El Callejón

EL CALLEJÓN

Por Juan de Haro Jimenez

“Vamos, hazlo.”
El hombre de traje negro, dio un paso adelante y entró en el callejón. No sabía por qué entró, simplemente lo hizo. Estaba oscuro. Caminó muy lentamente, mientras intentaba observar algo en la densa negrura. Al final de todo el pasillo negro, hasta donde alcanzaba su vista, vio un pequeño resplandor producido por una bombilla que colgaba de la pared. Y una puerta.
Todo estaba en completo silencio. De pronto, sin saber por qué, se detuvo. El simple hecho de parar allí en medio, le pareció una mala idea, pues al final de aquel callejón estaba la puerta donde debía de ir. Sólo tendría que dar unos pasos más allá. Sólo eso. Pero no pudo.
“Cobarde.”
Sabía que estaba solo, pero comenzó a sentir una presencia. Al principio, le pareció que era contradictorio, ¿si estaba solo, cómo podía sentir una presencia? No tenía respuesta, pero notó que empezaba a sudar, y que su corazón empezaba a latir más deprisa. No podía oír ningún ruido. Aun así seguía sintiendo que allí, cerca, había alguien.
En su nuca notó un frío sobrecogedor. Entonces lo supo. Una idea, de tal seguridad que hubiera apostado todo lo que tenía en ese momento: alguien estaba detrás de él. Escuchó un leve sonido en la pared. Un ruido afilado y cortante, como si alguien arañara la pared con el filo de un cuchillo.
Entonces fue cuando sintió el miedo. La Persona ignorante tomaría a la ligera tal sentimiento. Muchos hablarían de él como algo a tomarse a la ligera y juzgarían sin haberlo sentido realmente en toda su plenitud. Cómo se apoderaba de uno lentamente, como introduciéndose dentro, y llegaba el momento en que la racionalidad se abandonaba y emergían del inconsciente sentimientos más primitivos, impidiendo actuar con raciocinio. Algo tan sencillo como darse la vuelta para observar si realmente había alguien detrás, se convertía en un acto casi imposible.
“No hay nadie detrás, basta de tonterías.”
Decidió avanzar un poco más, pero sus piernas no respondieron como de costumbre, estaban pesadas. Demasiado pesadas. Parecían pesarle una tonelada, aun así, consiguió dar un paso adelante. Después tomó conciencia de que su corazón se había vuelto loco. Golpeaba dentro de su pecho como un puño golpea una tabla de madera a toda velocidad.
“Serás mejor que te tranquilices.”
Demasiado tarde. No lo consiguió. Cómo tranquilizarse cuando en sus oídos rechinaba aquel sonido metálico, ensordecedor, más cercano. Se arrastraba detrás de él, acercándose sin remedio. Con un esfuerzo demencial intentó dar otro paso más. Cada vez lo escuchaba más cerca de su espalda. Dios todopoderoso, ¿cómo huir si el enemigo que acecha, avanza más rápido que tu?
Dio un paso tras otro mientras miraba fijamente su meta; la puerta de entrada, o quizá de salida. Sólo unos metros lo separaban de ella. Observó con desesperación, cómo una mosca común revoloteaba alrededor de la bombilla, tranquila, inocente, sin percibir su presencia, ni la de su enemigo detrás. La sencillez de la existencia.
¿Cómo era posible? ¿Acaso no sentía su terror?
¿Cómo no percibir, en aquel oscuro callejón, todo el horror que él mismo experimentaba en ese instante?
Alargó su brazo temeroso, temblando en esa terrible oscuridad, sólo alterada por el brillante resplandor, que expulsaba la bombilla. Su única luz, la observó con esperanza mientras posó la mano con firmeza en el pomo oxidado de la puerta.
Sintió algo frío como el hielo posarse sobre su hombro derecho. Su desesperación volvía creciente de nuevo a su mente. Esta vez intentó gritar, pero de su garganta no brotó sonido alguno.
“¡Dios mío! ¿Acaso nadie me escucha?”
Arrodillado justo frente a la puerta, con el brazo sujetando el pomo, giró la cabeza para mirar tras de sí. Abrió los ojos con sorpresa. Nada. Nadie. ¿Cómo podía ser cierto? Era cierto, sólo la oscuridad y la soledad del largo camino recorrido en las tinieblas. El hombre de traje negro avanzó por aquel pasillo en soledad, tal y como había entrado.
Presa aún del pánico no pudo evitar derramar una lágrima que se deslizó por su mejilla. Había vencido su temor a la oscuridad. Cobarde en vida, valeroso en la muerte se alzó con firmeza mirando con tesón; la negrura quedaba atrás.
Entró al callejón con una pesada carga a sus espaldas, el miedo y la duda, las que habían retrasado su camino, ahora eliminadas de sí mismo, se volvió, giró el pomo y abrió la puerta de par en par, emergiendo de su interior una luz cegadora de tal intensidad que anuló la oscuridad del pasillo. Todo era luz. Liviano y sin carga alguna se introdujo en la luz, y se dejó envolver completamente por ella.
Se sintió libre. Había vuelto al hogar.

