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| | Filiberto. Cuento. (capítulos 5 al 7) | |
| | Autor | Mensaje |
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gralber Escritor activo


 Cantidad de envíos : 356 Localización : Buenos Aires - Argentina Fecha de inscripción : 16/03/2012
 | Tema: Filiberto. Cuento. (capítulos 5 al 7) Lun Mar 26, 2012 7:03 pm | |
| V Íbamos caminando por el costado de la ruta hasta que me dijo: -¡Aquí es! y se internó por una callecita que yo no había visto antes, no bien dimos unos pasos, nos envolvió una oscuridad, tan, pero tan oscura, que no sabía ni dónde tenía las manos, no alcancé a decir nada cuando siento un pinchazo en el brazo y chau… no supe nada más. Cuando me desperté estaba en un lugar que parecía un hospital por lo limpio y el olor a nada, que te hacía pensar que realmente estaba limpio hasta de olores…una luz suave, que no molestaba y no se sabía de dónde salía, envolvía todo y un muy suave ronroneo se escuchaba… casi te digo que no se escuchaba, se sentía en la piel…como cuando tenés un gato en las manos. Me levanté, había estado acostado en algo parecido a una cama o un sofá, muy suave y cómodo, no hacía frío ni calor, estaba todo bien… pero yo estaba solo y eso no me gustaba, empecé a caminar por el lugar y todo lo que veía era piso, pared, techo, todo liso, suave como la seda, de un color gris o plateado y nada más… no había ningún mueble, salvo la cama donde había estado ¡nó! ya tampoco estaba…¡había desaparecido! me froté los ojos y dije:¡ me voy a volver loco! no lo dije fuerte, ni grité, aunque no me faltaban ganas, pero en eso, se abre en medio de una pared lisa, una abertura, no puedo hablar de puerta, porque no lo era, simplemente, desapareció por un momento un cacho de pared… y por allí entró mi amigo, el extraterrestre. Se había cambiado de ropa, ya no estaba con camisa y pantalón como cuando lo encontré, sino con algo que lo vestía sin apretar y ni parecía tener costuras. Del mismo color gris plateado de las paredes y todo lo demás, tuve ganas de preguntar:¿pero es que ustedes no conocen el color? pero me aguanté… en algún momento lo preguntaría. Me miró, me preguntó si me sentía bien, le dije que sí , pero… -¿Pero? - En realidad, no es decididamente una molestia sino más bien… -¿Un malestar? -¡Eso! - Es lógico… estás en un lugar que no conoces, despertaste antes de lo que esperábamos y te encontraste solo, te debo una disculpa por eso. -¡Está bien! ¡Ya pasó! y ahora ¿qué? -¡Buena pregunta! Este tipo me estimula tanto que me hace sentir bien, pensé ¿creerá que soy inteligente? o será también parte del programa? -¡Sí!...a todo.
