CONVOCATORIA A ESCRIBIR MICRO RELATOS

Aquella mariposa café se poso sobre mi lapicera. Ya no puedo escribir que te amo.

Frustración.

Ensartó a la mariposa con la punta de la lapicera y ya pinchada, la sumergió en la taza de café.
El lepidóptero moriría dos veces, ensartado y ahogado. La inspiración, al no llegar nunca, habría provocado aquella tragedia.

Ricardo “Cocho” Garay
La mariposa y el hombre gris

Siempre estaba en la mesa del fondo tomando café, escribiendo con una lapicera mordisqueada con angustia.
Era un hombre gris, salvo el día que lo vi en colores cuando sonrió al descubrir una mariposa posada en la mesa frente a él.

1- Palabra
Humeante y negro café, atraía con su fuerte aroma a las mariposas de su estómago. Salían coloridas y enérgicas para ayudarlo a escribir con una sencilla lapicera,  la palabra más importante del mundo: AMOR. (las mariposas del estómago saben bien de esto).



2- Sangre
La lujosa y vistosa lapicera dejaba caer gota a gota la sangre, el café del pocillo se tornaba de colores como si una mariposa aleteara en su interior. La sangre dejaba su señal.



3- Secretos peligrosos
Si la lapicera hablara, cuantos secretos de las notas de amor dejaría volar, como mariposas ansiosas que después descansan en un mar color café, lleno de sueños muertos. El silencio le sienta bien, hablar puede ser muy peligroso.

Karina Rivadeneira

Los lapiceros no están llenos de mariposas, los que toman café quizás si, por eso se enamoran tanto.

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Sola y con café, trazaba con mi lapicero la mejor trampa de mariposas, tu.

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Había una vez en mi café... las otras que fueron vez, tenía alas de mariposa dibujadas con lapicero.

Rafael Mérida

Ensimismado, me encontraba escribiendo una nota de amor para la dueña de mis quincenas, mientras, de mi predilección, degustaba un aromado y delicioso café capuchino, una indiscreta mariposa de alas delicadas, que misteriosamente deseaba develar mi escrito, revoloteaba sobre mi oído interrumpiendo mi inspiración, la espanté con mi lapicera. MURIÓ.

Magali

1. Giraba la mariposa alrededor de la taza de café. Todo estaba bien, pensó, quizás esa mariposa se escapó de su estómago cuando bostezó aburrido de esperar.
Miró el reloj, volvió a mirar a la persistente mariposa revolotear…, antes de irse sacó su lapicera y la mató.


2. Vida de Puta
A fuerza de café pasó las noches, jamás sintió mariposas, apenas gusanos que le hacían vomitar.
Cansada,enferma y sola, empuñó la lapicera y escribió su epitafio.
Magali

Ethel Saavedra G.

Osadía
Osados escritores matan con una lapicera a una mariposa de ojos café.  

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Engaño
Mi lapicera se tornó en cuerpo de mariposa, asombrada decidí tomarme un sorbo de café.

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Muerte
Y acercándose a un pocillo de café, la mariposa fue impactada por una lapicera.

Susy

1. Era primavera y él tenía el pecho repleto de mariposas deseosas de volar.
Ella, sólo un sueño de lapicera con azules y amorosas palabras.
Le propuso sentir juntos el dulce aroma del café.
-"Hoy no" -le dijo- "mañana puede ser"
Llegó el otoño. Aun lo espera.
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2. De su lapicera borboteaba infinitos poemas de amor.
Sus letras eran mariposas que volaban hacia mi.
Yo, atrevidamente con un café entre medio, recitaba a otro sus poemas de amor.
Lo siento. No pude amarlo.
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3. Creí que él era mi príncipe soñado.
El café de sus ojos, puso alas de mariposas a
mi lapicera y entre verso y verso, se posó en mi alma.
Pero él, también tenía alas.

Hombre, aunque la convocatoria es bastante ambigua pues no establece con claridad la cantidad de participaciones que una escritora o escritor pueda tener(número de cuentos) y que además se trata no nada más de una convocatoria si no de un concurso pues habrá cuando menos tres premios, el hecho de participar con más de un cuento otorga más posibilidades a aquéllas o aquéllos que publican más que quienes solamente participan con un cuento. De hecho y por tratarse de un concurso se da por sentado la naturaleza de participación única de cada participante pero como dije antes, la convocatoria es ambigua y da lugar a suspicacias como la mía. Sufragio efectivo, no reelección. Por un gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo y el pueblo unido jamás será vencido!
Reciban todas y todos mi saludo fraterno, combativo y revolucionario!

