Y todo vuelve

Luego de siete meses maravillosos de luz, felicidad, emociones y amores; luego de lagrimas, aventuras, risas e ilusiones; luego de sentirte mas vivo que nunca, te mientes, lo haz sentido antes; luego de revivir emociones lejanas con aquella extraterrestre, por que no es de este mundo, regresas, vuelves.
Vuelves y te das cuenta que sigues solo, en tu habitación oscura; preguntándote por qué. ¿Por que me deje llevar otra vez? ¿Por que nuevamente, como en tiempos no tan lejanos, te dejas enamorar por un deseo que no lograras satisfacer? o de satisfacer, el placer momentáneo y el sudor mezclado con lujuria y vergüenza acabaría contigo y con lo poco real que tienes en la vida.
Nuevamente solo, nuevamente con esas ganas de escribir que te agota.
No logras calmar esa sensación de llorar. No logras plasmar en tus páginas blancas con la tinta negra de la pluma tus palabras, aquellas palabras que llamas como ella en cada párrafo que luego borras.
¿Que tan mal esta tu vida?, te preguntas, teniendo entre las manos el sueño, el amor y la felicidad; lo cambias por una fantasía, una emoción. Buscas culpables desesperadamente, cuando sabes que eres tu quien se dejó llevar.
Su cuerpo es hermoso, sus palabras dulces, su mirada profunda y su deseo eres tu. Tu quien temes, tu quien eliges sufrir en silencio y gozar de aquellas migajas que te lanzas tu mismo. Te preguntas, ¿Y si fuera mas valiente?, te respondes: entonces sería el más cobarde.
Nuevamente vuelves a la realidad, ahora que no está. Por que esos amores de invierno son así, como el invierno; con el frío que te hace desear un poco de calor y te aferras a él. Un amor de invierno; una diosa blanca que con su sonrisa ilumina y te da la sensación de calidez, pero en el fondo estas helado. Por que sabes que te estas muriendo, muriendo por que el invierno no pase, pero pasará, y ya pasó.
Ahora pierdes el aliento, te cuesta respirar, te pierdes en sueños, lagrimas y vergüenza.
¡Te extraño!, gritas para tus adentros.
Pero eso no servirá.
Ella con su vida continuara, tu con la tuya también. Los dos amantes de invierno, al sentir el sol del verano sienten derretidos sus sueños. Sueños que fueron eso. Aunque un instante, quizá, fue real, solo instante. Pero te aferras a eso como si fuera la realidad.
Ahora solo y con esas ganas de escribir, frustrado, avergonzado, ciego; intentas convertir esas aventuras, juegos, coqueteos y pasiones en algo que dure para siempre: una nueva historia que no puedes contar.

Franck Palacios Grimaldo
03 de Febrero del 2020
Una nueva historia que no puedo contar