VI
-¿Me leés el pensamiento? -¡Perdón! si te desagrada no lo haré, nuestras leyes no lo permiten, salvo que el otro consienta. -Está bien, pero en ese caso ¿no te parece que estoy en desventaja? -¡Exactamente por eso! y puedes estar tranquilo que nadie lo hará si no lo permites. -Ahora que lo pienso ¡así te manejaste desde el principio! ¿Cómo pudo entonces sorprenderte Miguel? -¡No lo hizo! -Sabías todo lo que iba a ocurrir y lo dejaste ¿por qué? -Ya te lo dije, es parte de la experiencia. -¿Y nunca se te ocurrió que podrían matarte? -Eso también es parte de la experiencia, pero no te preocupes, sabemos defendernos si es necesario. -Sí, claro… supongo que deben estar preparados para cualquier cosa ¡qué bueno! -¿Qué es lo bueno? -¡Gracias! no estás leyéndome el pensamiento, pensé que debe ser interesante andar como un cazador en otras tierras, con armas invisibles y tan disimulado. -¡Gracias también! vas entendiendo más cosas de lo que suponía. -Bueno ¿y?... -¿Y qué? -¿Cuándo empezamos? -¿Con qué? -¡Con la prueba! -¡Ah, eso!... ¡ya empezamos, desde que llegaste! -¿? ¡Me embromaste! pero, está bien, lo único qué… -¿Qué? -¿Vamos a estar siempre aquí encerrados o me vas a mostrar algo de tu… ¿nave?¿casa? -¡Sí, claro! te voy a mostrar todo lo que te interese…y podemos empezar ya ¿qué te parece? -¡Bárbaro! ¡por fin! Ya me estaba agarrando la claustro… -¿Te sientes muy encerrado? -Sí, talvez algo raro, ya que no entiendo ciertas cosas. -¿Qué cosas? -Me parece que voy a darte permiso para que me leas la mente, ya me estoy cansando de tantos porqués. -¿Te estás refiriendo a la ausencia de objetos, a menos que los necesites? -¡Eso! ¿Así que de esa forma funciona? -¡Claro! para qué vamos a llenar de objetos un lugar, esperando tener que usarlos, la idea es que los objetos aparezcan cada vez que son necesarios y mantener mientras tanto el espacio libre, es lo que se llamaría funcionalidad absoluta…¿qué te parece? -¿Y si yo quiero sentarme, aparece una silla o algo parecido? -Si, siéntate. Y allí, al lado mío había un cómodo sillón esperándome…como me quedé mirándolo sorprendido y no me sentaba… empezó a hacerse transparente ¡y desapareció! ¡Se fue! -¡Epa!... hay que usarlo rápido porque sinó se va. -¡Así funciona! si deseas algo, lo tienes allí a tu disposición, en el acto, si pasa un tiempo y no lo usas, interpreta que no lo necesitas, y desaparece. -¿Así es todo en tu mundo? -Sí. -Y ¿quién lo maneja? -Cada uno de nosotros está capacitado para utilizar la funcionalidad de los objetos. -O sea que con sólo desearlo ¿ya está? -Algo así. -Y…tengo una curiosidad: éso ¿también te funciona en mi mundo o sólo aquí, dentro de tus lugares? -Ya te entiendo… sí, podría funcionarme en tu mundo, pero no me convendría… así que hacemos una especie de bloqueo. -Supongo que sería muy raro que de golpe un tipo que parece común haga aparecer cosas de la nada, te volverías sospechoso. -Exactamente, me pondría en evidencia y eso no conviene para quienes deseamos pasar desapercibidos. -¿Tiene algo que ver con la telepatía? -Sí, es algo parecido. pero habría que darle otro nombre: talvez telequinesia, o teleportación. -¡Ah!... otra cosa: ¿dónde están las cosas que no están mientras no las necesitan? -¡Has hecho una pregunta que merece una buena explicación! pero como sería un poco largo de explicar, conténtate con saber que están … en algún lugar del espacio, donde no molestan, como si fuera una especie de depósito, y cuando las necesitamos se materializan allí donde se las necesita. -¡Deben viajar bien rápido! ¿ a la velocidad de la luz? -¡Más! a la del pensamiento. -¡fiuuu! silbé…Bueno, no pienso hacerte más preguntas porque sinó me vas a tener todo el día encerrado aquí y no me vas a mostrar tu nave. Viendo mi decisión me hizo un gesto señalando la pared y otra vez vi que ésta se abría, esta vez para dejarnos pasar a los dos. (¡Tonto! pensé, si hubiera sabido que era tan fácil) -¿Acaso estás arrepentido y deseas irte? -¡No, qué va! sólo quería salir de ese cuchitril. -¿Te refieres a la habitación? -¡Sí… no me gusta sentirme encerrado! (una imagen de las veces que tuve que estar en un calabozo por culpa de los canas estúpidos que no entienden que estar alegre no le hace daño a nadie y que uno no es un borracho como ellos dicen, sino solamente, un bohemio…) - Bohemio ¡linda palabra! creo que te comprendo amigo. - ¡Sí, a