LETRAS Y ALGO MAS

Tema: ... Dom Jun 15, 2014 9:50 pm

…

La tarde noche de aquel viernes de fiestas y reventones, me encaminaba solo y sin compañía hacía el punto de encuentro con mis amigos, claro “amigos” en ese momento mis únicos amigos eran las bebidas alcohólicas y los excesos. Cada viernes luego de llegar de un arduo y cansador día laboral, llegaba a casa y me arrojaba sin pensar sobre el sofá, encendía la televisión y al no encontrar nada interesante me duchaba, me vestía, me peinaba y luego de un baño en lociones y desodorantes, tomaba las llaves del departamento y me destinaba hacía algún lugar…

Pero esa noche fue diferente, algo la diferenciaba de las anteriores, podría decir que era especial, las estrellas parecían gritar desde las alturas y la luna llena estaba ahí tan gigante y amarilla, como anunciando una extraña leyenda que se haría real a las 00:00 de la madrugada. “¿Yo creyendo en leyendas? Jajaj que chistoso, las leyendas son puras patrañas, cosas que inventaron algunas personas dementes sin saber que hacer” pensaba en ese entonces, pero luego de aquellas tantas noches, mi parecer cambió por completo, las noches no eran las mismas, no, ya no lo eran. ¿Saben por qué ya no lo eran? No, cómo lo van a saber, si no pasaron por lo que yo pasé. Tantas madrugadas sin dormir, el oír voces provenientes de afuera, las puertas abriéndose y cerrándose por sí solas, el ronroneo de un gato, al cual buscaba por todos lados pero que no encontraba por ningún rincón.

La primera noche antes de que todo sucediera, salí de mi hogar, tomé las llaves y viaje hasta el bar “Las dos Torres” en cuyo bar se encontraba una joven que me llamaba mucho la atención, ella tenía una mirada muy diferente a la demás mujeres, si la hubiesen visto esa noche…

Esa noche lucía un vestido azul que le marcaba la figura, figura tan perfecta, sus ojos cambiaban por las luces del bar. No me animaba a hablarle solo intentaba llamar su atención con mis acosadoras miradas, pero solo me ignoraba.
Luego de unos cuantos brandis, cócteles, cervezas, y mezclas de algunas drogas, decidí regresar a mi casa, transitando por las extrañas sensaciones de tantas sustancias degradándose en mi organismo. Una vez afuera del bar, la vista se me oscureció por completo, motivo por el cual decidí sentarme en la misma posición en la que me hallaba. Me quedé ahí hasta que recuperé la visión, con la vista normalizada, continué.

Cruzaba cada una de las rutas, avenidas y callejones. Hasta que noté que solo me faltaban algunas calles para llegar a mi departamento. Pero a pesar de eso aún sentía incomodidad por tantos excesos en una sola noche.

Nauseas, cefaleas, diplopías, decaidez y otros tantos síntomas buscaban echarme en un desmayo, pero no lo permitía. Ya en casa, me relajé me recosté sobre el sofá, cerré los ojos y traté de dormir. Pero en ese momento vi un gato blanco con los ojos disconformes. Este animal parecía ser víctima de una extraña mutación, lo que se conoce como “heterocromía” o algo así, según recuerdo alguna vez haber leído en genética.

Este gato estaba sobre la mesa de la sala observándome, sus pupilas dilatadas. Al verlo me asusté, intenté levantarme del sillón, pero no podía estaba tan debilitado y drogado que el más mínimo movimiento parecía ser el más pesado. Así que solo emití una especie de sonido para ahuyentarlo, pero no se iba, pronto vi como este se movía sobre la mesa ronroneando.

Cuando desperté no lo encontré en el mismo sitio, este ya no estaba. Desde ese instante comenzó la tortura, mi locura, mi días de insomnio mis noches de pensamientos psicóticos y suicidas.

―Aún puedo oír su ronroneo, aún oigo el sonido de sus patas deslizándose sobre la mesa de la sala―

― ¡Estoy tan solo en esta casa, creo que debo quitarme de una maldita vez la vida!―

―… ¿Dónde estás minino? ¿Eres real o solo son ustedes malditas drogas que me están afectando el cerebro?―

No puedo seguir así, en el baño encerrado, debo comprender que no es real ese gato, es solo producto de una ilusión por las tantas drogas de aquella noche, y… Y también las que me he tomado hoy.

… Escucho los maullidos, los maullidos se aproximan, se están aproximando aquí, no, por favor no te acerques gato, no me atormentes con tus ronroneos, con tus maullidos, con tus pasos…

― ¡La puerta se está abriendo sola, yo he puesto el seguro! ¡He puesto el seguro! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea la hora de mis estúpidas adicciones!―

― ¡No, no te acerques! ¡No, no te me acerques!―

― ¡Ya no, no más! ¡Ya no! ―

Necesito dejar de pensar en esto, tal vez todo sea un sueño, todo un absurdo y tonto sueño, quizás no esté viviendo esto, tal vez solo sea parte de mi mente, un juego absurdo que quise experimentar y el que de ahora quiero escapar, pero que no sé cómo salir, sin que el gato se haga presente.

Ya, ya quiero despertar de este sueño, de esta horrible pesadilla, quiero olvidarme de esta sensación incómoda que oprime mi cerebro contra el cráneo y que genera adrenalina en mi cuerpo desaforadamente.

―No, no me mires, tus ojos me hacen estremecer, ¡ya no me mires!―

Corrían las 00:00 am y aún en la tina cubierto por una extensa cobija me protegía en un rincón de aquella bella pero escalofriante criatura, me miraba, desde la puerta del baño, se limpiaba frente a mí, ronroneaba y hasta incluso intentaba comunicarse conmigo.

Esa noche, no supe que ocurrió pero al despertar, ya no estaba en el baño, yacía en una cama, cubierto de unas mantas y a mi lado dormía una mujer, que rápidamente reconocí, esa mujer era la misma mujer que había visto en el bar y que solo me ignoraba… ¿Pero qué significa esto? ¿El gato? ¿El dolor? ¿Los diversos síntomas?

―Me alegro que hayas despertado― me dijo la hermosa mujer sonriendo y con su bella extraña mirada.

―Espero no haberte hecho daño, durante estos últimos días, solo quería saber hasta dónde podías llegar con tu temor―

Me volvió a comentar, no la comprendí en ese entonces, hasta que luego de unos minutos sus ojos, sus ojos cambiaron y eran idénticos a los ojos del gato, eran iguales…

―Pero… ―

―Sí, así es, yo soy ese mismo gato que te ha estado torturando durante tantas noches, soy la causa de tu demencia diurna y ahora deberás estar conmigo cada vez que la luna llena se vuelva a posar en el cielo―

…Comprendí que las leyendas, aunque parezcan absurdas y tontas a veces se vuelven reales al no creerlas, el gato heterocromico era aquella mujer bella que desde el primer momento me marcó para toda la vida…[/size]

Invitado

Según el acerbo popular hay muchas leyendas
que son ciertas ...no sé ,ira en sentir de cada uno
Me grado léete. Aquí hay varios.
Dios en ti siempre.
Saludos de Any

Tema: Re: ... Sáb Jun 21, 2014 10:34 pm

Me gustó tu relato.
Nilda