Lo reconozco con sana envidia

Hay un gran sinnúmero de personas (cuyo cociente intelectual resulta, en esta oportunidad, irrelevante), resueltas, enteramente capacitadas para desempeñarse adecuada e incluso destacadamente en la interactuación social: en lo relativo a la relación personal como en la profesional, con sus consabidas superposiciones; y no es una cuestión de talento, ni tan siquiera de especial talante, parece más un tema mayormente concerniente al instinto, un atavismo genéticamente evolucionado que se adecúa a las nuevas exigencias de esta sociedad "avanzada" que llamamos civilización. De ahí, y es una conjetura mía, que ciertos necios, de soez mentalidad y frívolo carácter, puedan llegar a triunfar en la vida y ciertos genios, elevadamente dotados y de afable entente, tengan que adecuarse a la exclusión como mejor puedan o sepan. ¿A qué se debe esto? Simplemente el estúpido del primer ejemplo es un "tonto útil", dispone de un don preciadísimo: el de la ADAPTABILIDAD; si el genio del segundo ejemplo no lo ejercita en sí, o no lo desarrolla en absoluto, por genio que sea, está condenado al ostracismo; es por eso lo rocambolesco de según qué gráficas derivaciones resultadas... Imaginemos: "Es famoso, triunfador, tiene éxito en los negocios, le sobra el dinero y los placeres, es emprendedor y trabajador... como si con eso bastase para encontrar la fórmula de la felicidad... Lo único verdadero es que es un tonto del culo"; o "Mira esta esquela, reza: Inteligente, sensible, artista, poeta, bohemio, infeliz, asocial, genio... no me extraña que muriera tan joven, ¡y de sobredosis de atributos!".

Que el humorismo negro de estas antecedentes líneas no llame a engaño, vi necesario el extremizar los paradigmas para hacer más diáfano el concepto; efectivamente, también hay y habrá genios reputados y reconocidos e idiotas relegados a la correspondiente, última y rezagada fila, pero tan áspera yuxtaposición, tal cambio de factores, no altera la conclusión de mi humilde tesis: es una cuestión de adaptabilidad, de reflejo intelectivo, de instintividad racionalizada. Lo que queda más claro que el caldo de un asilo es que quienes carecen de ella están terminantemente adscritos al padecimiento, pues quien no se muestra utilizable, social, laboral y afectivamente empleable, no podrá obtener pertinente rédito en estos ámbitos; esto es, si en ellos no queda sitio siquiera para la santa caridad o la siempre equitativa y ponderadora justicia, lo cual, espero y deseo, sea más fruto de una pesadillesca hipótesis, que el realista resultado de una dinámica social más mecanicista y menos humanizada de lo que nos gustaría reconocer.




Adanhiel.

Estimado amigo, hay tantos mediocres en el mundo como peces en el mar. Gracias a ello existen los genios nunca bien ponderados y reconocidos entre los mediocres que se encargan de tenerlos sumergidos. Así se mueve esta sociedad universal donde gobierna el menos sabio y es ídolo el idiota.

No dejas de ponerme a pensar pues no resisto leerte cada vez.
Un abrazo

Ay, amigo Ricardo, quiera mi buen Dios que llegue el día en el que tenga la oportunidad de llegar a conclusiones menormente... pésimas, pero mientras esto no ocurra lo único que podemos hacer es evidenciar lo injusto en la cortísima medida de nuestras posibilidades, práctica que no te resulta extraña y en la que te desenvuelves con un estilo único y "enganchador" que mi aprecio me señala insistentemente. Y, ¡caramba! Que no puedo sino enorgullecerme de que el mío te resulte hasta tal punto atrayente; menudo lujazo el poder atraer lectores de tu categoría, espero que en alguna de mis divagaciones no te veas repelido y se trunque la costumbre (no sé yo si muy sana) de leerme, mientras tanto bendito seas y... qué caray, ¡benditos seamos todos!

El abrazo va a saber a poco después de la "bendición" pero ahí quede.

Muy interesantes tus reflexiones, para pensar que cuesta poco si uno se lo propone, cariños

Muy agradecido por tu visita, Mariazul11, reflexionar nunca está por demás, es como un cortafuegos que impide que ciertas impulsividades nos consuman influyendo traidoramente en nuestro comportamiento.

Besos.

Querido Quijote:Realmente, menospreciado el genio y sobreevaluada la "adaptabilidad". Es un mundo muy complejo, a alguien hay que sacrificar, y el que se adapta, calza mejor en la diversidad, aunque sigo reconociendo la genialidad cuando la veo, a Dios gracias. Abrazos fraternos. Malisa.

Estimada y sin par Dulcinea:

Gracias a la opinión y sensibilidad perceptiva y constructiva de personas como tú que esa severísima adaptabilidad descastada, proveniente de la evolución de las especies de Darwin, no es la única vigente y vinculante; Jesucristo dijo que los mansos heredarán el mundo (ya no pongo a los genios por referencia), prefiero pensar esto a dar por buena esta "adaptabilidad" que no me gusta un pelo pues quiere decir que en un mundo de perversión deberemos de actuar como perversos, sin serlo, que en un mundo de solidaridad habremos de actuar como solidarios, sin serlo... ya me entiendes, ¿Cuándo encontraremos tiempo y ocasión para ser nosotros mismos, cuándo nos libraremos de esos atroces condicionantes para SER lo que coño seamos?

No, si al final voy a terminar cabreándome yo solo y tirando coces al aire, y menudo espectáculo sería ese para la vista, ¿verdad? Cuán poco edificante, y todo a los atónitos ojos de tan afamada damisela, veríame degradado de caballero a caballerete y tampoco estoy muy por la labor que mi trabajo me ha costado el ganarme cierto prestigio del que da cuenta un tal Cervantes, un plumilla que de algo habrá de sonarte.

Irritémonos, pero guardando las suaves formas del refrescante humor, ¡ay, de no ser por él qué sería de nosotros! Y con él me despido de ti, queridísima Malisa, no sin antes felicitarte por tu Recomendado en Fenómenos paranormales pues un fenómeno de la naturaleza es lo que eres tú.

Querida mía, ¡besazos!