Excelente cuento, muy bien narrado y con un dulce final, había vuelto al hogar, da menos incertidumbre, cariños

Hola mariazul11.

Gracias por tu comentario. me has alegrado el día ejejejje.

Un saludo.

Jockercyto:el miedo en la vida...siempre presente.El miedo a lo desconocido, el miedo a la soledad, el miedo a sentirse ignorado, ...el miedo.Me dejó pensando el final, volvió al hogar terrenal, o esa liviandad que sentía y esa luz enceguecedora que lo envolvió, significaban que el miedo había cobrado su presa y que había dejado atrás su cuerpo terrenal?La vuelta al hogar, bien podría haber sido, la vuelta al origen, donde todas las almas se sienten en paz y se pierden los miedos. Muy bien narrado. Hermosas descripciones que te hacen estar allí. Un final, que da para diversas interpretaciones, me gustó.Abrazos fraternos. Malisa.

¡Me encanto este relato! gracias por compartirlo con nosotros, me fascinan este tipo de relatos en donde el terror y el drama forman y crean duda e imaginación en el lector.
Me gustó mucho, gracias por haberme hecho imaginar la situación del protagonista. Espero volverte a leer pronto ¡Hasta luego!

BUENO,ME GUSTO EL CUENTO,Y LO QUE QUIERE SIGNIFICAR,PERO NO SE SI ME CONDICIÓN DE AGUA FIESTAS JA O BUENO ES ALGO MIO,SUELO LEER POR ORACIONES VIENDO CADA PARTE QUE ME INFORMA,Y ES AHÍ DONDE ENCUENTRO ALGUNOS BACHES EN LA NARRACIÓN.
POR EJEMPLO, EL COMIENZO,
“Vamos, hazlo.” NO SÉ SI ESA FRASE ES EL TITULO,AUNQUE EN EL INDICE APARECE OTRO,O ES UNA ORDEN DADA POR ALGUIEN QUE BUENO,NO SE ,SE SUPONE QUE ANDA SOLO,AL MENOS AL PRINCIPIO.

"El hombre de traje negro, dio un paso adelante y entró en el callejón. No sabía por qué entró, simplemente lo hizo"..."estaba la puerta donde debía de ir"
ESO ME CONTRADIJO EL COMIENZO, AL FINAL DEL CALLEJÓN ESTA LA PUERTA DONDE DEBE IR Y SIN EMBARGO ME HABÍA DICHO QUE NO SABIA POR QUE ENTRABA AL CALLEJÓN...NO TIENE MUCHO SENTIDO ESO.

"traje negro"" densa negrura". " pasillo negro". ENTIENDO EL AMBIENTE QUE QUIERE DAR EL NARRADOR,PERO NO PORQUE MOSTREMOS TANTO NEGRO TENDREMOS UNA ATMÓSFERA DE TENSIÓN, UN BUEN NARRADOR PUEDE CREAR UNA ATMÓSFERA LÚGUBRE, TENSIÓN AL MÁXIMO, A PLENO MEDIODÍA
“Cobarde.” OTRA VEZ LA VOZ,NO SE DEL NARRADOR, QUE INTRODUCE A UN TERCER PERSONAJE QUE QUEDA MEDIO COLGADO DEL AIRE, BIEN PUEDE SER LA VOZ DE LA CONCIENCIA, O UNA OPINIÓN PERSONAL DEL NARRADOR, O UN TERCER PERSONAJE...AUNQUE AUN QUEDA MEDIO COLGADO


" Escuchó un leve sonido en la pared". "Un ruido afilado y cortante",UHMM,OTRA CONTRADICCION QUE NO AYUDA AL LECTOR A RECREAR EL SONIDO, UN CUCHILLO PASADO POR LA PARED ,AL MEJOR ESTILO DE PELICULA DE TERROR O LAS DE FREDY

"La Persona ignorante tomaría a la ligera tal sentimiento" ESTO NO ENTENDÍ, GENERALMENTE LAS PERSONAS IGNORANTES SON LAS MÁS TEMEROSAS,LAS QUE MENOS SE TOMAN A LA LIGERA ESE MIEDO,NO ENTENDÍ QUE FUE LO QUE QUISISTE EXPRESAR CON DICHA FRASE..

