Y es acá que yo digo que no es más que agua de otra nube que se trajo de algún lado; Una de esas lluvias que pega fuerte chapoteando consigo misma, jugando con quién sabe qué. Pero en esta noche lo que me atrapó no fue la soberbia de las alturas, si no con lo que ésta choca en lo profundo del abismo. En contra de él y ella o en contra de ella y él, dos desamparados que parecen caminar sin caras ni color, sin género ni ropa, solo con un cuerpo del cual aferrar sus vidas para llegar hasta donde den.
Quizás la lluvia achate las almas y sea por esa razón que se peguen a la piel; que los cuerpos se rompan mientras ellas corrompen las células, enfermas de no estar solas; que el tiempo por extraño motivo (o capricho) los puso en simbiosis; o quien sabe por qué están acá, digo yo.
Debe ser eso lo que me incita: dos mortales moviendo cabezas de aquí para allá sin llamado de nadie, sin permiso de nadie, atrevidos en su pura carne hedionda de barbaridad humana; entes mojados en tierra olvidada, bajo nubes traídas de algún lado por mugre de un mísero fango; defectuosos perros falderos perdidos por el agua. Hijos de Dios buscando algo que tenían o algo que aún no tienen. Eso me dijeron por ahí.
Quizá les guste, les excite, los motive el agua golpeándoles siempre las nucas. Supongo que con eso les bastaría para creerse con inteligencia, ¿Y a quién no le gustaría un poco de "chapoteo" en sarpullidos de piel podrida para que de tanto porrazo se volviese costumbre, y así hacerse inmune contra su mente ambigua-primitiva, para siempre en metamorfosis?
Pero ¿Será éste el agrado del que los caminantes se separan del limbo?, ¿Les gustará ese sabor a masoquismo?, ¿Sacarán provecho de su razón?, ¿Qué será de mí si caigo a ese abismo, entre ellos?
Por lo pronto la lluvia le seguirá cayendo a este como se llame de cosas de dos mortales en carne machucada en lo profundo de lo desconocido, pisando en tierra barrosa, dejando sangre que no quieren perder, mordiendo hacia arriba por si Dios resbala de la cima.
¿Estarán buscando el cielo, estarán lejos de él? ¿Será quizás instinto humano? ¿Qué será?
Y es acá en donde yo me pregunto:- ¿Que será de mí si me les uno?[b]
