conferencia. Se despertó a las 4:00 de la tarde, se dio una ducha para despejarse y se vistió con un traje pantalón, color beige, que realzaba el color de su piel. Fue a la habitación contigua en busca de sus compañeros, el cámara y el ayudante de cámara, y juntos fueron a la sala de conferencias para coger posiciones, pero antes debían de grabar unas tomas en el exterior, un prólogo sobre el tema de la conferencia y los países ponentes. Debían prepararse y organizarlo todo antes de que empezara el evento.

Marina, no apenas había descansado. Estaba alterada. Apenas 10 minutos después de haberse relajado un poco tras el largo viaje, había llamado a Carlos, su marido. Habían discutido antes de que ella dejara Madrid, él estaba disgustado, no quería que ella hiciera ese viaje, ya ni siquiera le gustaba que ella trabajara. Había cambiado tanto en los últimos cuatro que le sentía como un desconocido. Apenas conversaban, se habían vuelto dos extraños incluso ante las miradas de sus hijos que aún siendo pequeños de todo se daban cuenta. Estaba cansada del viaje y de su vida, pero había venido a trabajar y no a pasar unas vacaciones. Eran casi las 5 y todavía se tenía que preparar, se duchó todo lo rápido que pudo, se vistió con unos tejanos, una camisa y una chaqueta estilo americana. Cogió su grabadora, su cuaderno de notas y el bolígrafo que su hija le había regalado antes de salir. Se dirigió a la sala de conferencias, buscó un buen lugar donde situarse, un lugar donde pudiera controlarlo todo, no quería perder detalle. Esta era su gran oportunidad de demostrar su valía como periodista.

Marina se colocó casi al final de sala, a la izquierda, tenía perspectiva de todos los ángulos, veía toda la sala y la mesa de ponencia por completo. Si, decididamente había escogido bien.

Alejandra estaba terminando de grabar los exteriores, le dolían los pies, detestaba esos zapatos, no estaba hecha para los zapatos de tacón. Entraron en la sala de conferencias, se fueron hacía el lado derecho donde habían ubicado el trípode para la cámara y otros materiales. La conferencia sería larga… debían prepararse para la espera…

La conferencia duró cinco interminables horas, Alejandra y Marina, cada una por su lado estaban ambas agotadas.

Marina permaneció sentada en la butaca terminando de escribir algunas notas, además así daría tiempo a que fueran saliendo sus compañeros periodistas, no le gustaban las salidas en masa, se agobiaba con tanta multitud.

Alejandra y sus compañeros, anduvieron recogiendo todo el material. Ella tomaba notas preparando el guión para el directo con la televisión. Estaba cansada y no podía pensar, pero debía prepararlo, en media hora hacían el enlace desde el vestíbulo del hotel.

Marina terminó sus notas, más tarde redactaría el artículo y lo enviaría por mail. Salió de la sala de conferencias, directa hacia el restaurante del hotel, no había comido y ya era la hora de cenar. Estaba agotada, sólo quería cenar e irse a dormir.

Alejandra se colocaba en el centro del vestíbulo del hotel para hacer el directo, quería acabar cuanto antes para poder ir a cenar. Estaba tan cansada y tan concentrada que no se daba cuenta que a unos escasos metros de ella, por la puerta del restaurante entraba Marina, la que había sido su mejor amiga desde la niñez.