Placas

Sus rodillas parecían besarse. Sentados sobre un par de carretillas, sus ojos cantaban; impotentes, el camino que tejían las huellas de las ruedas en la acera. Hablaba poco; el timbre de su voz se asemejaba a un tango (aunque nunca se lo dije). Llevaba alrededor del cuello una cadena con un par de placas con un nombre grabado (el suyo, supongo).
No quise preguntar (no ese día). Pero la duda y los rastrillos en sus ojos levantaron la angustia y la tierra a través de un campo arcano (arcano y minado de imágenes desgarradoras).
Y la noche se me vino encima (más de una vez) con sus secretos al oído, sus sombras y sus luces, con los latidos lentos sobre la almohada, la respiración por momentos agitada, algunas soledades e historias enredadas detrás de la barra de algún bar que servirían de inspiración a algún poeta o compositor para improvisar alguna escena.
¿Su nombre? ¿Importa su nombre? ¿Sabés? sentí muchísima vergüenza de la indiferencia. Tuve que ayudarlo a bajar el cordón de la vereda porque la rampa estaba bloqueada por un auto. Detalles (¿detalle?). Él, me tomó suavemente del antebrazo en un gesto de humildad y gratitud (no cualquiera sabe recibir ayuda) y fue como si hubiera llenado mi venas de helio y cubierto mi desierto con su sombra, porque no recuerdo haberme sentido tan fresca y ligera.
No…no lo he vuelto a ver…si; ya sé que la guerra ha pasado…él, también.

(Y muchos vuelven, y hay gozo. Pocos hablan de lo vivido. Y muchos vuelven, partidos, y hay preguntas sin hacer. Pocos tienen la fuerza. Ya no son los mismos que partieron entonces. Y para quien esperó, nada de eso importa. Quien sabe si algún día la utopía sea el sueño transformado en realidad por algún alquimista despistado que, en su descuido, recuerde que en cada nube hay un deseo de sosiego que vuelve a la tierra en precipitaciones aisladas)

Un texto muy bien llevado, sobre una realidad que deben enfrentar algunos vateranos de guerra.
Para reflexionar , sobre esos héroes olvidados.

Gracias Lenys y Azucena por su tiempo y lectura. Lo valoro muchísimo. En realidad, como mencioné en otro sitio, hay algo de todo esto que (aunque historia ficticia) me toca personalemente (y me reservo). Hay muchas vivencias y es bueno escuchar al otro ya que también hay veteranos que lo viven de otra manera. Saludos y, nuevamente, gracias.

Silvina, realmente estoy maravillado y feliz de como tu pluma cada día sorprende mas con esa elocuencia y maestria para hacer un texto realmente extraordinario...en la mirada de un solo ejemplo, el de aquel veterano que vuelve a la vida despues de haber visto la muerte, unas placas conmemorativas que olvidadas cuelgan de su pecho y una historia detras por lo general de trsitezas y noches de pesadillas...

"Quien sabe si algún día la utopía sea el sueño transformado en realidad por algún alquimista despistado que, en su descuido, recuerde que en cada nube hay un deseo de sosiego que vuelve a la tierra en precipitaciones aisladas)"

Destaco esta frase, porque es todo un pensamiento, de vida, mas allá del texto...gracias por compartir este relato...

Besos,

Ignacio

Un texto exquisito donde reflejas el veterano que regresa de la guerra. Cuantas tristezas debe traer consigo, traumas que nosotros no soportaríamos. Un personaje que continúa viviendo con valor a pesar de haber estado muy cerca de la muerte.

