Mama cuéntamelo otra vez

-Mama cuéntamelo otra vez-. Le dijo el pequeño agarrándose la tripa porque esta hacia ruido y tosiendo al mismo tiempo
-Muy bien hijo-. Le dijo la madre con lágrimas en los ojos y con su pequeño en su regazo
-Existe un lugar donde no hay guerras, ni hambre, ni enfermedades-. Decía la madre mientras el pequeño sonreía.
-Donde la comida sobra, donde el agua corre fresca para cada persona, donde los problemas no existen, se lo inventan, donde la gente puede salir de sus casas sin miedo, donde todo el mundo es feliz y ayuda a los demás-. Seguía diciendo la madre
-no te preocupes, ya verás cómo se dan cuenta de que estamos aquí y vendrán a ayudarnos a ser felices como ellos-. Termino de decir la madre llorando con el cuerpo de su hijo en sus brazos, sin vida por causa del hambre.

Impresionante Arba! Ya te lo dije, me ha dejado con una sensación de desazón terrible. Pero la verdad, que es una terrible realidad... que ojalá eso algún día se recordase como una triste y lejana mala historia!

Como siempre es gustazo leerte!

Un fuerte abrazooo

Que lastima que se deba escribir sobre eso, me recordo a Biafra.

Una estampa fuerte, que provoca indigestión.
El escritor es un guerrero universal y atemporal,
su lucha contra la injusticia es legendaria
y la más difícil es abrir los ojos de quienes no
quieren ver.

Una realidad que me azotó con fuerza a través de tus grandes letras.
Mis respetos en un saludo desde la isla de la calma.
Paula.

Respetos a tu relato y a tu sensibilidad (lo demás, supongo que cada uno en silencio sabrá como ponerlo en acción...y sé de muchos que trabajan sin ser vistos ni escuchados, para que esto no siga pasando)
Un abrazo comprometido.
Silvina.

Muy fuerte tu relatato, y apesar de los pesares del cuento, hay que admitir que lo narrás muy bien.

gracias a todos por vuestros comentarios
abrazos

ciertamente es así, quizás algún día solo sea eso... simplemente una historia de ficción
saludos

Muy bueno, real y triste. Saludos,
Jose

gracias Jose por comentar
saludos