"como introduciéndose dentro" CREO QUE FALTA UN CONECTOR AHÍ O UN VERBO PASIVO ,AUNQUE DE TODOS MODOS ES REDUNDANTE DECIR INTRODUCIÉNDOSE Y DENTRO, NO SE PUEDE INTRODUCIR ALGO AFUERA, SIEMPRE ES DENTRO DE ALGO

“No hay nadie detrás, basta de tonterías.” AQUÍ OBVIAMENTE ES LA VOZ DE LA CONCIENCIA, ES EL MISMO PERSONAJE AUTO CONVENCIÉNDOSE DE SEGUIR.

estaban pesadas. Demasiado pesadas. Parecían pesarle una tonelada, CON LA PRIMERA EXPRESIÓN EL LECTOR YA SABE COMO SE SIENTE EL PERSONAJE,O EL ESTADO CASI DE INMOVILIDAD QUE TIENE DEBIDO AL MIEDO, NO ES NECESARIO REPETIRLO

BUENO DESPUÉS POR AHI , DESPUÉS DE ARRODILLARSE FRENTE A LA PUERTA, Y TOMAR EL PICAPORTE, DICE QUE VUELVE AVANZAR POR EL CALLEJÓN OSCURO, AHI TAMBIÉN ME PERDÍ, PORQUE LUEGO VUELVE A ABRIR LA PUERTA...

UNA EXPERIENCIA QUE PARECE ANTES DE LA MISMA MUERTE, EL VOLVER A ESE LUGAR DE ORIGEN, NO SÉ, QUIZÁS LE BUSCO UN SENTIDO MÁS METAFÍSICO Y NO LO ES.

ME GUSTA EL RELATO, NO CREAS QUE POR TODO LO QUE DIGO NO LO DISFRUTE, JUSTAMENTE, POR ESO ES QUE MARCO LO QUE A MI OPINIÓN ME DETUVO, ME CUESTIONO.

gracias a todos por los buenos comentarios. todos los comentarios son buenos.

tuve problemas con el formato del texto.

las frases entre comillas son la voz interna del personaje, de un modo más obsesivo.
esas frases las pongo en cursiva, pero ahí no salieron en cursiva.

si hay varias frases haciendo siempre mención a lo mismo. negro negro negrura, ejeejej
tienes razón. fue mis primeros relatos.

puedo explicar qué significa el cuento, pero quizá rompa el encanto jejeje
aun así me arriesgaré.

cada uno puede interpretarlo como más le guste, pero esta es la mía:

un hombre sólo. que tiene miedo a la oscuridad, (como las personas en la vida, deben de vencer sus miedos para evolucionar, cualquier miedo) el callejón o pasillo negro es "la vida", los miedos son cargas sobre las personas e impiden avanzar en la vida.
cuando uno con fuerza de voluntad vence sus miedos internos avanza.
y el final la luz blanca si, es el final del camino, cielo, o luz final o como cada uno dentro de su fe pueda interpretar. para entrar ahí hay que librarse de los miedos y dudas. si es un poco metafísico ejejejej más bien es la puerta de salida y no en entrada...

es más o menos la idea del relato. espero no haber roto vuestra propia interpretación, que puede ser incluso más interesante.

un saludo y gracias a amigos por sus criticas y consejos.

Hola.
A mi el relato no termina de convencerme. En mi opinión no queda del todo redonda la situación de terror, a pesar de que se dan circunstancias para que exista. Yo no soy nadie para emitir crítica alguna, aunque por otra parte, el texto está bien escrito, se lee con fluidez y no se hace pesado en ningún momento. Tal vez el final, un tanto previsible, le resta un poco de tensión. Pero después de leer tu interpretación del escrito, puede que sea el único posible.
Un saludo, espero no haberte molestado.

gracias por tu buena opinion. No me enfado ejejeje.
Cada uno tiene sus gustos. me conforme con que entraras a mi blog y te gustara el relato de El difunto jejeje
gracias amigo

Creo no haberte leído antes y por eso debo ser cuidadoso. Cada opilión es una luz sobre tus letras y sólo vos podés saber hacia adónde vas.
Hay un buen manejo del suspense elemental y eso es una base sólida.
Para que el lector quede satisfecho debes responder las preguntas que tu texto hace. Y antes, permitirle que pueda jugar contigo.
Por ejemplo, "entró al callejón con la certeza de que allí moriría" es un buen principio. Luego viene todo lo que pusiste y al final el lector se entera que el personaje, una vez más, venció su fobia. Esto cierra el ciclo del cuento.

gracias por comentar.
propones que "entró al callejón con la certeza de que allí moriría" se el principio del relato. sí, estaría bien. no conozco bien los protocolos de escritura. yo escribo lo que va saliendo del interior. pero es buen consejo, gracias
algo más abajo en el subforo de relatos hay otro mío que se llama El difunto. a ver qué te parece.
saludos