PROPUESTA LIBRO DIGITAL

LIBRO DIGITAL:

Se invita a los participantes de Letras para la publicación de un libro digital con el sello de la editorial de Letras.


Especificaciones:

TEMA ABIERTO

Género libre: (Incluye poesía, prosa poética, narrativa breve, y hasta guiones de teatro de un acto único).
Los textos no deben pasar de más de 400 palabras.
Los poemas que tengan un máximo de 40 versos.
Excepción para narrativa: Quienes no logren escribir máximo 400 palabras, podrán hacerlo hasta 800 palabras, pero sólo podrán subir un solo trabajo en este género: sí podrán hacerlo en otro género.

Todos los textos deberán ser totalmente inéditos. (Que no hayan sido publicados antes).

Podrán dejarse dos textos por autor.
Observación: En caso que sobrepase la cantidad de textos quienes estén en la coordinación de este proyecto escogerán cuáles serán publicados, sin embargo es importante que cada autor priorice los textos a dejar, esto con la finalidad de tener una publicación no muy voluminosa por si ustedes desean imprimirlo en papel, no sea tan costosa su publicación.
Solicitamos NO incluir imágenes.
El tiempo para dejar los trabajos será de un mes:
Se abrirá el 5 de enero al 5 de febrero del presente año.

IMPORTANTE: Todos los textos deberán dejarse en este mismo Foro
(Por favor no dejar nada fuera de él).
Se solicita que todos los textos presenten buena redacción y ortografía.

Cualquier duda al respecto pueden comunicarse al correo interno
con Etelsaga, Antifaz, Manu, Susy, Luhema.

Una excelente idea!
La calidad visual de la página es excelente y nos luciremos!
No es competencia, es exposición.

AMIGA ETEL ME ENCANTA ESTA HERMOSA PROPUESTA, DEL LIBRO, CUENTA CONMIGO AMIGA QUIERO PARTICIPAR, BESITOS

Bienvenidos y bienvenidas sean. Solamente lean bien las especificaciones y todo irá de maravillas...

Un abrazo

Pues ya tengo escrito el mío de narrativa, como tiene más de 400 palabras supongo que podré poner otro de prosa poética ¿no? si no he entendido mal.

Aquí a mi colaboración:









RECUERDOS DEL AYER

La fachada encalada presentaba desconchones que mostraban el gris del cemento. Las tejas, ennegrecidas por la humedad y el verdín, dejaban ver de trecho en trecho, pequeñas matas de flores silvestres semejantes a penachos de adornos funerarios.
Llegué a la entrada apartando a mi paso los cardos que llenaban lo que, en su tiempo, fue el jardín. El interior me abofeteó con la humedad de su encierro. Olía a moho. Una tenue luz que entraba por el ventanal del salón, rompía la penumbra total. No quedaban muebles. No quedaba nada. La sensación fue la de no haber tenido vida jamás. Incluso la energía había huido del dolor.
La cocina mantenía el fogón eléctrico sobre la chapa de la antigua de carbón y una butaca desvencijada llena de polvo y mugre, descansaba en una esquina. Los recuerdos se amontonaban en mi mente como una jauría de perros rabiosos contra los que debía luchar.
Aquella casa ahora me pertenecía, la había vendido. Los compradores me dijeron que la echarían abajo para construir una nueva, estaba demasiado vieja. Sí. Aquella casa debía morir.
Mientras subía al piso superior, miré por la ventana de la escalera desde la que se veía la calle. Todavía mantenía una cortinilla mugrienta que al intentar separarla para ver el exterior se desprendió de la barra de metal y se deshizo entre mis manos.
Cuando llegué al pasillo, contemplé las tres habitaciones. La que había sido alcoba de mi madre, mantenía la puerta entreabierta y vi un agujero vacío. El suelo sucio, con manchas aquí y allá, en un amago de recuerdo de vida, de algo útil puesto allí en alguna ocasión olvidada ya. Luego observé la puerta de la que, durante tantos años, fue la mía. Todavía conservaba puesta en la cerradura la llave y un escalofrío recorrió mi espalda mientras evocaba aquellos sucesos antiguos. Entré. Las contraventanas cerradas dejaban pasar un rayo de luz y pude contemplar la cama con la madera del cabecero mohosa, con manchas negras de podredumbre como si padeciera una enfermedad mortal. Ni sillas, ni cortinas, ni espejos… Me pareció que las paredes rechazaban los recuerdos, luchaban por huir, por olvidar, lo mismo que yo. Instintivamente miré a la pared de la izquierda. Junto a la puerta, como un asidero a la felicidad perdida, continuaba la muñeca troquelada en madera pintada de azul que había sido el premio a uno de mis relatos en la escuela. La cogí y la limpié con mis manos. Podría llevármela como recuerdo.
El jergón antiguo de finos hierros enrollados, sin colchón, se mostraba como un esqueleto de un cadáver que quiso ser hermoso alguna vez sin conseguirlo, y me estremeció. No pude evitar el recuerdo de las humillaciones sufridas por el cuerpo de mi padrastro sobre aquella cama. Luego, después del abuso, salía en busca del consuelo de mi madre y la encontraba en su habitación fumando mientras escuchaba a su cantante preferido con los auriculares puestos. Sólo podía llorar acurrucada en un rincón con el terror como único alivio.
Ahora todo había finalizado, la casa también. Aquella visita era la aceptación de mi vida, asumir todo lo ocurrido y lanzarlo al aire como un globo para que escapara de una vez para siempre de mi recuerdo.
Salí de la habitación y miré la muñeca troquelada de madera que conservaba en mis manos. Dudé. Ella también formaba parte del ayer. La colgué, otra vez, en la alcayata clavada en la pared y cerré la puerta con aquella llave con la cual, tantas veces había intentado evitar la humillación de la violación, luego abrí la ventana del pasillo y la tiré a lo que había sido, un día, el jardín. Allí se quedó perdida entre los desperdicios.
Volví a mirar la habitación cerrada como una tumba y con la comparación, sentí en mi interior un resurgimiento, una resurrección. Si, allí se quedaba enterrada mi juventud. Ahora, podía seguir viviendo. MAGDA.

