Galletas!

-Galletas!-
Exclamó Mateo mirando hacia arriba, a las alturas de la alacena. Ahí, en uno de los anaqueles se veía el frasco de cristal que contenía ricas y suculentas galletas, galletas de chocolate rellenas de crema... deliciosas!

Para Mateo, uno de los tantos ratones que vivían en el desván de la casa, la alacena era como un enorme edificio y para llegar hasta las galletas, tendría que subir, subir hasta arriba de ese edificio pero... este edificio no tenía escaleras ni elevador.

Intentó e intentó brincar lo mas alto que pudo pero fue imposible, era muy pequeño. Ni siquiera logró subir a una de las sillas. En esas estaba cuando escuchó el ronroneo del gato Simeón que hacía su ronda nocturna por la cocina. Mateo echó a correr hasta el agujero de su casa y recostandose en su colchón de paja, pensaba mientras se acariciaba la cola con una mano:
-Está muy alto... por lo tanto, no podré alcanzarlas-

Casi podía sentirlas, tocarlas, olfatearlas, morderlas y degustar su cremoso relleno.
-Tendré que pedir ayuda a mis hermanos-

Se díjo a sí mismo el ratón, aunque en el fondo no le gustaba esta idea pues tendría que compartir aquel tesoro con los demás. Reunió pues a sus hermanos y les contó que habían llenado el frasco de galletas pero que esta vez no estaba sobre la mesa, que era su lugar habitual, sino en lo mas alto de la alacena. De inmediato se pusieron manos a la obra, uno de los ratones sacó un anzuelo que tenía guardado por ahí; otro colaboró con una madeja de hilo para amarrar el anzuelo. Otros más, ofrecieron distraer al gato Simeón y Mateo y otros dos, escalarían la alacena usando el anzuelo y el hilo como si fuesen alpinistas.

Mientras algunos ratones se dispersaban por la casa para distraer a Simeón, Mateo y sus acompañantes empezaron a trepar por la alacena. Anaquel por anaquel subieron, subieron y subieron! Al llegar hasta el frasco de galletas, dos de los ratones giraron la tapa y Mateo sacó las galletas de una a una y las lanzaba al suelo. Abajo, varios ratones las recibían y las apilaban. Una vez que los ratones trepadores bajaron y que los que habían distraido al gato regresaron a la cocina, Mateo díjo a sus hermanos:
-Chicos, a mi me corresponderán más galletas porque yo descubrí el frasco y además escalé hasta allá arriba para bajar las galletas-

Los demás ratones se miraron unos a otros y uno de ellos díjo:
-Pues a mi me corresponden mas galletas porque sin mi anzuelo, Mateo y los otros no hubiesen podido escalar...-

Un tercer ratón contestó:
-Pues sin mi madeja de hilo, el anzuelo no habría servido de nada... exíjo más galletas que todos!-

Otros ratones en coro exclamaron:
-Nosotros arriesgamos el pellejo para distraer al gato Simeón, la mayoría de las galletas son de nosotros!-

Estaban tan absortos en su discusión que ninguno escuchó el ronroneo del gato. Para cuando vieron la sombra del gato cruzar la cocina a la velocidad del rayo, ya era muy tarde. Echaron a correr y dejaron todas las galletas en el suelo. No pudieron llevarse ni una sola.





P.D. La moraleja de este cuento pudo haber sido que la unión hace la fuerza pero la avaricia de los ratones dejo sin valor la moraleja.





Este cuento no esta registrado ni lo estara nunca, al menos de mi parte. Puede y debe ser contado a niñas y niños, a viejos y jovenes... la autoria es mia pero eso, lo de la autoria, no tiene la menor importancia.
[justify]

Un relato bien escrito que pues... yo si le encontré más de una moraleja. Que los propios niños/adultos pueden sacar reflexionando. Me gustó además que siendo relato para niños usas un lenguaje que no subestima su inteligencia y comprensión.