vos también te gusta el chupi…! -¡No! y lanzó una carcajada… Me sorprendió: ¡nunca me lo hubiera imaginado! ¡Parecía tan formal! Me sonreí y le dije: -¿Sabés que me estás gustando vos? ¿Cómo te llamás? - Armir, y me tendió su mano… - Filiberto ¡encantado! le contesté estrechándosela, Luego de las presentaciones seguimos caminando por un pasillo ancho y que parecía ir subiendo. De vez en cuando nos cruzábamos con otros tipos parecidos a mi amigo que hacían un gesto de saludo silencioso al pasar. -¿Adónde vamos? -Nos dirigimos al lugar central de nuestra nave, allí verás a muchas personas pero no te extrañes si no te dirigen la palabra. -¡Claro, si ustedes no necesitan hablar! - Pero, ellos no intentarán leer tu mente si no lo deseas, recuerda lo que hablamos. -¡Seguro! ¡Pero pueden saber de mí lo que quieran a través tuyo! - De todos modos necesito tu permiso. -¿En serio? -Absolutamente. -¡La pucha! qué lindo sería que en la Tierra hubiera un cachito de esa honestidad ¡me hacés recordar a mi viejo! ¡Lástima que eso ya se perdió! -¿No me digas? ¿Así que han cambiado tanto en el tiempo de una generación? -O dos, yo ya no soy un pibe. Pero sí, las cosas han cambiado mucho y demasiado rápido ¡gracias a la maldita Tecnología! -¿Qué tiene que ver? ¡Ahh! ya comprendo, adquirieron objetos y perdieron valores morales. -¡La guita, la maldita moneda y el poder, lo pudrieron todo! Ahora sólo les importa tener y tener cosas, la amistad, la familia… no les importa nada. Los chiquilines de ahora, sólo quieren tener y vivir rápido como si los corrieran de atrás. Las cosas que siempre fueron importantes, a ellos no les importan. Me miró con una cara de lástima que ya parecía que me iba a dar el pésame y en realidad ¡tenía razón!
VII
En una vuelta del pasillo que recorríamos, el espacio pareció abrirse hacia todos lados y vi que estábamos en una sala muy grande donde se movían varias personas, pero sin apuro… algunos estaban sentados y ante ellos un aparato con lucecitas que se encendían y apagaban, otros parecían conversar, en grupos, pero sin hablar. Alguno que otro de pronto abandonaba el lugar por algún hueco que se abría a su paso y después se cerraba. Mi amigo, se acercó a un hombre alto y delgado, de cejas muy pobladas y cabello largo canoso, se miraron y el alto se acercó a mí con una mano extendida que yo, no tuve más remedio que estrechar, ya que entendí que me saludaba, parecía muy entusiasmado y miraba unos papeles que tenía en las manos, me miraba, lo miró a Armir y éste me dice: -Este es Cundar, el Sabio. Quiere saber si le permites mirarte. - Vos querés decir, si le permito que me lea. -¡Sí! le pareces muy interesante… hemos avanzado mucho gracias a tu colaboración. -¡Y bueno ¡ si les sirve para algo mi cabeza, yo siempre pensé que no habría quién se interesara en mis divagues. Entonces me pidieron si los acompañaba a una salita donde me hicieron sentar en un sillón muy cómodo y mi amigo me preguntó si deseaba comer algo, yo le dije que , en realidad comer no, pero sí le aceptaría algo para tomar ¡tenía mucha sed! Armir, con una sonrisa, me dijo que ellos no tenían bebidas como las nuestras aunque estaba seguro que ésta me iba a gustar y se me apareció una copa con una bebida color ámbar que me hizo pensar en la cerveza, que no era, pero se parecía un poco aunque sin espumita. -¡Pasable! dije cuando me preguntó si me había gustado. Después de eso me hicieron un montón de preguntas, tantas que ya ni me acuerdo y tampoco sé bien si hablamos o sólo pensábamos. Después me agarró un cansancio que tuve ganas de dormir y ellos me dejaron tranquilo, el sillón se había convertido en cama y estaba realmente tan cómodo como no recuerdo haber estado jamás, no sé cuanto tiempo dormí, ya que no había ventanas y no podía saber si era de día o de noche, pero cuando me desperté, allí sí que tuve hambre y de golpe me vi ante una mesa con comidas que parecían muy ricas. Me comí todo, con un apetito como cuando era pibe y venía de jugar a la pelota. Cuando estaba terminando apareció mi amigo Armir y me preguntó qué tal me sentía, yo le dije: -¡Fenómeno! no me sentía tan bien desde que era un chiquilín ¿qué fue eso que me diste a tomar?¡ parece sacado de la fuente de la juventud! -¡No tanto! pero sí, es algo que te ayuda a equilibrar tu organismo y hace que te sientas mucho mejor ¡sabia que te iba a gustar!
