Camino soñado

Voy caminando, camino y camino, casi sin rumbo, pues en realidad aún no tengo un destino, o por lo menos no lo conozco, pero ahora lo importante es que camino. Veo caras, muchas caras, conocidas casi todas, pero al mismo tiempo no las conozco. Se que las eh visto antes, pero no recuerdo cuando, ni donde. De todas formas, no le doy mucha importancia, lo que importa es que camino. Pienso en parar, dar vuelta y caminar hacia el otro lado porque todos van hacia el lado contrario y se me hace difícil caminar entre tantos. Además me parece que voy en repecho. Pero sólo lo pienso un segundo y ni siquiera paro para pensarlo, es que nunca me importó para donde va la mayoría, aunque en este caso la minoría sea solo yo, pero camino. Cuanto más miro las caras de los que vienen contra mano, más familiares las encuentro, creo algunos son familia, tal vez algún primo lejano o alguien que no veo hace años, porque no los recuerdo muy bien. Parecen querer decirme algo, pero siempre sin hablarme, nadie habla, ni siquiera yo hablo, sólo se escuchan los pasos y los ruidos de la ciudad. Se escuchan autos, pero no los veo, se escuchan sus bocinas pero no veo calles, sólo está la vereda y edificios sin puertas, o tal vez tengan puertas pero nadie las abre, nadie entra, nadie sale. La gente toda camina al sentido contrario. Ahora hay árboles, ya se acabó la gente, son sólo árboles y por alguna razón, estoy más tranquilo con los árboles que con la gente. Pero hay algo que me inquieta, y es que también son árboles conocidos. No se dónde lo eh visto, pero conozco cada uno de estos árboles, algunos con nombres tallados en los troncos, otros con corazones. Este por ejemplo, dice J y M. Algunos tienen hojas grandes y verdes, otros con hojas amarillas, otras hojas son marrones, también hay árboles sin hojas, y algunos con frutas, parecen estar todos en diferentes estaciones, de diferentes lugares, están uno atrás del otro, en fila pero en ningún orden en particular. Uno de invierno, uno de verano, uno con flores, otro sin hojas. Miro hacia abajo pero no veo donde están plantados, y recién ahora me doy cuenta de que no veo mis pies, no veo mis pies pero se que camino, puedo sentirlos, pero ¿por qué no veo mis pies?. De todas formas, lo que importa es que camino. No se bien cuando fue, pero terminaron de aparecer árboles y ahora son botellas las que cruzo. Casi todas vacías. Blancas, azules, de todos colores, de todos tamaños, y también las conozco es más, estoy casi seguro que las tomé yo, todas. Algunas no están vacías del todo, y en este momento tengo ganas de tomar un poco de algo, me dio mucha sed, pero tengo miedo de tocarlas, están tan cerca pero parecieran estar lejos, en otro mundo. Mientras sigo caminando, que es lo más importante, pienso si estaré loco, pero no creo estar loco, y si lo estuviera, no creo que se lo admita a nadie, ni siquiera a mi mismo. Entonces si no estoy loco, quiere decir que el mundo esta loco, o que esto puede pasarle a cualquiera. Es eso, puede pasarle a cualquiera. Y empiezo a preocuparme mientras sigo viendo botellas. Busco alguna esquina para doblar y tomar otro camino, pero no hay esquinas. Hasta ahora no me había dado cuenta, es una calle sin salida. Ahora son palabras, veo palabras, flotando en el aire como si estuviera mirando una película en tercera dimensión. Son todas palabras conocidas, palabras que yo eh usado, o eh leído palabras como “Schmetterling,” “espejo,” lentamente aparecen, “freedom,” y “temps.” Por último, se cruza desesperada, como casi sin tiempo, como un grito, “principessa.” Por alguna razón me siento más cómodo con las palabras que con cualquier otra cosa. Pero sigo pensando que hay algo raro, mientras camino, y al fin llego a la conclusión, ¡debo estar soñando! Apenas lo pienso, y creo que lo grito, empiezan a aparecer televisiones, todas encendidas. En ellas hay películas, y yo soy el actor principal, son las películas de mis sueños. Ahora por fin dejo de caminar, caminar ya no es tan importante. Me detengo frente a una televisión que conozco, una que vi en alguna sala de alguna casa, y veo ese sueño, un sueno tan mío, que tantas veces me despertó de un salto. Voy manejado un auto descapotable en una ruta muy angosta, no se si es en alguna parte de la cordillera de los Andes en Chile o en Colombia, o alguna montaña en Colorado, por lo menos a la izquierda, pues a la derecha veo el mar, un precipicio y abajo el mar. Voy muy rápido y no puedo frenar, pero no tengo miedo, voy perdiendo el control del auto y no tengo miedo, se que me caigo y no tengo miedo, me voy riendo, y pierdo el control, el auto se va volando, abajo el agua espera en su inmensidad, y voy sonriente. Pero ¿por qué me río? ¿Quien es el arquitecto de mis sueños si no soy yo? Y si fuera yo, por cierto no me estaría riendo, de ninguna manera estaría tan tranquilo. A veces pienso que yo, mi vida, es tan solo el sueño de alguien, y que cuando ese alguien se despierte, en ese instante, tan indiferente para esa persona, se terminara mi vida. Pero no puede ser, porque yo también tengo sueños y si soy parte del sueño de alguien entonces ¿porque también tengo mis sueños.? A menos que ese fulano soñador, sueñe que yo, uno de los actores de su sueño, también tenga el derecho de soñar, pero si soñar no es un derecho, ¿o si? No. Si así lo fuera entonces no veo razón alguna por la que todos no soñaran. Si así fuera, seguramente la gente no sería tan sería, mucha gente intentaría ser feliz, intentaríamos hacer lo que llamamos imposible. Muchos abogados se volverían bomberos o veterinarios, habría muchos más jugadores de fútbol y bailarinas, infinitos cantantes, y princesas. No, soñar no debe ser un derecho, así que no debo ser el sueño de nadie, si no todos deberían tener el mismo derecho que yo, y todos pasaríamos soñando. Ahora ya deje de caminar, aunque caminar sigue siendo lo más importante. Ahora estoy acosado mirando el techo, acabo de despertarme, creo, y ya puedo sentir el olor a café que viene de la cocina, y es que seguramente mamá lo está preparando. ¿Será que de verdad estoy sintiendo ese olor o estaré soñando? Creo que en los sueños no hay olores, pero ahora no estoy tan seguro, y si el café esta hecho, y lo tomo, ¿eso quiere decir que estoy despierto, o puede también ser un sueño?

Muy bien llevado, siempre interesante y con buenas imágenes. Interesante final. Felicitaciones.

Muchas gracias!!