Calixto, voz de arpillera.

Calixto voz de arpillera, se afeitaba los lunes y los miércoles. Mientras su locuacidad
cargaba, entre sus gestos ribeteados, su pertinaz defensa balconeaba sigilosa y
contundente como cambio de guardia imperial.

_Créalo o no, Justiano (nombre que imprime carácter como también lo limita), que lo que le digo es posta (y no me se mire a los costaos que no hay nadie pa compinche, al
menos por estos pagos). Aura (que no es de honrarlo, sino aura “mesmito aura”)
está a’nde los Perez Lopez (que nunca me sale claro si en realidad son Lopez
Perez, pero tampoco es el caso). Lo que traía a cuento, y téngame usted
paciencia (no olvide que los asados no se digieren con agua) es que lo tiene a
mal traer una cuestión cuestionada.

_ Sabía que en algo andaba este proyecto de gaucho _murmuró con lascivia, entre dientes, el paisano Justiniano.

_Que no me intendió ni jota, que no es de polleras digo. Permítame que lo ilustre con
trote de Paso Fino. Se trata de una apuesta, que le jugó cuando gurices, al comprade Valentino. Cuando apenas destilaban las primeras luces (ay juna) de aquella tarde de invierno, onde se ocultaban las lunas, le juró por su propia futura suegra (que por él la vida daría… si fuese el Juan Alberto y no el propio Calixto) que se iría de este pueblo si en una futura contienda, ganaba su compadre (que le dije, es Valentino)

_Que ya no me maree hombre, que parezco remolino; de esos que le hace el tatita, cuando se levanta con ganas de revolver nuestro océano.

_No me se sea impacientado, que no le queda de sombrero y saque esa cara, hombre, que está “serio como perro en bote”. Téngame usted pachorra, que voy a lo que le llevo. Le decía de la apuesta y era de hacer payada. Muy bien usté lo ha sabido, que tiene su simbolismo. Media hora estuvieron entre guitarra y guitarra (el duelo fue a los
compadres, lo que a mi china le cuesta olvidar un yerro).

_¿Entonces quedó perdiendo y tuvo irse’l campo?

_Que no, que no me se apure…que el hombre salió payando como si juese su don innato. Pero resulta que entonces, se nos perdió el buen Calixto yendo de farra en farra, guitarra en mano y con buen tino. De tanta jarana y juerga, su china dejó su nido y el hombre ya no se afeita, bajó la guardia y ha optado por el mutismo.

_Entonces no sea porfiao y deme usté la razón. Que fue por polleras dije y usté me se lo negó.

­Ah no, que no confundamos, me extraña buen Justiniano. Polleras, son una cosa; la china de uno, sacro.

Me gusto este relato, con ese toque costumbrista muy bien trabajado.
Logras que los personajes tomen vida en la hoja y que a traves de su voz el lector los visualice.
perfecto compañera,me gusto la narracion, eso si,ja,me quede medio boliao...¿no entendi que fue ,si perdio la payada, si la mujer se le pianto?, no sé.
Igual, me gusto por que me meti en una conversacion de boliche de campo y sali mal parao,como suele suceder cuando se escucha de afuera a esta gente tan particular en su modo de hablar y que tu representaste de forma genial
Felicitaciones

Muy buen cuento , recreas muy bien el ambiente rura, y bueno habra ganaddo la payada pero perdio a su china...asi es, a veces la vida,una cosa por otra, habria que pensar si vale la pena
Muy lindo cuento

Buen texto silvina, un diálogo muy picaresco y de esos que de verdad suceden en los campos. Muy vivo el lenguaje y muy común también parece de lo que sucede también por estos lares. Si, bueno verte en esta fasceta, que no es fácil y la has hecho de maravillas. Buen relato amiga.

Saludos,

Ignacio

Felicitaciones, has plasmado de forma perfecta un dialogo propio del medio rural, con una cuota de humor sano, y de cuasi ternura picara

Mirala a la Sil. Escribiendo así... la verdad me encanto. Estimada mostraste el campo tal cual. Me hiciste acordar de chico cuando iba a corrientes al TACUARAL, un campo que administraba un tío mio y por las tardes los peones hacían payadas en la galería de la casa del patrón (mi tío). Los guitarreros sentados frente a frente, sin quitarse la mirada el uno al otro y, cantando. Algo inolvidable, que lo acabo de volvera vivir en tus palabras.
Simplemente maravilloso, amiga mia.

A todos y cada uno, nuevamente gracias por dejar sus impresiones y por la lectura.
Un cálido abrazo.
Silvina.

Muy buen relato, sucedido en un ámbito de ruralidad. Es un relato amigable, simpático como lo son los gauchos. Creo que con tu relato mostraste a todo un estereotipo.
Mis felicitaciones.

La historia es clara y bien contada, los gauchos el motivo.
Frases y léxico son muy convincentes.
El yo narrador parece desentonar, en mi opinión.

Muchas gracias, a todos y cada uno; por su tiempo, lectura y opiniones. Todas ellas válidas.
Un abrazo.
Silvina.

Muy buen texto, me perdi si un poquito pero le encontre el hilo al final, quiás es por lo que dice el compañero antifaz de la voz del narrador, yo no entiendo mucho de esas cosas literarias,por lo cual no sé si la confusion que tuve en un momento fue por eso.
Ahora , si escucho una conversación entre dos hombres de campo, se que tambien tendria esa confusion ya ,que sus regionalismo, o modismos me dejarian fuera.

para empezar lo de Justiniano bien dicho (alegórico) la historia pasa sus momentos.
A veces el hombre cree que todo está dicho, y es la mujer quien da el puntillazo final. caiga quien caiga.
un abrazo Silvina