EL LINYERA

Dormí mal. Siempre que salgo de viaje, hasta los de unos pocos kilómetros, duermo como la mona. Sabia que tendría un día complicado por los horarios, puse el despertador a las 4 de la mañana. Ducha, desayuno, 350 Km. y 5 horas después, me encontré con Ortiz, el encargado de esa parte de las obras en Azul, de ahí hasta un pueblito que estaba a 60 Km., la mitad por asfalto y la mitad por tierra.

Teníamos que relevar toda una línea eléctrica de media tensión, para presupuestar el mantenimiento.
Me acuerdo que hacia un calor tremendo, muy seco, con temperaturas que derretían.
Serian las 11 de la mañana cuando nos cruzamos en la ruta con un linyera. Era un tipo relativamente joven, 40, 45 años, con barba, la ropa si bien muy gastada estaba dentro de todo mas o menos entera. Llevaba dos especies de mochilas. Caminaba por el costado de la ruta justo en un lugar sin nada de vegetación. Lo miramos con Ortiz y entonces dije:
- Pobre tipo con este calor, a la vuelta encontramos el cadáver.

Para hacer el relevamiento teníamos que verificar casi todos los postes, lo que obligaba a bajar del auto cada rato y en muchas oportunidades era necesario cruzar los alambrados y meterse en el campo. Hacia meses que no llovía, la tierra formaba un colchón de 20 centímetros y los pocos pastos eran pajonales espinosos. Así, cada vez que nos bajábamos me lastimaba con estos, se me llenaban los zapatos de polvo y piedritas, me acuerdo que -tarado de mí - me olvide los botines de seguridad, por lo tanto estaba en mocasines.

Estuvimos trabajando como hasta las 3 de la tarde, a esa hora con un hambre de lobos, en una estación de servicio comimos lo único que encontramos, sándwiches de miga, que a la media hora ya estaba repitiendo.
A las 4 de la tarde tenia que presentar el informe del relevamiento en Azul, Veníamos por la ruta a lo que el pobre auto daba, sin aire acondicionado, con los pelos que parecían paja, sucios, cansadísimos, repitiendo los sándwiches, cuando en un especie de bosquecito, (esos lugares que son para descanso del viajante) ¡vemos salir una pequeña columna de humo!
Estaba muy apurado, casi histérico, ya que la idea era llegar a un lugar más o menos civilizado, lavarme un poco y preparar, aunque más no sea en borrador, el informe. Pero pensamos: Con esta sequía, puede ser que el humo sea de un incipiente incendio de pastizales.
Paramos y veo que no, que en realidad salía de los restos de lo que fue un asado, hecho en las parrillas que se ponen es profeso en estos lugares. Incluso todavía se veían restos de lo que fue un generoso costillar.
Más histérico que antes porque veía que no llegaba, me apresto a subir al auto, cuando veo entre los pastos a la sombra de un sauce, durmiendo al linyera.
Al lado mío estaba Ortiz, nos miramos, vimos la cara del tipo. Parecía contento, tranquilo. La respiración acompasada. Sin palabras subimos al auto y nuevamente, en la ruta.

En una curva, por la velocidad, las ruedas chillaron y tuve que corregir la maniobra con un pequeño sobresalto. Como al rato Ortiz sobrador me dice:
- Pobre tipo, ¿no?

Cada parrafo delata sensaciones, el linyera era un hombre feliz, la primera impresión, no fue certera, luego de tantas peripecias.
saludos cordiales
k

Trate de rescatar, que en realidad el que no era feliz era el narrador, el “incorporado al sistema”. El civilizado o ¿domesticado?
Gracias Gara por leerme y tus comentarios.

un texto asi entendido, el retrato del domesticado, amaestrado, del esclavo y dependiente sintiendo las cadenas de las comodidades, ante la simpleza de un hombre libre de ellas.
saludos
k

Perfecto, y atrapante relato.
Muy bueno,la urbanidad vs la humanidad

Gracias por el cometario Marioes.
Un saludo

El ciudadano dependiente en realidad es el ciudadano infeliz;porque la dependencia te esclaviza y te resta libertad!

Tu relato es muy fluido y descriptivo,se lee con facilidad;en algun momento me vi viajando por esa carretera,y con ese calor que derretia...volviendo la cabeza hacia atras mirando a EL LINYERA.

¡¡Abrazos de flores!!

Gracias, (con flores) por tus comentarios
Tarquino