Baldosa floja

Camino y la vereda se inquieta.
Las baldosas se defienden de mi pisada,
se mueven molestas
y me salpican agua acumulada en ellas.
Mis pasos se deforman
intentando evitar las baldosas flojas.
Imposible, no dejan de jugar con mis pies
como si fueran amigos desde siempre.
Pisa pisuela, rayuela y carnaval;
Mientras la llovizna cesa agotada,
las baldosas siguen mojándome los pies.

El escenario da para jugar o de como nos hacemos niños por un instante, y vale la pena.
saludos Nilda

Lindo poema amiga, en un juego que nos conduce a la infancia mientras chapoteamos con el agua. Un placer leerte, eres un amor.

Gracias Martín, Jaime y Trina por estar siempre acompañando mis versos.
Nilda

Lo cotidiano que se realza en versos sencillos pero no menos emocionantes.
Te veo caminando hacia el Consejo y sonrío al pensar en ese juego que alivia los días de excesivo trabajo.
Abrazos-

Así es Rosita, con las veredas tan destruidas, más de una vez patiné un poco y otras tantas me mojé bastante con los mosaicos flojos conteniendo agua debajo.
Un cordial saludo.
Nilda

Releo este poema y me imagino a la niña saltando para evitar mojarse a la vez que aprovecha para convertirlo en un juego divertido. Seguramente, si hubiese sido un adulto, lo toma de otra manera.