Correcto, Magda. Ojalá la prosa no se te pase de las 400 palabras...

Un abrazo

Aquí va la prosa poética, Ethel. Sólo tiene 151 ò 152 palabras.

LA NOVIA

Se quedó esperando… En las manos, la flor marchita, en los ojos, la luz huída. El vestido todo blanco se ensombrecía como luz apagada, la oscuridad de su corazón la envolvía. Él no llegó nunca. Los encajes se ajaron entre el cuello de cisne de la hermosa novia antigua. Las lágrimas se cuajaron en aquellos ojos claros muertos en vida. La dejó al pie del altar, entre sus manos, una orquídea se deshojaba despacio a la espera de un milagro que cambiara su vida.
No volvió nunca, se fue sin decir una palabra de despedida, sin mostrar pena ni dolor, ni tampoco risa. Sólo, se fue y no dijo nada, como quien no da importancia a lo primordial de su vida. Ella se quedó esperando con la sonrisa muerta, los encajes adornando su cara de novia antigua y en las manos… se deshojó, poco a poco, la flor marchita. MAGDA.

Para mi torpeza ha sido imposible subir mi relato aquí.
El formato de la página no es compatible.
Lo subo como un texto cualquiera y hago la salvedad
de que es para esta sección.

Se llama "GOTERAS"

Parece que esta página está pensada para escribirle en vivo y en directo.
Ni editando he podido.

