CUANDO SE ACERCA EL INVIERNO

CUANDO SE ACERCA EL INVIERNO


En la soledad buscada, deseada y disfrutada de esta casa, al llegar el tiempo frío cuando ya el invierno comienza a dejarnos ver su nariz, entretengo las horas en lecturas, escrituras y películas de video de las que hay aquí, una bonita colección. Ayer vi una que me dio tema para pensar, aunque esto no resulta muy difícil en mí. Cualquier suceso, por pequeño que sea, le da motivo a mi mente para enredar, analizar, elucubrar e imaginar detalles, situaciones, momentos, despertar recuerdos y crear historias que luego plasmo en el papel. La película se titula en español "El invitado de invierno" y aunque acepto la realidad de que seguramente no gusta a todos los públicos ya que puede resultar aburrida: Tiene poco diálogo y el paisaje aunque hermoso en su contexto, puede parecer deprimente, a mí me gustó porque expone la profundidad de los sentimientos y lo demuestra en el vivir diario, en un grupo pequeño de personajes con diferentes cualidades. Una madre anciana, su hija recién enviudada, su nieto, un jovencito que despierta al sexo, dos ancianas sin quehaceres importantes y dos adolescentes. La música de piano es dulcísima, la actriz principal, Emma Thompson, una de mis actrices preferidas y se desarrolla toda ella en el mismo pueblo cubierto por el hielo del invierno, inhóspito pero que a mi me pareció lleno del calor de los emotivos sentimientos.
No voy a explicar la película, quien quiera verla, que la busque en algún Videoclub, tal vez la encuentre, sólo quiero decir que levantó la envoltura de esos sueños olvidados guardados en el corazón y los dejó al descubierto llenándome de una nostalgia incomprensible. Hay sucesos que cuando los ves vivir en otros personajes, sin saber por qué, los aferras, los haces tuyos y, de alguna manera, los añoras aunque no hayan sido vivencias exactas, sin embargo, el suceso sí ha sido similar, similar en la impronta dejada en tu corazón. Algo se movió, un día, que hizo vibrar las fibras más sensibles de tu espíritu y que se parecía enormemente a las escenas de la película y eso te hace regresar a tiempos pasados donde se desplegaban ante ti, momentos hermosos que luego dejaron un rescoldo de nostalgia sin saber encajarlos en el lugar adecuado, por eso los escondes, intentas olvidarlos y así, en el olvido, pasan los años, el tiempo... hasta que, un día, cuando ya te crees fuerte, invencible, puedes con todo, a ti ya no te hace mella nada... de pronto, la interpretación de una escena, una frase llega y enciende la chispa del recuerdo. Te ves a ti misma en aquella situación aunque el escenario sea totalmente distinto, lo importante es el sentimiento revivido.
Eso exactamente fue lo que me sucedió ayer con esta película y, como siempre hago, analicé la causa. Quizás porque se desarrolla en un pueblecito de mar y a mi siempre me han gustado los pueblos marineros, tal vez por el vuelo y los gritos de las gaviotas; me encanta el vuelo de estas aves junto al mar, observarlas descansar o pescar; o los sentimientos de la joven viuda con los que me identificaba o los de la madre anciana que no se resigna a envejecer. Incluso el despertar a la vida de la pareja de jóvenes, momentos huidos, ya imposibles de volver a vivir, o la inocencia de los adolescentes que se abre indecisa ante las realidades no esperadas. O, quién sabe, el temor a llegar a ser, con el tiempo, una cotilla sin quehacer que sólo se preocupa de disfrutar con las penalidades ajenas. No sé, no acabo de entender ese impacto que acostumbra a sentir mi corazón cuando algo me conmueve y lleva mi mente hacia regresiones ya olvidadas que provocan el regusto de un recuerdo que ni siquiera se sabe con seguridad si se ha vivido o simplemente es una sensación ya sentida o deseada por la felicidad percibida en el corazón, una felicidad añeja, pintada de amarillo, seda transparente, deslucida por el paso del tiempo que cubre los sueños olvidados.
Sin embargo, esa nostalgia me hace feliz, me hace sentirme viva, con infinidad de experiencias, buenas y no tan buenas pero todas necesarias y hermosas porque, todas y cada una de ellas, han formado parte de mi vida y están unidas a mi. Ellas, las vivencias, los sucesos, las anécdotas, cada instante experimentado, son una marca grabada que puede resurgir para recordar algo, ocurrido ya, en un determinado momento de la vida... algo que, de alguna manera, se quedó en el corazón para siempre.


Uploaded with ImageShack.us

Eso también me ha pasado amiga, al ver una película y rememorar algunas cositas que siempre están guardadas por ahí. Has contado muy bien esos momentos y como te llegan, el sentimiento en su profundidad y como dice Nomade, una reflexión tan interna ésta que compartes. Y claro que dan ganas también de ver esa película. Excelente prosa amiga.

Un beso,

Ignacio

Se lee tanta humanidad, Magda, en tus relatos...y coincidimos en algo: la nostalgia como vivencia grata (ese lugar sagrado donde lo vivido está resguardado y vivo)
Un abrazo.
Silvina

Gracias amigos, disfruto esos momento internos en los que, cualquier detalle, de una película, de un pasaje musical determinado, de un perfume o un lugar te retrotrae a otros momentos vividos; momentos que, tal vez, en la realidad no fueron tan hermosos pero que, al surgir esa chispa que enciende la llama de al sensación olvidada, los amplia y embellece... Algunas veces, los recuerdos nostálgicos son verdaderamente hermosos y más si los puedes reflejar en palabras. Gracias por leerlo y por comprenderlo Un abrazo.

Me deje acariciar y mimar por sus letras y disfrute del momento.
Un abrazo querida Magda

Me ha gustado mucho este comentario, me encanta que mis palabras acaricien...
¡gracias Antonio, amigo! Un abrazo.

Muy buen relato, Magda. Absolutamente disfrutable. Y entrar, por cualquier motivo, al reino de los recuerdos es lindo, muy lindo. Al menos, asi lo creo yo. Me encanto leerlo, amiga. Cordiales saludos,
Jose

Gracias amigo Jose por pasarte por mis letras. Un abrazo.

Leerte siempre es adentrarse en un refugio de sensibilidad ,de sabiduria y de buenas y preciosas palabras que es dificil describir...
Te leo,mil gracias por compartir tus palabras y tus recuerdos Xanino.

¡¡Abrazos de flores !!

Gracias amiga. Por cierto, voy a aprovechar esta ocasión para decirte que recibí una nota de Elisa para vernos y comer en un vegetariano. Uno de mis hijos me ha recomendado uno en Bordadores, entre Mayor y Arenal (Elisa decía de ir al Barrio de Las Letras, por aquello de ser escritoras y este está muy cerquita) Si te parece quedamos un día. Hoy me voy a Toledo con unos amigos que vienen de Barcelona.
Hablamos.

Claro que sí!,nos vemos por el vegetariano y celebramos las palabras y el conocernos!!en el barrio de Las Letras.(Risasss...).
Estaremos en contacto.Disfruta de éste dia lluvioso en Toledo,estará aún más bonito y poético con la lluvia que cae.
Un abrazo Xanino.