Segundos

—Vivimos en un mundo fragmentado —dijo al lanzar los dados, que se rompieron en trocitos amorfos.

Tomé uno de ellos y miré hacia su translúcido interior. El bullicio de las grandes ciudades, el murmullo de los mares y un bosquecito displicente y apartado formaban un conglomerado que no esperaba encontrar. Me disponía a tomar otro fragmento cuando fui cortésmente interrumpido.

—No pueden unirse. Si lo hicieras, sus mundos chocarían, dejando miles de fatalidades en el proceso.
—Pero, ¿no formaban parte del mismo mundo?¿Cómo pueden ser tan dispares ahora?

Me miró unos segundos antes de responder:

—El tiempo lo cambia todo.

Recogió uno de los pedazos y lo acercó a mis ojos.

—¿Lo ves? —dijo—. No quedan seres humanos. Sólo vestigios de sus edificaciones.

Lo miré confundido.

—Quizá ahí no, pero el trozo que sujeto en mi mano está lleno de ciudades que vibran de activas. Hay mares y un bosquecito que me desdeña.
—Mira de nuevo —dijo.

Una densa capa de polvo en la atmósfera fue lo único que pude notar. Me resultaba imposible ver lo que había bajo ella. Comencé a levantar el resto de los fragmentos y en el interior de cada uno sólo había restos de lo que antes fuera un planeta lleno de vida.

—Ahora ya podemos juntar los fragmentos de nuevo.

Los puso en su mano apenas terminó la frase y escuché que crujían como cristales al cerrarla con firmeza. Luego la abrió y pude ver dos dados intactos y relucientes.

—Es tu turno —dijo mientras los ponía en mi mano— ¿Juegas?

Me encanta el contexto!
perfecto!

Me parece interesante los personajes que plantea el micro: uno que es experto, que conoce las reglas, contra uno inocente, casual. Estamos acostumbrados a que el bien juegue contra el mal, por lo cual este camino menos trillado siempre despierta inquietud, porque en el azar puede ganar cualquiera.

Muy bien escrito. Muy buen tema y un lindo final, como los que siempre me gustan. Buen trabajo, Titán.
Saludos,
José

Una interesante situación muy bien relatada. Me hizo recordar algunas películas de ciencia ficción que miraba hace años. Una mezcla de dudas, posibilidades, realidad y fantasía.
Muy bueno.
Nilda

Interesante relato que puede interpretarse como el sabio y experto jugador frente al inexperto del cual se espera cualquier insensatez que no lo conduzca a la ganancia o filosóficamente, puede significar la forma como estamos divididos por diferentes aspectos que nos deshumanizan como la inaplicabilidad de los valores, el odio, el afán de poder, que sólo los líderes especializados con su sabia conducta lograrán unificar nuevamente para una vida armónica, en paz y feliz. Gracias por compartir.