Al margen: en cuanto a lo que se lee sobre la firma en relación a la autoría, te acerco otra mirada (con la cual puedes o no estar de acuerdo). A veces se recomienda registrar (no por vanidad o egoismo de propiedad) sino porque por ej, no desearías que este cuento figure en una web que promueva contenidos con los cuales no estás de acuerdo o son ofensivos para los menores. También porque podría haber quien lo copie, lo registre y luego diga que tú se lo has plagiado. Por qué te crees que hay carteles obvios en los cigarrillos diciendo que es perjudicial para la salud o en los vasos de cartón conteniendo café avisando (algo obvio) que está caliente (porque ya alguien vino a demandar que "nadie le avisó". Siempre hay oportunistas que sin llegar a lograr nada te hacen pasar un mal momento. Lo vi con mis propios ojos cuando alguien entró a un negocio a demandarlo porque nadie le avisó que si llevaba la torta de su hija en el asiento de acompañante del auto y frenaba de golpe la torta se le podía caer... No logró nada, pero le hizo pasar un mal momento a la empleada. Aunque no volví, no me extrañaría que ahora haya un cartel "avisando" eso. Osea, registrar te da otras herramientas. Y, siendo que das tu permiso, se los contaré a los míos y veré que moralejas sacan.

Gracias Silvina por leer este cuento. Fijate que en cuanto a la moraleja, lo pense mas de una vez. Me refiero a que si el autor mismo dice cual es la moraleja, de algun modo esta tratando de dirigir la conclusion del lector en tal o cual sentido. Y bueno, no acostumbro las moralejas precisamente por eso que apuntas, que cada quien saque sus conclusiones. El vocabulario es importante que sea asi porque despierta el interes en el chico o chica acerca de nuevas palabras. Me encanta cuando una niña o niño pregunta: -Y esta palabra, que significa?- Ahi se abre un parentesis en la historia y el contador de cuentos puede explicar el significado de aquella palabra.

Y bueno, en cuanto al registro. Hombre, los mejores cuentos infantiles son aquellos que son anonimos. Con esto no pretendo decir que los mios sean buenos(aunque tampoco son tan malos). Y si alguien "me lo roba", pensare que era tan bueno ese cuento que merecio ese honor, el de ser plagiado. Lo que realmente me doleria es que nunca nadie se lo leyera a un niño... eso si que seria triste.

Anda, Silvi, siempre es un placer saber que me lees.

es que hay tantas cosas que se podrian exprimir, actitudes que van de la mano con el vivir.
saludos
k

Roberto: comparto totalmente con Silvina.
Sinceramente... siempre leo poemas o cuentos de este sector a mis niños, y puedo asegurarte que no es necesario dar muchas explicaciones. Es tan rica la mente que extraen las "definiciones" por el contexto.
Con respecto al registro, no se hace por vanidad, es un derecho que te corresponde. Además como podrás firmarme el libro con tus cuentos, si antes no lo has inscriptos?

Gracias Gara por pasar a leer. Me llamo la atencion eso de los "jambatus". Sapos y ranas? Eso son los jambatus? Me gusta la palabreja! Aunque en un principio imagine que tendria algo que ver con alguna raza de seres fantasticos.

Rosy, fijate que no lo habia pensado... presentar mis cuentos infantiles en forma de libro. Me pensare seriamente eso de registrarlos.


Gracias chicas por leer este cuento!

Un gran cuento Angel,que sea o no el fin del mismo,deja una enseñanza que vale la pena tener en cuenta.
Un saludo

ME ENCANTÓ ESTE CUENTO. Encierra enseñanzas, la diversidad del pensamiento aunque sea expresado a través de ratones -que por cierto, dicen que son los animales mas inteligentes de la fauna mundial- jajaja. Aquí, todos se unen para obtener un fin, pero cuando lo logran y se debe evaluar a quien le tocan mas galletas, empieza el brollo que da lugar al individualismo, el yoísmo que impera en la humanidad y por estar centrados en su propio egoísmo, se quedaron como decimos aquí en Venezuela: con los crespos hechos, sin el chivo ni el mecate.... tuvieron que tomar las de Villadiego y trabajaron para lapa porque el gato fue quien se comió las galletas... me ha hecho gracia. Un placer leerte....