EL ENIGMA DEL CUCO

El cuco es un animal de lo más curioso, el avecilla ostenta holgadamente el mismísimo don del oportunismo. Allá encuentra un nido viable, con pocos huevos a incubar, aprovecha la coyuntura para poner el suyo al que abandonará, viendo cumplida su responsabilidad hacia él de aquí en adelante.

En épocas muy pretéritas de imberbe juventud me sentí como ese huevo intruso, el producto de una incursión que raya lo ilícito. No se trataba de que tuviera complejo de niño adoptado, que va, más bien era una cuestión transpersonal, de que mi actitud ante las cosas y causas de la misma vida, mi modo de interactuación, no acababan de cuadrar con los esperados y esperables en mi entorno más inmediato. Actualmente, muy a posteriori, lo veo todo como un producto del desafuero hormonal, propio en el adolescente, pero recuerdo como muy patente (y potente) la idea de que esa diferencialidad, esa disparidad que, para bien o para mal, me ha hecho ser quien y como soy, no surgía de mi esfera cultural, formal e informal, ni del patrimonio legable de la idiosincrasia familiar que me crió y formó en sentimentales y afectivos sentidos... entonces, ¿de dónde provenía aquel tan extraño como ocasionalmente acerbo aporte? Encontré alguna respuesta plausible a través de la filosofía, la religiosidad y la espiritualidad, tendencias del ser que mantengo (más bien me mantienen a mí) pero, de cuando en cuando, me agrada dibujar la alegoría en la imaginación de un discreto cuco de fuego y hielo dejando el producto de su entraña en blando y blanco nido reemprendiendo su vuelo sin mirar atrás, seguro de la infalibilidad instintiva. Quisiera ser como ese cuco, entregar el producto de mi esencialidad en próspero lugar y volar allá donde debo.




Adanhiel.

!BELLISIMO! Profundo y magico. Gracias por tu escritura.

Más bien soy yo el que debe expresar mi gratitud por tu lectura... para eso, entre otras cosas, escribe uno, y no se trata de una cuestión de vano reconocimiento, seguro que lo entiendes. Aunque RECONOCIDO quedo por tus halagadoras palabras.

Besos.

Oye compañero... Entrega el fruto de tu esencialidad y quítate de la cabeza eso de salir volando a no se que parte. Que no está nada fácil la cosa, como para encontrar buenos amigos a la vuelta de la esquina. -(Primer mandamiento: No perderás el sentido del humor)-

Mas allá, de coincidir en un todo con el comentario de VERUSHKA, al cual se lo podría seguir adjetivando. Cosa que no haré en salvaguarda de tu reconocida modestia.
Debo decir, además, que me ha encantado el relato por su colorida sencillez, que te has pintado de pies a cabeza. ¡Mejor que una foto! Que a falta de ella, me doy por muy por satisfecho.

¡ABRAZO AL CANTO!

Confío en tener mucho por entregar, no te me inquietes, amigo, sin acuciadores plazos, eso sí, ja,ja, de todas formas mi vuelo será algo así como planeador, sin cobrar insalvable lejanía; ¡carajo! qué complejo resulta explicar aquello que es tan dúctil al sentir. En fin, una paradoja más entre tantas y tantas otras.

Menos mal que tú, cual ángel custodio, cuidas de mi modestia a la que, ocasionalmente, veo en serio compromiso... tanto es así que no sé si pedir perdón o dar las gracias... caramba, caramba.

Uy, uy, uy, el desafío de la sencillez, ese es un propósito, un reto del cual espero salir airoso, con un poco de ayuda de vuestra parte fijo que lo supero.

¡ABRAZO AL CANTO, COMPAÑERO!

Creo que me he metido en terreno pantanoso... Dos cosas por aclarar y una por agradecer.

* Gracias por tus respuestas, siempre tan bienhumoradas.

* Mas vale agradecer que pedir perdón.

* Y ahora, sí, me quiero ver... Jajaja. Como decirlo... La sencillez la pones tu, a tu manera y criterio, en la circunstancia que así lo estimes prudente hacerlo. Siendo ésto relativo: Lo que para unos es arduamente complejo, para otros es más que sencillo. Pues, salvando las distancias y sin comparar, sólo por hacer un paralelismo:

Al maestro Franz Liszt: Por favor maestro, no lo tome usted a mal, pero si usted pudiera componer algo más sencillito, yo podría entenderlo. ¿Me haría usted ese favor?

Creo que el maestro, mas que justificadamente, me sacaría con cajas destempladas. ¿Se entiende?

Pregunto: ¿Es razonable pedir que se empareje hacia abajo? Creo que sería de mucho mas provecho, para los de abajo, esforzarse en emparejar hacia arriba.

¡PAREJOS ABRAZOS AL CANTO!

Con tu aclarador ejemplo me queda muy de manifiesto que todos aprendemos de todos. A ratos, pues, se ha de ejercer de aprendiz y a otros de maestro, pero quien no comparta la premisa, ¿a que diantres podrá aspirar? ¿a envanecerse, a ser un desimplicado oyente? En elegir el momento y el lugar para cada cosa radica la dificultad.

Qué divagaciones las mías, Virgen Santa, esto te pasa por provocarme, ¡imprudente!

¡SIRVIENDO UNA DE ABRAZOS!... ¡OÍDO COCINA!

Al momento y al lugar, los elige la Sabia Intuición. Que es infinitamente mas Sabia de lo que pudiéramos imaginar.

Uyyyy... ¡Cómo estoy hoy! Tengo un día fatal... Jajaja.

¡ORGONIZANTES ABRAZOS!

Que Ella nos guíe, hermano, y que en su divino influjo quedemos tan prendados como encomendados,

Yo te diré cómo estás hoy: ¡de lo más inspirado! ja, ja... cónsteme sin perplejidad alguna.

¡UNA CUENTA MÁS A SUMAR EN NUESTRO ROSARTO DE ABRAZOS!

Todo está dicho más arriba compañero. sin nada más que felicitarte por tu trabajo me retiro a volar allá donde debo.
Un abrazo

Que tu vuelo sea tan grácil y tan gratificante como el producto de tus valiosas aportaciones, amigo Ricardo; quedo más que satisfecho porque esta mía sea merecedora de tu estimador comentario.

Abrazos cordiales.

Adanhiel me voy volando que tengo prisa, pero fue un placer poder dedicar estos momentos a tu lectura.

Pues ojo porque las prisas dicen que no suelen ser buenas consejeras, y teniendo esto en consideración compruebo que, no obstante, encontraste hueco para leerme y comentarme, lo cual me hace sentirme, si cabe (y vaya si cabe), más apreciado. Por crear la circunstancia propiciadora para ello mi más sincera gratitud.

Un placer el recibirte por primera y espero que no ultima vez.