Llevábamos unos días con la canilla de la cocina rota y su metálico goteo nos recordaba la omisión, sobretodo en los silencios de la casa cuando su inclaudicable queja parecía más fuerte. Así llegamos al sábado con el ultimátum implícito, si no la reparábamos ese día tendríamos que esperar hasta el lunes porque la ferretería cerraba.
Sabido es que el Diablo se complace en adormilarnos con sus tentaciones y prolongábamos la sobremesa del almuerzo sin tocar el tema, bostezando la pereza en la modorra de las panzas llenas mientras la tarde respiraba su siesta en la cortina de la ventana que da a la calle. Pero halla la injusticia su voz más noble en boca de los inocentes y la Enana le preguntó a mamá si Martita podía beber mientras tanto, refiriéndose a la escuálida planta de tres hojas que le habían dado en la escuela para que cuidara.
Técnicamente, el caso le correspondía a Oso que estudia sanitaria. Sin embargo, su naturaleza es atender los cinco minutos que tiene por delante, de modo que si no se paraba de inmediato no lo haría jamás. Seba es el mayor y también el más dispuesto pero su condición de galán sembraba una duda razonable, podía ser que aun saliendo enseguida no llegara a tiempo. Y yo no decía esta boca es mía porque intuía el final. A última hora, cuando todos se hubieran acostado, mamá me pediría ayuda y haría uno de sus consabidos actos de magia.
Y aquella mujer infatigable que fuera la primera en estar en pie, que había limpiado, cocinado y vuelto a limpiar, sería también la última en acostarse cuando la canilla ya no goteara. ¿Y qué puede saber una profesora de literatura al respecto o en qué la puede ayudar un liceal? Es tan liviana que preferiría auparla a ella antes que a mi hermana.
Íbamos y veníamos de la sobremesa faltando de a uno para que no se interrumpiera. La tarde desagotaba y ya la brisa remontaba desde la playa trayéndonos el olor que llamamos de pescadores. La ventana era un velero insuflado que refrescaba el letargo… De pronto, ¡tuve la sensación de que había un bicho en la cortina!
Seba se zambulló sobre la mesa mientras que Oso desaparecía para atacarlo en la misma calle. Era un ratero que intentó manotearnos el teléfono inalámbrico. Para él hubiera sido preferible que le pegara Seba, que sabe infringir mucho dolor con pocos golpes. En cambio, Oso no cejaría hasta que se cansaran sus pesados puños.
Pasado el susto que disimulé calmando a la Enana, pude apreciar que, si bien era mayor que nosotros en edad, su estado era deplorable. Estaba muy lejos en peso y forma de ser una amenaza. Quizás esto lo salvó, porque existió ese momento de duda en que Seba habrá pensado dónde golpearlo sin que se quebrara y Oso adónde tendría que ir a recogerlo tras el primer golpe.
Terminó sentado a nuestra mesa frente a un tazón de café con leche y un plato de bizcochos que mamá le armó inmediatamente. Era una bolsa macilenta de huesos todo de un mismo color: ropa, piel y pelo. Por la camisa abierta se veía su pecho como una escalera. Sólo sus ojos, dos bolas de vidrio huidizas que amenazaban desprenderse del resto, parecían conservar la vida que la droga barata había estragado. Apenas si levantaba el tazón con sus dedos de alambre, más bien parecía un animal que bajaba a abrevar.
Ahora goteaba, y con mucha fuerza, las respiraciones de mis hermanos. Esperaban el más mínimo gesto de irreverencia para desaparecerlo definitivamente. Seba lo tenía de frente y su puñetazo al mentón lo sacaría por la ventana probablemente envuelto en la cortina; Oso estaba detrás y no veía las santas horas de descargarle el mamporro que lo estamparía en el mantel de hule cual si de otra fruta se tratase. Sólo la Enana sostenía entre sus manitas a Martita por si cuadraba la presentación; estaba fascinada con el grotesco peinado que la mugre plastificara.
Cuando la nuez de adán dejó de moverse en su cuello de buitre, comprendimos que era el final. Vendría un “¡Gracias!” por la merienda o un “¡Perdón!” por el intento de robo. En cambio, nos sorprendió con un “¿Quiere que la arregle?”, porque la canilla seguía goteando sobre la familia.

Buenos aportes, Magda y (sin)Antinfás. Como que me da verguenza aortar algo pero...bueno, ahi les va una prosa que comparto.

Migas viscerales

Ensimismada y sin brújula, la corteza del árbol fue trazando sus líneas mientras un jilguero invitaba a la rama a acurrucarse en el trinar de su canción. Y yo no sé si fue de día o era de noche cuando esa estrella fugaz, descolgada de tu risa, despertó mi ilusión; pero sé que lo hizo; porque te lo estoy contando. Así como abriste los ojos y ampliaste la comisura de tus labios para iluminar la más
linda sonrisa que había visto en mi vida; así, así como recorriste mi rostro deteniéndote en aquel encuentro bajo la lluvia, en aquella vez que me dijo “mamá” por primera vez…o cuando simplemente se relajaron mis facciones para recibir tu abrazo silencioso en la despedida de ese amigo.