Un texto maravilloso.
Un besito

Hay personajes para ser espectador como también ser un actor más, y se palpa, se siente con el propósito de que muchos son los sueños que quedan prendidos en algún ocaso.
un abrazo Sil

Silvina, me parecio excelente este texto y lo que el implica. Tengo un cuento al respecto, que quizas pronto subire, porque me impacta mucho la realidad que debe vivir a diario un veterano de guerra que logra sobrevivir a ese horror y volver a una vida que ya jamas sera la misma. Muy bueno. Saludos,
Jose

José, Martín, Rina (como está ese bebé precioso?), Ethel, Ignacio...
gracias por sus palabras. Éste, es un texto escrito hace tiempo cuya anécdota no es real pero tiene mucho de eso que dice José: la realidad del veterano. Ayer lo viví de cerca con Malvinas, hoy lo vivo dende radico (y veterano suena a alguien vivido, pero hay chicos de 20 años veteranos). Siempre me quedó en la mente lo único que el profundo respeto (hacia la intimidad y dolor del otro), admiración y orgullo me permite decir. Me ha dicho alguien que lo ha vivido: "la guerra...cualquiera de ellas (al márgen de poderes e intereses), es un rotundo fracaso de la comunicación y del diálogo de la diplomacia" (para masticar en varios escenarios no?)
Un abrazo y gracias nuevamente.
Silvina.

Ah, José, claro que me encantará leerlo cuando lo subas.

EN TU COMENTARIO DIJISTE ALGO QUE YO ESTABA PENSANDO JUSTO, ESO DE VETERANOS,UF, SOBRE TODO EN LAS GUERRA DE LAS MALVINAS, NO ERAN VETERANOS ERAN GURISES,QUE FUERON A PELEAR UNA GUERRA CON ESCARBADIENTES,FRENTE A UN EJERCITO PREPARADO , MUCHOS VOLVIERON MUTILADOS, FISICA Y PSICOLOGICAMENTE,Y HACE POCO ENTENDI LO QUE POE ME EXPLICO QUE QUERIA DECIR LA CANSION ESA
"TE ESPERE BAJO LA LLUVIA MIL HORAS,MIL HORAS COMO UN PERRO Y CUANDO LLEGASTE ME MIRASTE Y ME DIJISTE LOCO,ESTAS MOJADO,YA NO TE QUIERO"QUE ACA SE CANTABA EN CUANTO BAILE HAY O CUMPLEAÑO DE QUINCE SIN SABER A QUE SE REFERIA EN VERDAD
LA GENTE SE OLVIDO RAPIDO DE SUS HEROES, EN TODOS LADOS PASA IGUAL, VUELVEN SON HEROES, SE CONDECORAN,Y AHI QUEDA TODO, LOS DETALLES, LOS BENDITOS DETALLES QUE NADIE NOTA,COMO UNA RAMPA TRANCADA POR UN AUTO,SON FANTASMAS QUE RONDAN EN LAS CIUDADES, Y NADIE LOS VE PORQUE SON EL RECUERDO DE LA VERGUENZA, Y SON ENTONCES ESO, UNA PLACA,PARA OTROS UN ESTORBO, PERO SI HAY PERSONAS COMO GASPARINA QUE VE, SIENTE, Y ESTA, AUN HAY ESPERANZAS.

Me cuesta comentar este trabajo. Sí lo disfruté.
Las pinceladas son exquisitas y cada una digna de examinarse por sí mismas.
Superan ampliamente a la anécdota (que no es lo mismo que restarle importancia al tema).
Me rechinó el último párrafo. Entre paréntesis parece haber una explicación para lectores ineptos: sobre esto leyeron. Es que la autora es muy buena y sus trazos tan firmes que el tema surge nítido.

Que cosa no, como somos los hombres, parece que debiéramos recordar permanentemente que hay algunos que sufren y que es sólo una casualidad que no seamos nosotros los sufrientes. Ellos somos nosotros y pareciera que no lo fuésemos a entender nunca.
Espectacular como has tratado el tema Silvina.
Fue un gusto leerte.

Muy bonito Silvina, un texto nostálgico de tantos como se fueron y sólo dejaron eso... un recuerdo... pero un recuerdo profundo y permanente que tu has sabido expresar en palabras. Gracias.