DE LA AMARGURA A LA PERVERSIÓN

Me he tropezado con personas que, no encontrando ejecución para poner sobre el tapete su impreciso o balbuciente talento, acaban por cubrir cualquier tipo de trabajo o desempeño malsubsistiendo y amargándose en él; es ese un secreto inconfesable pero que, sin embargo, exuda a flor de piel, por mucho y bien que se disimule. En tales oportunidades a uno le entran irrefrenables ganas de hacer un espontáneo juramento de confidencialidad y soltarles al oído algo así como: "No te preocupes, hermano/a, no se puede ser más útil y valioso al prójimo que alentando la bondad en tu corazón, el resto de la promulgación corre de su cuenta... Tú y la gente como tú sois batería, catalizadores en la competitiva mundanidad... ¡qué hay más valioso!"; pero, una vez más me reprimo por respetar ese espacio personal en el que todo el mundo ha de tomar según qué decisiones, sin carnales interferencias. Lamentablemente muchos de ellos se corrompen, eso sí, desempeñando trabajos "satisfactorios" y fundando familias de lo más convencionales con sus convencionales responsabilidades que no son lo que podría haber sido pero que, como parcheador sustitutivo, que remedia malas consecuencias, son de lo más funcional... pero ¡atención! Los parches también revientan y entonces el tortazo es mayúsculo y afecta tanto en primera como en segunda y tercera persona, a culpables, tendentes al escaqueo y, sobre todo, a indefensos indefendidos y desprevenidos inocentes.




Adanhiel.

Una nota bien reflexiva. A algunos de nosotros nos pasa, digo algunos como podrían se muchos o quizá a todos. Otra vez pones a funcionar mis perezosas neuronas.
Un abrazo

Ojala todo el mundo se realizase personalmente en la dirección en la que he querido apuntar, un lugar donde la amargura no tiene razón de ser, desde él la degenerada perversión sería la entelequia que algunos (seguro) piensan es el contenido y finalidad de lo por mi corazón escrito.

Tus neuronas siguen muy activas, amigo "Cocho", ya lo creo que sí, para fortuna más nuestra que tuya.

Cordial saludo.