Edith Elvira Colqui Rojas, Perú

LA TAZA DE CAFÉ

1. Él pidió una taza de café, de pronto observó que nadaba en ella una pequeña mariposa que tenía la cara de su ex mujer, cogió su lapicera y contra la pared de la taza la aplastó.
Edith Elvira Colqui Rojas Perú-derechos reservados


2.-Él la invitó a tomar un café, llevaba esa mariposa de madera en su lapicera para que le diera suerte.
Cuando estaban cenando y en el punto más romántico de la conversación, de su lapicera salió volando la mariposa, ella se asustó mucho y se fue.


3.- Esa noche estaba deprimido, salió al jardín, buscó su colección de mil mariposas, tomó un café y con una lapicera iba anotando uno a uno los nombres científicos de las mariposas. Se pasó así toda la madrugada, hasta que se quedó dormido, rendido, y ya no tomó los antidepresivos.

Pedro Perea Uribe, Manizales, Colombia

1.Café, mariposa y lapicera son sustantivos de grata recordación.



2. Al caer la mariposa en mi café, mi lapicera de insofacto interrumpió el micro Relato.

Hola Roberto, cada participante puede escribir tres mico relatos. La nota aclaratoria fue colocada en Facebook tanto en el muro de Cynthia como en el mío tan pronto se subió la invitación. En el de Letras se colocó después porque (como siempre, don Facebook nos tumba los posteos. No nos deja compartir, últimamente venimos teniendo problemas).

Puedes perfectamente escribir los otros dos sin problema. Lo colocas debajo del que ya colocaste.

Un abrazo.

Mmm... Como dicen los abogados: "aceptando sin conceder" diré que no tengo nexo de amistad en los Feisbucs con Letras y algo más así que no me entero de mucho ahí pero aquí la convocatoria no contempla la cantidad de cuentos por participante. De cualquier modo agradezco la premura y amabilidad de tu respuesta Ethel.

Vanessa Rivera

Relato corto #1.
No me quedaba más. Había llenado con café mi lapicera... Pero al menos aún podía compartirlo con la
mariposa.

Relato corto #2
En un giro, volqué su atención al detalle en mi diadema, yo desprendía un aroma fuerte a café por la ansiedad de anoche... Mientras la mariposa me diera el tiempo de explicarme en el mantel, zambullí la mano en la lapicera, él, se me acercaba con la mirada de ¡Un beso!

Relato corto #3
Volví, la mariposa del ala café yacía aún bajo la lapicera.

Sergio Bustamante

(1) LA REVANCHA
Autor: Ruiseñor
- Cuando Poesía Carnívora decida abandonarlo se llevará consigo: su café favorito, la Mariposa de cristal que él le quebró, y le cambiará su lapicera de oro, ¡por un lápiz de carpintero!



(2) DE VUELTA AL HOGAR
Autor: Sondeador
Cuando él volvió, no encontró su café favorito, su lapicera no estaba en su escritorio, ¡pero en su lugar había un lápiz de carpintero! Entonces supo que la mariposa se había volado.



(3) UNA CANCIÓN DESESPERADA
Autor: Poetizor
Un café frío, una mariposa ausente, una nota escrita, no con una lapicera de oro, sino con un lápiz de carpintero:
¡AMOR, VUELVE A MI!

Luis Rodriguez Caballero

"Soy Libre"
1. Estaba tomando café en la terraza, cuando llegó una mariposa arcoiris y se posó en la lapicera, tomó un lápiz y dibujó un capullo en una servilleta y escribió a un lado, Así era yo, antes de ser libre.

2. "Nace el café"
Cuenta una leyenda, que la mariposa arcoiris voló hasta el cielo y se posó en la lapicera de Dios, tomando un lápiz de color café bajó a la tierra y dibujó la planta del café y así se creó el exquisito sabor del café que disfrutamos cada mañana.

Silvina Grassi-meli

Firma
Los ojos, clavados en la taza con café evaporando minutos que deseaba enterrar (y sin embargo, no le guardaba rencor).
La calma, como triunfo de oruga transformada en mariposa y la lapicera en la mano (la misma con la cual había firmado el contrato).