Y yo no sé, vida, si mi corazón late en español, en inglés o al ritmo de una melodía Celta. Sé que late, y no es poco. Sé que hoy y ahora corren desbocados los minutos con sus crines brillantes y sedosas. Y ¿sabes? No necesito pintarle líneas blancas a mi asfalto porque las plantas de mis pies saben de la frescura de la tierra humedecida y las yemas de mis dedos bebieron una y más gotas de sabia de sus hojas cortadas por el frío de la indiferencia humana.

Hombre, si puedes escucharme donde se apagan las cuerdas vocales de estas palabras, no necesitarás preguntarte la manera de encontrar mis razones (porque no las hay detrás de la caída del sol de tu expresión, porque no las cubre el silencio de tu noche cerrada, porque no acepta definiciones limitadas)…porque sólo cierra sus ojos y se cuelga de la cola del cometa del deseo más pequeño (y mas grande) que pudo soñar mi corazón de niña.

Generalmente traigo todos mis textos desde Microsoft Word sin formato ni diagramación, solo como texto. Si acaso no les funciona, ensayen copiándolo desde Word y pásenlo al Bloc de notas y desde ahí o copian y lo traen aquí, pero recuerden que no deben tener activado en color rosado el último ícono que tiene una A grande y una pequeñita a su izquierda. Este aparece cuando se da Previsualizar.
Espero haberles colaborado a ver si les funciona ahora sí.

Feliz día.

antifaz, ya tienes tu texto bien.

Grande, Ethel!
Estoy en tantas cosas que ya no sé nada (hago mi propia Web, aparte del PS).
¿Verdad que soy un poco atrevido?

De eso se trata: de vivir y hacer lo que nos apasiona!....

Un abrazo

Aqui envio mi colaboracion Etel:


Con cierto abandono indolente y soñoliento, Alberto le dió una larga chupada a su picante Gitanes. Contuvo el aliento por unos segundos con los ojos entrecerrados, moviendo suavemente la cabeza al ritmo embriagante de la inmensa voz de Ella Fitzgerald y con actitud plenamente satisfecha, exhaló una nube de humo azulado que lo fue envolviendo perezosa y misteriosamente.
Miró a su compañera de reojo, guiñándole un ojo travieso, a lo que ella respondió sólo con una sonrisa magnífica y el paisaje de sus ojazos verde agua bien abiertos. Una sonrisa enmarcada por los contornos carnosos de sus labios brillantes color carmesí con purpurina.
Si alguien valía la gran cantidad de dinero invertido en esa noche de placer supremo, esa era Dorita. Llamativa y voluptuosa. Callada, atenta y siempre lista para la acción.
Alberto se levantó de su reposera en el amplio balcón del penthouse, se ajustó la bata y con paso cadencioso traspuso la puerta vidriada hacia el interior del lujoso departamento. Allí, la música se percibía más llena y envolvente, la atmósfera era un poco más comfortable que la fresca brisa del exterior. Se dirigió al bien surtido bar y se sirvió un martini. Giró la cabeza hacia su compañera en forma inquisitiva, pero sabía de antemano que ella no bebería.
Empezó a caminar de regreso hacia el balcón en semipenumbra, moviéndose cadensiosamente al compás de la dulce melodía, arrastrando suavemente las mullidas pantuflas sobre el reluciente piso de madera en simulados pasos de un baile lento y sensual. Dorita miraba abstraídamente hacia el cielo magníficamente estrellado. Desde abajo se escuchaba apenas el apagado murmullo de las olas del mar rompiendo sobre la fina arena de la playa.
Alberto volvió silenciosamente a su asiento, no queriendo romper el embrujo de ese momento maravilloso. Paladeando lo que sabía iba a suceder un poco más tarde. Cerró los ojos, aspiró el aire fresco, ligeramente salado y pensó qué linda podía ser la vida de vez en cuando. Sólo había que planear, buscar la oportunidad y, como en esta ocasión, invertir el dinero sabiamente.
Después de finalizar su trago y de fumarse un segundo Gitanes, mientras miraba de soslayo a su compañera de aventura, también meditó sobre los beneficios del silencio. La ausencia de comentarios superfluos e irrelevantes hechos sólo por la obligación de mantener una charla previa a la refriega. Y lo que era mejor aún, no tener que revelar información personal, por más escasa que fuese, a alguien con quien quizás sólo volvería a compartir alguna que otra velada de vez en cuando en su vida.
Sí, definitivamente ésta era su noche de suerte donde todo saldría redondo. Suspirando profundamente y sintiéndose sumamente exitado por el ambiente circundante y su propio estado de ánimo, Alberto se incorporó, miró con cierta ternura a su acompañante y delicadamente la alzó en sus brazos para conducirla hacia la alcoba invitante.
No apresuró su paso, ni tampoco necesitaba hacerlo. Dorita era casi etérea en su liviandad. Con la cabeza echada hacia atrás, en una maravillosa mezcla de abandono y sumisión, su cabellera flotando en el aire y la perenne sonrisa insinuante en su rostro juvenil, resumía todo lo que un hombre podía desear para un disfrute temporal, sin culpas ni compromisos.
Alberto la depositó suavemente sobre las sábanas de satín color nácar, susurrándole quién sabe qué cosas al oído. Comenzó a besar primero despacio y luego más apasionadamente su cuello. Bajó hacia el busto y allí comprendió que prefería más turgencia. Entonces, deslizó juguetonamente su boca hasta el vientre y un poco hacia el costado, a la altura de la cadera. Destapó la válvula protuberante y sopló en ella varias veces hasta que la firmeza del vinilo fué de su total agrado y gusto...

