¿Control?

Lucía está, las luces se apagan a la lejanía, en la montaña de la Sierra de las Minas la bruma lo abarca todo lo aplaca todo, ella no se inmuta ante las señales, no hoy ni mañana, quizá en algún momento pudiera romperse, simplemente volver a sentirse liviana en este universo extraño, para nunca más sentirse un juguete sexual.

Se pregunta si podrá volver a llorar ¿Debilitan míseramente los sentimientos al ser? Mientras cabila, intuye, y siente que debe empacar su sonrisa para un viaje largo, y simplemente guardarla hasta que sienta que realmente la puede usar de nuevo.

¿Necesita un nombre nuevo? –No.- Necesita generar sueños nuevos, donde ella se encuentre consigo misma, y se guste de nuevo.

Donde ella y solo ella tenga el control…

¿Por qué no poder jugar un juego con sus propias reglas? Un juego donde sea ella quien mande, quien gobierne su propia vida. Y no porque alguien más lo hiciera, lo hacían porque ella quería que fuese de esa manera, ella quería ser gobernada, no tener control de su propia vida, de su propio cuerpo era algo tan relajante.

Miguel con esa manera de ser tan retorcida, con tan poco que compartir excepto informaciones como que al tercer rugido del león de mago de Oz, hay que darle play al CD “The Dark Side of the moon” de Pink Floyd, la forma que hay que quitarle semillas a la hierba, la ebullición hasta encontrar la perfección en el liquido blanco, las formas y calidades de diferentes pipas de agua; el hecho de cómo el umbral del dolor, y el umbral del placer son paralelos, se tocan y son casi lo mismo.

A punto de ahogarse tocaba el cielo, la respiración escasa, lágrimas en los ojos, vista nublada, humedad, orgasmo, dolor, contracción, y la risa retorcida de Miguel sujetándola con el cinturón alrededor de su cuello.

¿Quién era ella para juzgar? Al fin y al cabo ella solía ser feliz con las complicaciones, con ponerse ropa que la tapaba de más en alguna sesión ida de control, o la colección de lentes oscuros, totalmente oscuros.

Un alfiler hundido a la mitad, o más de la mitad en una superficie sensible, puede prolongar el placer. Ser atado y derramar líquido ardiente en la piel es placentero de igual manera, la cera, el agua, o el mismo semen, o todos juntos.

Sus amigas no tenían ese tipo de relación, ninguna de ellas tenia de pareja a un artista que usaba de tempera su propia mierda. Un ser inductor del masoquismo, buscador de conciencias alternas, misógino, cuando encontraba esas conciencias. Era entonces después de golpes que no eran placenteros que Lucía se preguntaba si esa vida con Miguel no era artificial.

En todo caso estar casada, ir al súper, al club los domingos, sí, eso sería una tortura. Para que el marido llegase cansado para echarse en el sofá a ver el futbol.

Con Miguel no era así, el no la celaba, ella podía irse de gira con el ballet tranquila, podía ser sin temor ella misma, sin ceder. Y cuando regresaba de esas giras, Miguel le arrancaba la ropa, la sometía.

Casi siempre Lucía gozaba, siempre era ella quien lamía sus píes, quien se ponia en cuatro patas, la que tenia miedo de dejar huellas de sangre en el calzón durante las giras.

Fue él quien propuso el nuevo juego, con sus reglas como siempre, y fue entonces que la situación empezó a cambiar. No, Lucía no compartiría al artista retorcido con otro hombre.

No la tomaría exclusivamente a ella, todo lo que veía, todo lo que temía… Ya no sería la victima exclusiva, y ella ya tenía la edad suficiente para ser victimaria, para ser la ama en un juego donde ella pudiese poner sus propias reglas. Miguel sin querer había sido un excelente maestro.

Y bajo la penumbra de aquella montaña en la Sierra de las Minas, Lucía escapaba no únicamente de los dos cadáveres que había dejado en su apartamento.
Escapaba de ella misma.

Voy y quito lo de la adevertencia, me parece que está de más. El cuento no es tan fuerte.