Elisabeth Sánchez Sainz
Bilbao (Spain)

Microrrelato  1

Título: Silencios
A las lapiceras no les permiten dibujar mariposas. Las han retirado por subversivas, por dictar libertades. Ya secas las han abandonado en cárceles de cartón. En los secreteres solo quedan algunas hojas en blanco y  manchas de café. Cuando regresan las mariposas, las calles se llenan de voces solidarias….

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Microrrelato 2

Título: Nacimiento
Cuando el sol aún estaba tibio, tomaba a sorbos su café con leche. Repasaba sentimientos y los recopilaba en su diario de maternidad, escribía con una vieja lapicera herencia de la abuela.  Anotaba que su enorme tripa le parecía una crisálida.  Llegó el día y la criatura se llamó Mariposa….

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Microrrelato 3

Título: Caos
Una librería-café, momento de tertulia literaria, todos postulan diversas ideas sobre el efecto mariposa, esa secuencia  de hechos que los versados, dicen que,  acontecen incluso en las acciones sencillas. Una lapicera en manos nerviosas, lanza su tinta sobre un manuscrito rechazado. Su autor prende la  hoja. Después el bosque arde.

Stemasel Urú

Encontré el amor de mi vida en un atardecer. Fue tan hermoso que me deslumbró. No supe qué decirle. Y mi lapicera se desbocó en poemas para él, mientras sorbía un negro y dulce café. Regresé con mariposas en el alma.

Leyendo!

Diego Sarno
Argentina

El café
Tomó de un sorbo el café.
Ansia. Desesperación.
Sólo necesitaba escribir.
Su lapicera tocó el papel... y allí desapareció.
Nadie supo más de él.
Mil mariposas blancas.
No hubo más.

Jorge Dimitroff

1.¡¡Cuanto sacrificio!! Días y noches de trabajo, aguantados a fuerza de café e ilusiones. Siempre escribiendo, con máquina, lapicera o computadora. Mil cosas y causas dejadas de lado, tiempo, sobre todo tiempo, que se fue cual mariposa. Cuando tenga el auto todo será diferente, cuando lo tenga empezare a vivir.


2. Soñó que con lapicera escribía un sueño. Volaba la imaginación como mariposa. En el sueño tomaba café, para despertar.


3. En un café del puerto, con lapiceras cargadas de sangre, justifico las rojas mariposas de Kock.

Rosita Aguirre Ifrán

1- En el momento que mi café se enfriaba, mientras llenaba un crucigrama con la lapicera de mi padre, una mariposa cumplía su ciclo de vida.


2- Hoy, tan lejos, las palabras de mi padre haciendo golpecitos sobre la mesa con su vieja lapicera taladran mi mente, mientras revuelvo un café y una mariposa me observa desde la ventana.
¿Quieres ser libre? Se tú… Nunca olvides el capullo que te cobijó!


3- Sonrío recordando, mientras tomo un café.
La belleza no hizo inmortal a la mariposa. Sí, el retrato con trazos finísimos realizado por mi padre con su amada lapicera, regalo de mi madre.

Karen Bermudez

Miró su lapicera y amargo supo su café, al recordar aquel beso que la hizo soñar con mariposas.

Candelaria Hada

Ni una menos
Tenía ojos color café y una mariposa tatuada en su brazo.
Salió para el secundario con su falda azul y su inocencia aun dormida.
El la observaba en la niebla.
Solo hallaron su mochila, con un cuaderno y una lapicera.

Muy Bien! Sigo leyendo y esperando más.

Aurandaluz

La clienta espera ansiosa, mientras la maga lee la borra de café. Ésta toma una lapicera y escribe el mensaje recibido: " A otra cosa mariposa ".

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La citó en un café para que firmara los papeles del divorcio. Cuando él se levantó para atender el celular, ella deslizó en su copa el cianuro que llevaba en la lapicera estilográfica.Desde el televisor el Grupo Maná  cantaba "Mariposa Traicionera"

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Sobre la mesa, el café frío y la lapicera sin tinta eran parte del funeral de esas mariposas que el amor hacía revolotear en mi estómago

Nuria de Espinosa

1. Las catatumbas
Pérdida en las catatumbas de París, donde casi la oscuridad era plena, el sonido del arrastre de unas
cadenas la alarmó. Corrió por los túneles en un intento de salir de allí. Pero al girar por un anexo del túnel un ser demoníaco la atrapó arrastrando la al inframundo.

