eclipse Escritor activo


  Cantidad de envíos : 124 Fecha de nacimiento : 09/12/1974 Edad : 48 Localización : donde mi corazón me lleve Fecha de inscripción : 30/05/2009
 | Tema: EL REENCUENTRO (1) Dom Mayo 31, 2009 11:28 am | |
| Hacía años que no se veían, desde que terminaron la facultaron. Fueron las mejores amigas desde casi la niñez, pero los azares de la vida quisieron que se tuvieran que separar y tardaran años en volverse a encontrar.
Ambas eran periodistas. Una trabajaba como redactora en un periódico de tirada nacional, la otra como reportera en el extranjero, en Suiza más concretamente. Se acercaban ya a la cuarentena, pero todavía conservaban la belleza de su juventud.
Alejandra tenía 39 años, una melena morena que casi le llegaba a la cintura, unos ojos color verde oliva heredados de su abuelo. Una piel inmensamente suave, de moreno natural, que le daba un aire agitanado. Nació en las costas de Cádiz, pero de bien pequeña marchó con sus padres a Madrid, a vivir al barrio de Chamberí.
Marina vivía en Chamberí desde que nació, tenía 38 años, apenas se llevaba unos meses con Alejandra. Era su contrapunto, bajita, algo regordeta, y de un rubio intenso totalmente natural. De tez blanca, casi pálida, que sólo conseguía enrojecer cuando en la playa tomaba el sol.
Ambas estudiaban juntas en la escuela, iban a la misma clase. Vivian en la misma calle y en el mismo edificio, Se hicieron muy amigas, hasta ser inseparables. Fueron juntas al instituto y también a la facultad de periodismo.
Cuando se graduaron, Marina consiguió trabajo en un periódico como becaria. Alejandra se marchó a Suiza a estudiar un máster. Prometieron llamarse y escribirse tanto como pudieran, y volverse a encontrar un año después en su rincón de siempre, donde tantos ratos habían pasado haciéndose confidencias. La misma cafetería del barrio que ya había tomado como propia. Al principio se sucedían las llamadas, las cartas y las postales, pero con el tiempo, estas se fueron distanciando y la una por la otra ambas se dejaron perder.
Marina consiguió un contrato en el periódico después de casi dos años de becaria, se casó con un compañero con el que andaba desde los principios de becaria. Alejandra terminó el máster en Suiza mientras colaboraba en pequeñas emisoras de televisión locales. Apenas terminado el máster consiguió trabajo en la televisión, empezó como redactora y acabó siendo reportera, enviada especial de la televisión de nuestro país. Nunca se casó, tenía sus ligues eso sí, pero siempre decía que el compromiso no era para ella.
Alejandra ya apenas sabía de Marina, sólo por los artículos que de ella leía en el periódico al que se había suscrito. Marina la veía por la televisión. No había cambiado nada se decía. Seguía igual que siempre, como si en ella el tiempo se hubiera detenido.
El azar quiso que ambas fueran enviadas a cubrir un evento de gran relevancia en la ciudad de Dormunt en Alemania, la firma de un tratado para frenar el cambio climático.
Alejandra llegó al hotel que habían escogido para ella, el Hotel NH Dormunt. Había gran revuelo de periodistas en el hotel. Fue a recepción, dio su nombre y le entregaron la llave de su habitación, la número 202. Le gustaban los números capicúas, le traían buena suerte. El botones del hotel la acompañó hasta el hotel llevando su equipaje, le dio su propina y derrotada por el viaje en tren tiro literalmente sobre la cama.
Marina llegó al aeropuerto de Dormunt, como si fuera una estudiante de excursión, pues a pesar de su trabajo de periodista nuca había salido de España. Cogió un taxi para que le llevara al hotel, todos los gastos de transporte se los pagaba el periódico. Era casi mediodía y la conferencia inicial comenzaba a las 6 de la tarde, tenía ganas de llegar al hotel y poder descansar un rato después del largo viaje. Ya podía ver la inmensidad del hotel, moderno pero de un gran lujo. Hotel NH Dormunt, impresionante. Salió del taxi observando todo con gran expectación. Había gran revuelo de periodistas que iban y venían. Se dirigió a recepción, dio su nombre, firmó el impreso de admisión y le entregaron su llave. Uno de los botones, un muchachito joven la acompañó hasta su habitación llevándole su equipaje. Miró el número de la habitación, no se lo entendió al muchacho de recepción. Número capicúa, habitación 222, buena señal se dijo, siempre me gustaron los números capicúa. Salió el botones de la habitación después de recibir su propina, y Marina, ya por mero impulso por el cansancio del viaje, se quitó la chaqueta y de bruces se tiró sobre la cama. | |
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sgrassimeli Escritor activo


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Mención: POEMA EXCEPCIONAL: CUANDO ME NOMBRAS- a la excelencia en sus comentarios
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 | Tema: Re: EL REENCUENTRO (1) Dom Mayo 31, 2009 11:10 pm | |
| Veo que estableces una similitud psicológica entre los personajes de Marina y Alejandra. Bien, te sigo leyendo (fijate únicamente si es un error de comprensión mio o si al comienzo "terminaron la facultaron" es "terminaron la facultad". Saludos. Silvina. | |
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tequendama Escritor activo

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 | Tema: Re: EL REENCUENTRO (1) Lun Jun 01, 2009 5:38 pm | |
| ¡¡Hola!! Espero que sea bueno como el de ayer.... te sigo. María | |
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 | Tema: Re: EL REENCUENTRO (1)  | |
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