Destrucción

Darío despertó sobresaltado. Algo pasó durante su sueño. No supo qué. Intentó comunicarse con su hermano por teléfono, no pudo. Se preparó para ir al colegio. Vivía solo y todo estaba bien. Se tranquilizó.
Salió a la calle y las cosas habían cambiado. Llenos de sombras algunos hombres deambulaban. Darío no podía entender. Silencio y desolación. Al llegar al colegio vio la placa que decía 100° aniversario de su fundación, fecha 2059. No, era posible, estamos en 2014, pensó. No había nadie, el aspecto del edificio era desolador. No supo que hacer. Vio que alguien se le acercaba, dudó, temió. Lo reconoció, totalmente transformado, su hermano intentaba comunicarse y Darío huyó. Tuvo conciencia de lo que sucedió. Ahí supo que no podría cambiar la realidad. Su hermano cumplió el sueño, el mismo sueño que destruyó para siempre la vida de Darío.
Era tarde, nada se podía hacer, solo huir. Estaba solo y el mundo ya no era un lugar seguro.
El plan que alguna vez trazaron juntos se había concretado. La culpa y el miedo aterrorizaron al joven que intentaba escapar aun sabiendo que las fieras estaban escondidas y que era cuestión de tiempo su desaparición. Paralizado, se dejó abatir en medio de la calle desbastada y silenciosa. Era lo mejor.

Me gusta mucho el misterio de la narración y la temporalización futurista, como de ciencia ficción. Aunque por la brevedad, quizá no llegué a entender bien a qué plan que los hermanos urdieron se refiere. Eso me quedó colgado. Un placer leerte, Nilda. Recibe mis saludos,
José

José, ese es el misterio que debe crear cada lector. Fue la idea.
Saludos.
Nilda

Como la sinopsis de una película que el lector se hace bien gracias a los datos.

" No, era posible, " para que sea imposible hay que sacar la primera coma.

Gracias Antifaz, no me había dado cuenta que estaba esa coma ahí.
Nilda