Después salimos a dar una vuelta y me mostró muchos lugares de la nave pero, en realidad, no había gran cosa para ver, a lo mejor por eso de la funcionalidad. Gente sí vi, bastante, pero todos andaban ocupados porque no me daban mucha bolilla, aunque siempre que nos cruzábamos saludaban con un gesto de la cabeza. La verdad, no sé cuánto tiempo pasé allí, hasta que mi amigo me dijo: -Amigo Filiberto: tengo que darte las gracias por tu buena voluntad y tu colaboración. -Parece que ya terminamos, dije, se viene la despedida… -Así es, pero no queremos que te vayas sin llevar un regalo nuestro y un recuerdo de nuestra amistad. Y me alargó la mano con una bolsita de tela ¡también de color gris! Ahí no aguanté más y le hice la pregunta: -¿Ustedes no usan para nada el color? Me miró, con cara de sorpresa y entonces se sonrió y me dijo: -¡Por fin la hiciste! y fue como si de pronto hubieran encendido todas las luces de un teatro y las paredes, el suelo, el techo, la ropa, todo estallaba en un arco iris de colores, reflejándose en mis manos y en los ojos de mi amigo. -¿Qué pasó? - No queríamos herir tus ojos con nuestras luces y atenuábamos todo el color por temor a molestarte, pero en realidad, nosotros somos así. Se alzó en toda su estatura ¡Sí que era alto! como un jugador de básquet!... y dio una vuelta para que admirara sus ropas que estallaban de color y parecían vibrar como una fuente de luces ¡parecía uno de esos dibujos animados de los súper héroes! ¡Era impresionante! -¡Bueno! ¡Sí que lo lograron! creo que si hubiera visto esto desde el principio ya estaría con dolor de cabeza, pero ¡se fueron al otro extremo! con un poquito de color ya alcanzaba. En eso estaba cuando miro la bolsita que él me daba: ¡Era como de terciopelo rojo brillante! El la abrió y adentro había una piedrita que brillaba con todos los colores que puedas imaginar. -¡Preciosa! Le dije, aunque no sirva para nada… ¡me gusta! ¡Gracias! -En nuestro planeta hay muchas, los niños juegan con ellas, como canicas ¿le llaman así ustedes? -Acá le decimos Bolitas y son también muy apreciadas por los chicos, eran mi juguete preferido, pero ésta es de las más lindas que vi, de nuevo: ¡gracias! te recordaré siempre amigo. -Antes de irte ¿deseas beber algo? -Bueno ¡vos sí que me leés el pensamiento! Delante mío apareció un hermosa copa llena de esa bebida que parecía cerveza ¡ahh!...la vacié de un trago.
Después me acompañó a través de un pasillo hasta una puerta que llevaba al exterior. -¡Yo no la había visto cuando vine porque me trajeron dormido! le dije. -Sí, pero ahora no hace falta, ya nos vamos de aquí ¡Adiós amigo, que seas feliz! Ésa fue su despedida. Salí, me alejé unos pasos, era de noche y alcancé a sentir como un suspiro y un vientito a mis espaldas. Me di vuelta rápido y alcancé a ver una sombra que tapaba el cielo y después… nada ¡se los tragó la noche! Después fue que me agarró un sueño bárbaro y me quedé dormido por ahí debajo de un árbol. ……………………………………………………………………………….