NO, NO ES TAN FUERTE, ES BRUTALMENTE REAL
MIENTRAS LO LEIA VEIA LA VIDA DE MUCHAS MUJERES Y COMO ELLAS AL IGUAL QUE LA PROTAGONISTA VAN ENCONTRANDO LAS EXCUSAS PERFECTAS,VAN ACEPTANDO SITUACIONES COMO NORMALES.
EN ESTE CASO, LA PROTAGONISTA TOMA EL CONTROL,LOGRA SALIR DE ESE SUBMUNDO EN EL CUAL ELLA MISMA SE PERMITIO ENTRAR,CREYENDO TENER CIERTO CONTROL, EN OTROS CASO, MUEREN EN EL INTENTO.

ME GUSTO EL RELATO,Y PUEDE TENER VARIAS INTERPRETACIONES, QUIZAS ELLA SIEMPRE TUVO EL CONTROL SOBRE ELLA MISMA ,NO SÉ.
MUY BUENO MANUEL,ME GUSTA COMO ESCRIBES

Gracias Mateo, si lo de las interpretaciones tenes razon, quizá es un cuento de como el egoismo se sale de control, o quizá es simplemente que estoy oyendo un sencillo del grupo interpol que me encanta y su música tiene algo de retorcida, o quizá yo tambien soy un retorcido en potencia... Lo del mago de oz con pink floyd lo vamos a hacer este viernes.

dejo el link de Interpol:

http://www.goear.com/listen/ddd86f2/lights-interpol

En fin gracias por el comentario mi querido Mateo.

Un abrazo

Muy bien escrito. Crudo, pero con varias interpretaciones (es más, me atrevo a decir que hasta lo del género del personaje puede ser irrelevante)

Me encanta que luego de escribir los lectores que me hacen favor de leerme hagan suya la historia con sus interpretaciones, a veces creo que en esas interpretaciones están todas las aberraciones de mi subconciente

Gracias por el comentario Silvina... Un gran abrazo.

Un grupo impresionante Interpol que busca con sus ritmos y letras introducir al oyente en sus ideas y estados de animo, buenisimo sin duda.

El texto, bueno, muy bien escrito, donde el control lo tiene siempre la muchacha, al aceptar un estilo de vida,más allá que crea disfrutarlo o no, y no aceptar ese cambio.
¿desquicio, locura, sometimiento?,ni idea, pero siento que el control en todo el momento lo ha tenido ella, y que ante el miedo de poder perderlo, resuelve terminar con una relacion de una forma violenta, demostrando así que hasta en la vida del otro ella tiene el control (aunque paradojicamente ella no tenga control sobre sus mismas emociones)
Muy buen texto.

Voy a coincidir con Silvina.
Me parece que el sadomasoquismo es la nave en que le tocó viajar a la protagonista y que Control es el rumbo. Que lo que importa es el viaje.
Dos artistas tratando de hacer arte sexual en sus cuerpos no pueden tomarse a la ligera. Y Eros y Tánatos son las máscaras del Arte. Inclusive, más que las de Drama y Comedia.
El problema es que un cuerpo y su psiquis no se arreglan tan fácilmente como un ensayo más en teatro o música, o un nuevo lienzo en pintura.
Control parece ser la clave de cualquier viaje.

Manu, este relato me dejó pensando y eso, es lo primero que te voy a agradecer, es un ejercicio que debería hacer más a menudo.
Un abrazo, por supuesto que disfruté de la lectura.

¿El control lo ha tenido ella? Buena apreciación ciudadano, ella jugaba su rol, si ella no hubiese querido el juego se acababa.

Interpol es un bandón...

Gracias por el comentario, un abrazo!!!

Buena apreciación antifaz, tenes toda la razon. Un abrazo

Gracias Ricardo, la maestría que vos tenes hace que agradezca más aún el hecho que te pases por acá.

Muy buen texto,bien narrado, que a pesar de la crudeza del mismo, no suena mal,sino real, ¿control?, o todo esta fuera o dentro de control,es asi,y parece que la regla no tiene esepciones.

Una historia para pensar y mucho. Bravo Manuel, capturaste una realidad aculta de nuestra sociedad globalizada.
Saludos

Un muy buen relato, amigo Manuel. Muy crudo y bien hecho. Si acaso, te sugeriria que revises un poquito la puntuacion. Pero la historia es muy buena. Saludos,
Jose