okey... Fobio..

Y Xime, inspírate por favor, mira la luna y verás que llegará el hadita mágica y te dictará al oido.. Recuerda que también puedes dejar poemas...

A Jolines, yo quiero, yo quiero si se me permite y es de buen proceder:




A ti mujer que acariciaste el limite de mi vida con mi ser,
seguiste mis pasos sin titubeos en el sendero del mas allá
a ti, que me entregaste dos hijos que pudieron ser tres,
que retornaron mi vida en sueño existiendo solo por ellos
a ti que con el empeño del tesón te dejaste naufragar
en mis arrogancias, en mis caprichos, en mis desdenes,
a ti que retuviste el paso del tiempo con el aliento
de mi deseo, tu que a mi vera te hiciste mujer
y ahora sueñas con retenerme, mas dejame marchar
ya es la hora, el paso del estrecho toca a su vital final

Quiero que recuerdes mis palabras sin niebla
mis ojos sobre tus pupilas, mi mano en tu torso
quiero que sueñes cada noche con el escorzo
de nuestros cuerpos desnudos, y vivas sin luto
rebusques en mi el reencuentro entre mis escritos
proscritos, desordenados y secretos que te dirán
lo que desee decirte constantemente cada mañana.
Y ya ves no lo hice, di por sentado siempre que lo sabias
a lo mejor era la inconsciencia diaria de la rutina,
o simplemente, la dejadez de no dar importancia,
a unas palabras que pronunciadas no dirían apenas nada

Encontraras aquí descripciones, paisajes, sueños acciones
todas que te llevaran a dibujar tu silueta, bailando en el sendero
de pie en el circo, arropado sobre el estío nocturno toledano
rompiendo lo agridulce, buscando lo salado, mal rimando,
pero siempre diciendo un tenue y pronunciado Te quiero.
Dejame marchar mujer, que debo cerrar ya los ojos de mi tiempo

Mis aplausos don Juan...

Un abrazo

Es que voy a dejar poemas Ethel, es lo mío, prosa podria ser una que otra, pero mi sentir anida en la poesía.
Ahi te va una recien salida del horno jaja y es casi literal la expresión .

DESTRUIR EL MITO

El púrpura de tus ojos
coronan mis tantos delirios
mientras desnudas mi alma
me encadeno a mil suplicios.

Entro al conmocionante país
de los mil escalofríos,
hechizada por la belleza de tu rostro
sobrevuelo infinitos abismos.

Atada a tu hipnótica mirada
inconciente a tu lado anido
intentando una vez más
cambiar tu sombrío destino.

No eres hombre, ni mujer
mucho menos eres niño,
aunque tengas un poco de ellos
engañosa figura,peligroso espejismo.


Vagas inquieto entre dimensiones
persiguiendo el ansiado olvido,
Centellas y rayos,alumbran tu camino
amo de la oscuridad,ángel caído.