-¿Así nomás? ¿ y se fueron? -Y ¡sí!... ¿qué querías? ¿Qué se quedaran a vivir? Ellos vinieron a hacer un trabajo y una vez que lo hicieron, chau ¡salute! ¿Para qué se iban a quedar? -¡Tanto lío y después te regalaron una bolita! podían haberte dado algo más útil ¿no? -¡Útil, útil!... vos no pensás más que en lo que te sirve, ¿nunca se te ocurre que también hay cosas que sirven, aunque no sirvan para nada más que para ser feliz? el corazón ¿adónde lo tenés vos? -¡Yo no te creo nada! son todas mentiras tuyas ¡a ver! ¿Dónde tenés esa bolita? ¿me la podés mostrar? -¡Claro!... metió la mano en el bolsillo y sacó una bolsita chiquita de terciopelo rojo y de adentro una bolita iridiscente que parecía reflejar la luz y brillaba con todos los colores. La tenía en la palma de su mano como un tesoro y la miraba con una sonrisa que nunca le había visto antes.
¡Sí!... Era verdad. Filiberto era feliz. GRA. | |
|  | | Susy Escritor activo


 Cantidad de envíos : 7452 Localización : Uruguay Fecha de inscripción : 10/11/2008
RECONOCIMIENTOS
Mención: - a la excelencia en sus comentarios
Mención: - por sus Aportes a Letras y Algo Más
Premios: Menciones Especiales en II Concursos Flash de poesía y el I Concurso Conjunto de Fotografia
 | Tema: Re: Filiberto. Cuento. (capítulos 5 al 7) Lun Mar 26, 2012 7:42 pm | |
| Uff... bueno, Graciela. Recuerdo que este relato nos lo habías enviado para la convocatoria de paranormales y lamentablemente al ser tan largo, no lo pudimos subir, pues multiplicaba por 5 el límite de palabras que se habían pedido. Qué querés que te diga? ME ENCANTÓOOOOOOOOOOOOOOO!!! Tengo una mente muy "fantasiosa" según me dicen muchos... pero creo que encontré a alguien más o menos (quizás más que yo, jaja) Precioso relato, entretenido, ameno y otra vez como te dije en el otro relato, esa pizca de humor, viene de un carácter alegre, soñador y de tomarse la vida con "soda" quizás la bebida que tanto le gustó a Filiberto. Graciela, déjame felicitarte!!  Ojalá continúes escribiendo así para quienes gustamos de este tipo de relatos que a mí personalmente me transportan más allá de las estrellas y te digo que logré irme con Filiberto!! jaja! Un abrazo y no sé si te dí la bienvenida y si no, te la doy ahora: BIENVENIDA, GRACIELA!! | |
|  | | gralber Escritor activo


 Cantidad de envíos : 356 Localización : Buenos Aires - Argentina Fecha de inscripción : 16/03/2012
 | Tema: Re: Filiberto. Cuento. (capítulos 5 al 7) Lun Mar 26, 2012 7:51 pm | |
| Muchas gracias Susy: por tu interés, tu lectura consecuente y tu crítica benévola y positiva. Me alegra que te alegre lo que escribo. Es mi forma de contar y transmitir lo que me divierte y al mismo tiempo, pasar un poquito de buena onda. Gracias también por la bienvenida... me siento a gusto por aquí. | |
|  | | antifaz Escritor activo


  Cantidad de envíos : 3637 Fecha de nacimiento : 23/07/1958 Edad : 65 Localización : Villa Colón - Montevideo Fecha de inscripción : 24/09/2009
 | Tema: Re: Filiberto. Cuento. (capítulos 5 al 7) Lun Mar 26, 2012 9:30 pm | |
| Pido disculpas, estimada. Tengo que arrancar desde el primer capítulo de corrido y no puedo leerlo hasta el 15 de abril. Siempre es grato conocer un nuevo escritor. | |
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 | Tema: Re: Filiberto. Cuento. (capítulos 5 al 7)  | |
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|  | | | Filiberto. Cuento. (capítulos 5 al 7) | |
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