2. Los gritos
Cuando oí los gritos supe que en las catatumbas algo siniestro moraba por sus recovecos. No imaginé que al llegar casi a la salida, vería un extraño ser de espeluznantes garras, encorvado y con enormes colmillos devorando una mujer. Corrí y corrí, pero de nada sirvió.

3.Anna
Fue encerrada para pagar por sus pecados. Sin cometer ninguno, más que ser judía. Una joven llena de vida, que a pesar de ocultarse, los soldados de la SS dieron con su familia y fueron deportados.El campo de concentración fue su último destino. Pero su huella quedó.

Etelsaga escribió:

Ricardo “Cocho” Garay
La mariposa y el hombre gris

Siempre estaba en la mesa del fondo tomando café, escribiendo con una lapicera mordisqueada con angustia.
Era un hombre gris, salvo el día que lo vi en colores cuando sonrió al descubrir una mariposa posada en la mesa frente a él.

Hola Ricardo: Me pareció buenísima tu descripción de ese hombre, con sólo darle un color...

Estela Luján.
Mercedes uruguay

Mirando a través de la ventana, estaba yo, noche de invierno, café en la mesa, lapicera en mano y un block de hojas para estampar en ellas mis emociones, que como mariposas jugueteando salen de mi mente, dulces palabras para expresar mi amor por ti.

Son hermosos los micro relatos. Mucha creación.
Aprovechando que está permitido puse dos más en mi publicación anterior donde estaba solo uno.
Saludos.
Nilda

Jaime Carvajal Olate

1.-Recuerdo.
Mientras bebo mi café, mis ojos se cierran, recordando a la bella mariposa que inspiró a mi floja lapicera.



2.-Tres.
Tres hermosas mariposas revolucionaron mi vida ya desordenada. Una de ojos café acarició mi mano que tomó la lapicera y mi existencia fue ordenada.



3.-El café.
Un día bebía café, mis ojos te vieron linda mariposa fue entonces cuando mi lapicera escribió mi vida.

Muy novedosa la idea de crear microrrelatos utilizando palabras claves.Obligan a pensar mas.

Estaba  caminando por la calle corrientes senti frìo y entre a un bar a tomar un cafè, busque en mi cartera un blog y mi lapicera.
para escribir algùn poema, sentada observaba frente a la ventana anciana vendiendo bisutería la llame  para que tomara algo caliente y sobre su cabello cano se poseo una mariposa blanca .

Nora Pellegrini

1. Julia
Entretejió su cabello  con flores y se sentó en medio del jardín. Quietecita.
Su mamá que buscaba una lapicera en la lata de café, preguntó distraída: “¿qué haces Julia?”
Misteriosa replicó: “¡No soy Julia! Soy una mata de flores y aguardo… (Suspira) la visita de  una mariposa.”

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2. La mariposa
En el rosal del jardín descubrí una mariposa. Quise fotografiarla, se voló...   como dice el tango “me quedé mirándola”
Desvalido intento, como  tantos en  mi vida. El café quemado. Él, ausente como siempre. Con la lapicera disparé a su retrato. El silencio dibujó una lágrima.

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3. Mariposa nocturna

El “juez” que te sentenció usaba lapicera de plata, bebía café  selecto.
Él, que trafica con tu cuerpo, desconoce tu calidez,  tu tristeza. Ignora  que tus tacones rojos dibujan cada madrugada, soles de luciérnagas que iluminan a una mariposa de alas cansadas, húmeda de lágrimas y rocío.

