ATRASADA!

Que bello sueño el que me abrazaba, se deslizaba por mi mente y me atrapaba con tanta fuerza y a la vez con calma. No sentí el reloj que me llamaba y de pronto ¡zaz! Salté de la cama.
Diez minutos! Dios que iba a hacer en ese tiempo, ni ducha, ni estoque a mi cara, una cepillada a mi cabello y nada más.
Que ropa vestía! No había dejado preparado nada, no por irresponsable o dejada, solo porque estuvieron mis nietos y me dediqué cien por ciento a ellos, a disfrutarlos y gozar de sus travesuras.
Abrí de un jirón las cortinas, sol, sol a montones el día deslumbraba. Rápidamente una falda cogí, un sueter delgado....zapatos! Encontré uno, donde estan los pares? Ay Dios, mis nietos por la noche habían jugado con ellos y tremendo desorden en mi armario. Corro, corro, me tropiezo en uno de los autitos que dejo Lukas a mitad de camino, si hasta un huevito del conejo en uno de mis zapatos! Que lío, ya estoy tan atrasada.
Marco un número, Alo? Alo? Amiga, no alcanzo el bus, por favor, di que no me paso a buscar a la parada... voy mas atras. Besosss
Por fin, estoy acomodada en el bus, para mas remate, no hay asientos libres, tendré que viajar de pie y llevo zapatos de tacón.
Ya habíamos avanzado media hora de trayecto, voy colorada, si lo menos que me gusta es llegar tarde a la escuela, por la imagen, eso me lo enseño mi madre, como profesora, "Hija, siempre hay que enseñar con el ejemplo". Me decía. Que ejemplo a esa hora!
Se detiene el bus, que pasa? Suben pasajeros a montones, el bus anterior había sufrido una panne! Ahí está mi amiga, Patty! Me saluda sonriente y con cara de malvada me dice: "No podré dar tu mensaje, como ya ves, las dos vamos atrasadas!