Urbina

Invitado

Urbina

(Cuentos brujicos para mi Marciano)

Las cinco de la mañana , tiene el mismo color que las doce del día, un color sepia indigesto, una hambre voraz, un cansancio de lunáticos, Urbina se desprendía de su traje de Napoleón, para armarse de espada y garfio y cosechar su preciado tesoro de las macetas de su madre.

Ah de esa pobre mujer que criaba sin entender hermosos ramilletes de hojas estrelladas, con ese esmero de abonarlas y podarlas para que mantengan la forma exótica y casi elegante entre sus cortinas.

Ah de Urbina y su barba explotándole la piel, las ojeras que parecen nacer desde las rodillas, gritando desde cualquier rincón aledaño al parque, ese era un loco elegante, que conocía francés y algunos jolgorios en alemán, marchaba las esquinas con una gallardía de don Juan rondando a su amante, al menos no sabría decir si su amante posaba de pileta griega y semidesnuda en medio de las flores.

Mi curiosidad en zapatillas me llevaba a visitar el portal y verle cambiar de traje, verle algo musical como cuando él se conseguía los pantalones acampanados de una época psicodélica y liberal, un hippie perfectamente tele transportado al presente.

Caballero Urbina, el loco Urbina, se que le encontraron muerto en su casa de una sola tajada en la panza famélica, dicen que sus plantas fueron hurtadas y devoradas frenéticamente por seres de alcantarilla.

Ah de Urbina el pirata del parque, un loco que sabía de las lenguas romance, especialmente con el espíritu santo que bajaba de los pechos de la estatua de la virgen de la elevación, libidinosamente ungida en el atrio de la catedral.

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Tema: Re: Urbina Lun Dic 10, 2012 9:59 pm

Siempre es un verdadero placer leerte Gara. Siempre... Saludos, amiga,
José

Tema: Re: Urbina Mar Dic 11, 2012 6:06 am

Muy bueno Gara, el escrito salta y se acurruca con verdadera magia.
Un beso compañera.

Tema: Re: Urbina Mar Dic 11, 2012 1:19 pm

Escrito con el idioma de la magia como remedio eficaz para un "hambre" voraz (sea de lunáticos o marcianos. O contra el efecto de la languidez cuando todo "tiene el mismo color que las doce del día, un color sepia indigesto".
Aunque tiene dedicación personal, me detengo a decirte que es una lectura disfrutable por la narrativa, las imagenes, las personificaciones y demas recursos; pero, sobre todo, porque te deja con un sabor en la boca y en el corazón de haber leído un relato mágico en toda su extensión.
Un fuerte abrazo, Karina.