Anhelo ingresar al recinto prohibido
de tus debilidades y desatinos,
sanar tus heridas,destruir el rencor
comprenderte, tal vez, destruir el mito.

Descreer lo que la historia nos cuenta
quizas reparar en lo que ha escondido,
ayudarte a cargar la pesada cruz
de tu amado paraíso perdido.

Un ser más en éste Universo
cosechando errores de tiempos idos,
arrastrando cadenas de culpas
doloroso karma,en rosarios de siglos.

XIMENA
(me lo cuidan que está recién nacido,no me lo hagan llorar)

AUSENTES BESOS PERDIDOS

Milagros por la soleada selva
el rocío va cargando las ramas,
y el dolor se escurre a lo profundo
por este ausente amor…

Llega la hora, el tiempo sabe
que te estaré esperando
vida angustiada , el llanto nos rodea
en la noche perfumada de azahar…

Labios ausentes besos perdidos
que el tiempo fue llevando,
junto a tu nombre alado
sangre que se dilata de puras pasiones…

Laberinto del pasado donde me pierdo
con lágrimas cecas cresiendo dentro del alma,
una burbuja lenta con cigoto coágulo
anidando en mi fantasías de locuras…

Esta antorcha de luz guardaré
por los siglos, y la elevaré al cenit
de mi ideal, vislumbrará en los cielos
en mi imaginación de sueños imposibles…

COMARCAS DE FLORES SUSPIRANTES

Relámpagos extasiados en la noche
pez que nada aprisionado,
entre nubes sin brillo
sueños sombras, eso somos…

Nuestra sangre desciende por los valles
como huracán desbocado,
perseguidas voces que lleva el eco
por palabras calladas con llantos…

Te llamo en mis soledades
comarcas de flores suspirantes,
en cielos luminosos abiertos
vientos confundidos entre siderales nieblas…

Llamas caen de mi corazón doliente
promesas ciegas de amor sin espigas,
jamás regadas con lluvia de verano
con suspiros entrelazados de los cuerpos…

Ruinas del pasado licuadas entre sombras
sendas misteriosas vértigo lastimero,
recuerdos encadenados al pasado
de sabores perfumados y esencias de ilusión…

Ruinas del pasado licuadas entre sombras
sendas misteriosas vértigo lastimero,
recuerdos encadenados al pasado
de sabores perfumados y esencias de ilusión…

Muy bien!... Mis aplausos...

¡Hola Ethel!

No sabía que se había abierto esta propuesta, pero de lo que sí estoy seguro es que participaré.

Gracias.

Ssilvaro

ssilvaro, se había anunciado en el Boletín...

Gracias por participar...

¡¡HOLA ETEL QUERIDA!!!!
YO TAMBIEN ME APUNTO¿¿PUEDO????...
ME ENCANTARÍA ENTRAR EN ESTA PROPUESTA...
SÉ QUE MIS POEMAS SON DE LO MÁS SENCILLITO, PERO AÚN ASÍ ME ENCANTARÍA PARTICIPAR...
SI PUEDO CLARO...
GRACIAS POR ESTA OPORTUNIDAD CARIÑO...
UN BESAZOOOOOOOOOOO...
GUAPÍSIMA!!!!

EXTE TEXTO ES PARA COMPARTIR,NO PARA EL LIBRO,SI ALGUN MODERADOR LO PUEDE PASAR AL FORO TEXTOS, SE LO AGRADECERIA,NO QUISE BORRARLO POR LOS COMENTARIOS,PERO PIDO DISCULPAS POR EQUIVOCARME DE FORO,GRACIAS.