Estimados compañeros, fue muy interesante leerlos: Los felicito!
Y felicito a la Página por la convocatoria que tiene: Me siento orgulloso de pertenecerle!
Dicho esto, les comparto lo que sé:
El Cuento está considerado la disciplina más difícil en el arte de escribir por su exactitud: nada sobra, nada falta. Ha de ser interesante y original (no en cuanto a la idea, porque hace muchos siglos que se escribe, pero sí en la forma de expresarlo. El lector debe sentirlo.
El Cuento es acción: plantea un conflicto, lo expone brevemente y lo remata aun cuando el final sea abierto. Cualquier descripción sólo es admisible si atañe a su atmósfera.
El Microcuento es la esencia misma de un Cuento, o sea, reducido a su mínima expresión.
La exigencia de los tres sustantivos obligatorios hace casi imposible la propuesta. Estaríamos en que los personajes antagonistas sean la lapicera y la mariposa desarrollando el conflicto en el café como medio ambiente. Parece una locura, pero el cuento crea sus reglas de realidad.
Para entender al Microcuento pongo dos ejemplos destripados, uno propio y el de Monterroso mencionado:

Los lobos
“No te distraigas” le dijo la madre a Caperucita recordando el fin de su propia inocencia.
Y ya sabemos cómo terminó la historia.

El título es genérico: exacto pero sin dar información previa.
“No te distraigas” le dijo la madre a Caperucita (ah sí, el cuento de Caperucita Roja; lo conozco, piensa el lector), recordando el fin de su propia inocencia (pero esto no estaba en el cuento). - ¿Cómo terminarlo sin contar todo? Muy fácil-:
Y ya sabemos cómo terminó la historia. (Y volvemos al sentido del título. ¿Por qué lobos en plural si en el cuento había uno solo? Porque en la lógica de este cuento hay muchos).

Analicemos el cuento de Monterroso:
Y cuando despertó (principio: estaba durmiendo), el dinosaurio (medio: estaba soñando) todavía estaba allí (final sorpresivo que abre el abanico de las especulaciones).

Ahora pueden trabajar las ideas que tuvieron, que son muy buenas (ya libres de los sustantivos obligatorios), para convertirlas en cuentos. O en microcuentos los que quieran trabajar más todavía.
Recuerden que en los cuentos no hay sinónimos, cada palabra es la apropiada porque tiene su propio sabor (buscarlas es un desafío). Y que el resultado debe ser un cuento original y sorprendente.
Este concurso ha sido un caso donde intentarlo es más interesante que lograrlo y espero que lo hayan disfrutado.

Érase en el café donde todo existía, la mariposa y la lapicera que la reconocía. Pero todo siempre se revuelve en el café.

Hola Antifaz: muy interesante tu consejo acerca de los detalles a considerar en un microrrelato. Gracias.

Hoy es 21, si embargo estos textos me llegaron anoche dentro del horario del día 20.



Creusa Castro Meza

Primer relato.
El café «Asteroide G», estaba lleno. Un hombrecito, lapicera en mano, anotaba e iluminaba un tubo en cuyo interior revoloteaba una mariposa.
-Es terrícola, dijo. Es altamente peligrosa. Su belleza quebrantaria todo lo feo que hemos construido. No podemos permitir eso en nuestro planeta.

Segundo Relato.
Maná cantaba: «¡Ay mariposa de amor...!».El café bullia en la cafetera y mi lapicera corría, cual Rocinante, entre las líneas del cuaderno, llevando a grupas mi honor de dama principiante.

Tercer Relato.
Terminé mi café. Recogí lapicera y papel, en el cuál, momentos antes había dibujado una mariposa, y me dirigí al parque donde los niños liberaban a sus mascotas.

Yolanda Roncaglia, Córdoba, Argentina.

1. Martes trece
Fue a la cita, mientras lo esperaba, se entretenía revisando unos apuntes, distraída revolvió el café con su lapicera, se enojó consigo misma, aparte se estaba inquietando, habían pasado 50' y él no llegaba, una mariposa se posó sobre la silla vacía, supo que nunca vendría.


2. Había una vez...      
Presiono mis sienes, no hay temas a la vista, mi lapicera se escapa de entre mis dedos y cae como flecha en el pocillo de café, cierro mis ojos y de pronto ¡Ahí está! La historia más bonita, contaré sobre la "Mariposa azúl".  

3. Abandoné la lapicera y allá fuí Ella leía el futuro, me sirvió un espumoso café, luego tomó el pocillo, escudriñó la borra que tapizaba el fondo, sus ojos negros se clavaron en los míos y exclamó: ¡La mariposa blanca! Es tu suegra, te desea la muerte.

María Rosa Rzepka.

ABULIA
Colgada la vista en los vaivenes del vuelo de una mariposa, el café se fue enfriando. Dejé la lapicera sobre la mesa. La realidad rompió una vez más el intento.


Florencio Varela. CP 1888
Provincia de Buenos Aires