Sentir VI

Lunes 9 de noviembre, hoy es un buen día. Escucho en las conversaciones que ya se está pensando en el final de las clases, lo que falta, la posibilidad de que se adelante la finalización del término lectivo. Y, suele suceder en esta época del año.
También estoy pensando en terminar la maqueta, me va a llevar unos días. Si la termino pronto podré llevar (o mandar) para que mis alumnos la vean antes de terminar las clases. Ojalá pueda llevarla yo misma, los chicos se pondrán contentos de verme.
Una amiga hoy me dijo que el árbol posiblemente sea uno llamado “María la negra”, recuerdo que hace unos años tomaba un té que se llamaba así, era para el sistema digestivo. Después me operé de vesícula y nunca más tomé.
Ella también vio en el árbol algo que parecía ser un nido. Le pedí que saque una foto. Es muy posible que el árbol pronto sea casa de una familia de pajaritos. ¿Qué pajaritos serán?
Es un lindo día, se me ocurrió escribir una poesía. Seguramente será porque me siento bien, mi estado de ánimo es bueno y así quedó:
DESPERTAR
Hoy me bajé de la nube en que vivía
totalmente perdida de la realidad.
Hoy empecé a descubrir que existen
tantas cosas poderosas por las que vivir.
Vi el sol brillando dando calor y luz,
solo tal vez para dar a la naturaleza su esplendor.
Vi que las nubes se mueven y en lluvia se convierten
para ayudar a los campos a florecer.
Hay magia escondida en la flor
que en fruto dulce se transforma.
Animales de colores, formas y tamaños variados
que alegran la vida, la hacen mejor.
Hay manos extendidas por doquier,
voces de consuelo y momentos de amistad.
Cuantas maravillas veo a mi alrededor.
Que afortunada me siento al despertar
porque justo a tiempo me di cuenta