Hace 3 noches

Pues después de presentarme acá les presento uno de mis intentos de cuento o no se que sera, no soy conocedor de cánones literarios, soy músico de profesión y psicólogo de aficion, aunque estudie la carrera de psicología, me dedico a la música.
Bueno a lo que vamos. (es un cuento en 1a persona, segun yo).




Hace 3 noches aproximadamente, regrese a casa, ebrio exageradamente ebrio, después de una tarde y noche y 1 cuarto de mañana tomando cerveza en bares de oportunidad, donde la cerveza se vende a precios de “solo recuper la renta”, y con amigos desempleados y empleados eventuales, pero con la falsa seguridad de que tenemos mucho dinero y lo despilfarramos como sea y en buenos lugares, según nuestra inflada autoestima, porque estos nos son bares para albañiles, ideas que nuestro conciente o nuestro “ello” dijera el loco de Freud nos hacemos.
Después de haber caminado casi una hora sobre las solitarias y obscuras calles que distan del centro a mi casa, con la mente casi despejada por completo y haciendo recuento de los hechos, acordándome de esa droga que me dijeron era solo para chicos hijos de papi, y como desgraciadamente la economía no permite hacerse adicto a alguna droga más cara que la cerveza y en presentación caguama, pues no me acuerdo ni que diablos era la droga que consumí, era algo así como dock o pack, no era mariguana porque esa si la conozco, pero según mi “estatus”, es solo para vagabundos, en fin que no soy consumidor habitual de drogas por que no me alcanza , mi economía no da para más, quisiera ser un consumidor y entrar en la lista de adictos que siempre han atraído la atención por su forma de vida desenfrenada y llena de locuras, pero…. en fin que ni me importa, estoy por llegar a casa aun traigo 20 pesos y no me acabe los 100 pesos que traía, fue una buena noche gaste poco y aun estoy borracho, muy borracho, no me alcanza para tomar un taxi, pero ¿Quién lo necesita?, la ciudad es bonita para recorrerla de noche, se ven muchas cosas, gente comiendo en buenos restaurantes, taquerías con tacos enormes grasosos y apetecibles, pero que así es la vida 20 pesos, no alcanzan para eso, pero serviran para la otra semana, alcanza para una cagumas, bueno faltan 3 pesos, pero de algún lugar saldrán.
Siempre se ha dicho que los solitarios viven rodeados de exentrismos, no se si esto sea un intento de paliar la soledad, que por más que busco no la encuentro, la soledad tal vez siempre este conmigo, pero no la siento, tal vez este latente, pero se esconde que aun no la logro descubrir, algunos amigos me dicen que como puedo vivir así, a mi edad y sin casarme y sin una relación que pase de mas allá. Todos somos diferentes, y todos creemos en alguna cosa, en estas divagaciones me encuentro cuando abro el portón de mi casa y sale a recibirme mi viejo perro, que a pesar de los años aun se muestra vigoroso y lleno de alegría, esto me recuerda que ayer, antier y ante antier y la semana pasada regrese en la misma situación, borracho a medias después de tanto caminar , después sale mi gata que lleva conmigo cerca de 8 años después una de sus hijas que tiene cerca de 3 años seguida por un nieto suyo de 2 años de edad, esta animales son parte de mi familia, imagino que están despiertos para esperar mi regreso, siempre los saludo y les pido que no me esperen, que se duerman y descansen, porque no tiene sentido esperar a alguien que siempre ha de volver, esta noche los veo raros, el perro tiene unos ojos que brillan en exceso, pienso que está feliz, brinca y me embarra de lodo, ha caído una leve lluvia, pero que basto para enlodar las calles, los gatos los veo muy raros, me miran e intentan tirarme con sus enormes colas peludas cuando llego a mi habitación e introduzco la llave para abrir, esta estúpida e impertinente llave se pone resbalosa y voltea sus dientes para no entrar en la ranura como dios le dio a entender, es una llave necia, no siempre se porta así, pero cuando se pone en este plan, es difícil convencerla, hay que armarse de paciencia y hacerla entender cuál es el lado correcto, al segundo intento esta se me resbala de las manos y cae al suelo lejos de la puerta y cae cerca de mi gata que me mira divertida en esta confrontación, al agacharme veo algo raro en mi gata mayor, parece esbozar una leve sonrisa , la cual a cualquiera le causaría curiosidad y como sabemos que los gatos son curiosos no dudo en preguntarle a esta tonta gata que es lo que le causa risa, a un chismoso y curioso no puede molestarle que alguien le pregunte . y le digo: ¿de que te ríes gata loca?, no espero respuesta, pero la gata con un claro gesto de molestia abre la boca para bostezar, pero no bozteza, abre su boca y…¡me dice! Con una calma propia de un gato: que bruto eres, si empujas la ventana puedes meter la mano y abrir por dentro…

que borrachera, hasta la gata hablo.
vaya soliloquio, creo que asi se siente...
saludos
k

Interesante relato, acelerado,y casi metiendonos en la cabeza de ese escabiado,como le decimos aquí a los pasados de copas.

Un gusto leerte.

Muy interesante como el lector vive el personaje a medida que lo haces andar. Es como de novela.
El cierre es bueno, acorde al relato y permitiendo que cada quien lo interprete a su gusto.
El problema está antes, cuando no ocurre nada que particularice al hombre y todo queda en un simple vistazo a flor de piel. Yo diría que el músico cumplió, ahora falta el aporte del psicólogo.