Los rayos

Rayos Se Han Ensañado Contra Familia En Sampués Colombia

Los rayos, esas descargas eléctricas que produce la naturaleza, parecen haberse ensañado con la familia Martínez Chima, en Sampués: tres integrantes han sido blanco directo de ellos.

La más reciente en recibir uno fue María Mercedes Martínez Chima, de 13 años. La menor sufrió la descarga eléctrica el pasado martes, cuando, sobre las 5:30 de la tarde, caía una llovizna en esta localidad sucreña.

María Mercedes, la menor de los cinco hijos de Héctor Enrique Martínez, estaba charlando con Yosimar, su hermano mayor, en la cocina de su casa, en la calle de Flores, cuando sonó el estruendo.

“Estaba sentada en una silla de plástico con mi hermano y mi mamá, pero tenía los pies descalzos; de pronto sentí el relámpago que alumbró todo y quedé ciega por completo. La electricidad me entró por las piernas, me paró y me tiro ‘rectecita’ a las piernas de mi hermano. Quedé inconsciente y solo recordé cuando me estaban sobando las piernas y los brazos”, cuenta María Mercedes.

De inmediato, en compañía de su hermano, su padre y sus tíos, la menor fue trasladada al Centro de Salud Luis G. Portacio, donde le hicieron un electrocardiograma que salió normal, según el papá de la niña. Por eso, el médico de turno recetó, siguiendo las tradicionales fórmulas, enterrarla por ocho o diez días durante dos horas y media.

Sin embargo, el papá de los Martínez asegura que tuvieron que cambiar la metodología del entierro porque, según les decían algunos en el pueblo, estaban equivocados.

“Primero, hicimos un hueco de la altura de ella y la metimos de pie y con la cabeza afuera, pero por comentarios de la gente cambiamos la forma de enterrarla. Ahora, se entierra acostada para cubrirla y le dejamos también afuera la cabeza. Vamos a seguir con el tratamiento a ver si sigue mejorando”, dice Héctor Enrique, y asegura que con la fórmula su hija está más recuperada.

Después de la descarga, a María Mercedes le cuesta reconocer a la gente y caminar, pues aún tiene sus piernas encalambradas y las manos dormidas. “Son varias las dificultades que tengo. No camino bien, veo todo negro y casi no conozco a la gente”, dice la adolescente.

Otros dos corrientazos María Mercedes no es la primera que ha recibido descargas eléctricas en su familia. Hace un año María Dolores Meléndez Herrera, que vive en el barrio Sampumas y es tía de la menor, también sufrió lesiones por una descarga eléctrica.

“No sé qué pasa con esta familia. Además del rayo que le cayó a mi tía, hace varios años un primo murió también porque le cayó uno”, dicen los Martínez.

Para que se curara de los estragos de la descarga natural, a la tía María Dolores le hicieron el mismo tratamiento que hoy le aplican a María Mercedes. “A ella la enterrábamos dos horas y 10 minutos, y con eso se curó.

Ya no tiene nada. Yo confío en que a mi hija le sirva también”, dice el papá de los Martínez.

''El doctor del puesto de salud me dijo que había que enterrarla para que le saliera el corrientazo, porque en los exámenes que se le hicieron no le salió nada”.

Héctor Enrique Martínez, papá de la niña

Tomado de El Tiempo, 28 de junio, 2008

Es una historia increible compañera, auque si se de personas que atraen la electricidad.
Lo que más me llamo la atención de este hecho, fue la receta del doctor.Y si bien entiendo que a veces las costumbres influyen ,me extraña que un galeno haga este tipo de recomendaciones.Una historia increible,y no dudo que de alguna forma debe haber afectado a la niña,no no olvides que todo nuestro orgaismo esta regulado por impulos electricos (sinapsis)

Excelente relato testimonial compañera,me gustaría investigar un poco sobre estos casos, que si se que existen.

En una entrevista con el papá de la niña en la Tv. informaba que después de este acontecimiento se había dado cuenta que a uno de los abuelos de él también le ocurría esto.. En ese sector de Colombia, en la costa norte hay muchísimas historias urbanas bien interesantes... Claro que esta fue realidad...
Gracias compañera y si encuetras más sobre el tema sería interesante.

Sí, es muy interesante esta historia.

Me sorprendí, que hablaras sobre eso, porque mientras viajaba en bus al sur de mi país, subieron dos señoras en una de las paradas y conversaban entre ellas, hablando sobre alguien que un rayo había impactado sobre él y había muerto.

La otra señora empezó a mencionar a otras personas que habían corrido la misma suerte... Me quedé escuchándolas y me llamó la atención, porque no es muy común, al menos en la ciudad no se escucha casos asi. De vez en cuando, alguno que reporta el periódico y en el campo.

Estas señoras vivían en el campo y contaban que cuando sus hijos salían en días de tormenta o sus esposos, ellas quedaban preocupadas hasta su regreso.

Muy intereresante tema, Ethel. Es la segunda vez que me llama la atención sobre este tema.