Doña Engracia Concepción Sánchez, es de esas personas que se me antojan ya han nacido viejas, aunque mantiene su coquetería tan intacta como la de cualquier adolescente.
La familia Sánchez, había vivido casi un siglo en la Villa Cósmopolis. La vieja casona fue el hogar de Doña Engracia hasta la muerte de su padre en un misterioso accidente. La propiedad pasó entonces a manos de su primo, pero según Doña Engracia, ella sabe que es la única que conserva la verdadera herencia de los Sánchez, el don de la telepatía, que según cuenta, le causo la muerte a uno de sus familiares en la hoguera como cuatrocientos años atrás. Dice que hay otro que tiene el mismo don, un hijo fuera del matrimonio que tuvo su padre, y que ella sabe es su hermano por tener dicho don.
Nos gusta escuchar a Doña Engracia, que va dejando salir de su boca bien maquillada de carmi esas historias ,que nunca sabremos si son reales o son sueños descolgándose de sus increíbles ojos grises.Ella sabe crear una historia de suspenso, de romance o de intriga que cuesta no quedarse horas escuchándola.
Quizás no tenga el don de la telepatía como ella afirma, pero bien que sabe adivinar lo que pensamos, tal cual nos demostró el día que con los chicos quisimos hacerla caer y demostrar que no tenía telepatía.
Ante el descubrimiento de nuestra travesura, quedamos impactados, ¿realmente tiene telepatía?
Pero Doña Engracia con esa serenidad que la caracteriza por haber vivido tanto, contesto con una sonrisa:
-Ma, que telepatía purretes, obviedad, nada más que obviedad._


BUENO ES MI APORTE,AUNQUE LES PEDIRIA QUE ME LO CORRIGAN Y SUGIERAN,NO CREO QUE ESTE A NIVEL PARA ENTRAR A UN LIBRO.
TITLUO: dONA ENGRACIA

Matu a mi me gustó mucho, me pareció interesante, ocurrente y sobre todo no me dispersé como suele ocurrirme cuando algo me aburre.Además le agregaste la ventaja de la brevedad lo cual no le hizo perder su contundencia. aunque mejor que se expresen los especialistas que están acostumbrados a los concursos jaja yo no acostumbro a evaluar o aconsejar sino a disfrutar del texto o salir bostezando para otro lado aqui te aplaudo .Lo que si vi por ahi que pusiste "...su boca bien maquillada de carmi ¿No te faltó la ene final? sería carmín que vendría a ser el lapiz de labios pero supongo solo omitiste la ene involuntariamente.Solo eso tengo que decir y me voy chiflando bajito con cara de yo no fui

Manu y Pily perfecto!... Mateo no te preocupes que te colaboramos. Me gustó, no demerita para nada hacer parte en el libro...

Un besito

AMIGA ETEL NO SE SI MIS POEMAS ESTÁN A LA ALTURA DE MIS COMPAÑEROS DIME TU SI QUIERES QUE CAMBIE ALGUNO DE LOS DOS, BESITOS,

AHH ,,XIMENA,JA GRACIAS ME ELEVAS EL ANIMO,Y SI DEBE SER CARMIN,JA PERO ESO LO SABEN LAS MUJERES,GRACIAS POR EL DATO

¡Hola Mateo!

Sin ánimo de echarte flores, considero que lo que has escrito está de maravillas, no hay nada que endiviarle a nadie; espero que sigas así, ya que quiero ver en la juventud y tú que la representas a esos sucesores de los Borges, de los Benedetti, de los Huidobro, de los Carpentier, de los Márquez; como decimos en mi país: no se me vaya a arrugar.

Suerte.

Ssilvaro

Mateo acabo de leer tu relato y me ha encantado ¿por qué crees que no está a la altura de los otros? no te subestimes, es estupendo y aunque este libro no es una competición, el tuyo está a la altura de cualquier otro, ya lo creo Muybien escrito y llega al lector, de verdad. Un beso.

Mateo, creo que ya lo dijo Ethel "De eso se trata: de vivir y hacer lo que nos apasiona!..." escribir, leer, compartir. Si Ethel me lo permite; que fue la de la propuesta, te comento que a mi (y aquí todos aprendemos de todos pues eso de "los especialistas que están acostumbrados a los concursos", Xime, no creo que sea así... y como dice Magda, lo veo como colaboraciones y compartir pues no lo siento como competencias) me encantó tu relato. El personaje de Doña Engracia es de los que adoro leer. Son mágicos... A mi, me gustó; me parece bien escrito y se lee con fluidez e interés

Mateo, si aceptas que te de mi opinion, te dire que el tuyo me parece un buen relato que no es para nada inferior a los demas. Con la sola pequeña salvedad que te señalo muy bien Ximena, con lo de carmin, es un relato ameno y entretenido, amigo. Vos seguile dando al teclado, compañero. La experiencia viene de a poquito, pero las ideas y el talento estan, m'hijo. Un gran abrazo,
Jose