**TEXTOS PARTICIPANTES CONCURSO "PROSA ERÓTICA"

QUERIDOS AMIGOS:


AQUÍ SE IRAN
SUBIENDOLAS PROSAS PARTICIPANTES, PARA QUE LOS VAYAN LEYENDO Y TOMANDO
SU DECISIÓN PARA VOTAR.

NO SE PUEDE DEJAR COMENTARIO ALGUNO AQUI.
UNICAMENTE IR LEYENDO.

LOS VOTOS SE EMITIRAN EN LA FECHA SEÑALADA EN LAS BASES DEL CONCURSO MEDIANTE CORREO PRIVADO A Ethel O a Susy.

MUCHAS GRACIAS POR PARTICIPAR, A DISFRUTAR y ENAMORARSE
CON ESTAS PROSAS!!!.

LAS BASES LAS ENCUENTRAN EN:

https://www.letrasyalgomas.com/anuncios-de-concursos-internos-f18/concurso-prosa-erotica-t9958.htm







2.- LA COFRADÍA DEL KAMASUTRA



La idea era entender el tipo de energía de una persona desde lo sexual, pero yo
temblaba. Meses atrás me habían pre-aceptado en el círculo más exclusivo de
góticos kamasútricos, y ahora que estaba allí, dentro de ése capullo simbólico,
rito previo para ser aceptado definitivamente, pensaba porqué había querido
entrar a aquel círculo.


Luego de observar las 64 posiciones que delante de mí jugaban el uno con el otro a
hacer el amor, yo iba a tener que elegir una de ellas, para lo cual, la mujer
con antifaz que desnuda estaba al lado mío observándome, abriría el capullo que
me envolvía y procederíamos a hacer el amor.


Sería mi primera vez y entonces, según cómo me desempañara, recién pasaría a formar
parte de aquella cofradía; pero siempre y cuando lograra el control de no
eyacular por el hecho de ver tanto erotismo delante de mí.


La mujer del antifaz cada cierto tiempo, cuando la tela se levantaba en mi pubis,
abría un espacio y rociaba esperma caliente de la vela que sostenía en sus
manos. Ayudaba- por supuesto- y yo bajaba mi erección.


Ya para cuando había visto las 64 poses que aquellas parejas representaron ante
mí; la mujer del antifaz abrió la tela-capullo y precedimos a hacer la pose que
había elegido yo.


Es extraño el efecto de la esperma caliente; mantuve erección por casi una hora y
en realidad al final, hicimos 10 poses diferentes con sus 10 eyaculaciones de
mi parte mientras todos nos observaban.


Me aceptaron en el círculo y todos me felicitaron.
Según ellos, mi energía incluso da para practicar con seis mujeres a la vez.




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3.- TARDE DE AMOR


Caminamos de la mano, sintiendo el calor de la arena y el viento arrullando nuestros
cuerpos, que todavía tienen impregnado el aroma del gozo.


Me miras cómplice, al ver el brillo en mis ojos mas negros que nunca, explosión de
placer. Te sonrío y me aferro con más fuerza mientras viene a mi memoria lo que
acaba de acontecer:


Llegaste como tantas veces, con una rosa roja ofreciéndome. Pero esta vez, la picardía
en tus ojos me decía que no seria igual. Cerré los míos dejándote hacer…. Con
infinita ternura recorriste palmo a palmo mi cuerpo, pétalo de terciopelo
haciéndome estremecer. El vértigo ascendía convirtiéndome en gel… Tus dedos
reemplazaron los pétalos y tus suspiros se enlazaron al mío invitándome a
sentir.


Tus labios en mis labios tenían la dulzura de la primera vez. Nuestros cuerpos se
rindieron y las almas se unieron en un solo placer. El mundo acabó de pronto y
un silencio profundo cercó nuestro cuarto, haciendo un culto a la esencia de
nuestra piel. Lentamente me relajo en tus brazos, convirtiéndome en esa rosa
totalmente desojada en tu cuerpo cansado.


Sosegados… mientras la tarde envolvía este encuentro de amor, me invitas a caminar.
Salimos y tus cabellos de plata brillan con el rojizo sol que se desliza con
vergüenza sintiendo nuestro amor.


Caminamos sonrientes sintiendo la mirada de la gente que pasan, como si percibieran
aquello que acaba de suceder.


Me preguntas: - Somos cursis?


--No amor. ¡Solo dos ancianos de la mano, después de hacer el amor!




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4.- COMO SIEMPRE...ENAMORADOS



Busco en tu boca, el placer de estar metida en vos. Y como jinete, que presuroso
desea llegar a destino, asì me veo yo.


¡Oh, luz, que tenue dibujas mi figura, con la que excitada busco complacerlo!
Agigantas las voces que me encienden, para arder en sus brazos otra vez.


Tú, el de siempre…tú, el primero. Acaricias a mi cuerpo desde entonces, cuando niña
adolescente, me embriagabas con tu celo.


Tu espalda ha de encontrarse con la mía, solo en juegos de amor y coqueteo, sin
embargo nuestros vientres se acarician, cada noche, cada día, cada instante en
que te encuentro.


Y a pesar de tantos años, cuando en casa ya no hay niños, nos buscamos con los
brios de dos adolescentes apasionados, olvidando el reloj, dejando de lado la
elegancia, mostrándonos como somos, carne, sexo y alma.


Tu sudor se hace mío, al verter dentro de mí esa cascada de aguas blancas que se
mezclan con la mías, claras.


Satisfechos del amor, que ha tenido otro encuentro, tus dedos recorren mi cuerpo para
cerciorarse que he quedado satisfecha. Punto a punto, igualados. Como siempre…
enamorados.





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5.- AMOR PROHIBIDO


Apasionados son nuestros momentos entre sabanas de color rojo simulando nuestro fervor acalorado mientras te miro a los ojos, respirando tú mismo agitado aire.


Tu voz sonando entre mis oídos devorando cada duda.


Indomable me convierto entre tus brazos mientras pido que me enredes en tu torbellino de caricias y no me sueltes jamás.


Llegan los días de color azul y el sol radiante aplaca aquel ardor interno.

Lagrimas ahora caen entre los ojos enamorados.

La respiración se calma y tu voz solo puede decir adiós.

Mi sangre efervescente se apacigua y recuerdo en ese indignante momento que tus
brazos no son míos.

Aun así te esperaré hasta la próxima noche porque no puedo hacer nada más que caer
en tus redes con esta adicción renuente que tengo de sentir tu piel.

Nº. 6.-


AMOR RENOVADO

Me despertó su presencia. Se sentó a mi lado y comenzó a acariciarme.
La expresión de su rostro me pareció nueva. En su mirada un intenso deseo primario.
Nunca antes había sido amada por él con tanta fuerza. Sus manos acariciándome en una lentitud inaudita que se demoraba en todas las hendiduras o
prominencias, emitían un sentimiento tangible. Mis senos acogidos entre
sus manos grandes mientras presionaba con el pulgar y el índice mis
pezones erectos, despertó una pasión ignorada.

Poco a poco el deseo se adueñó de mí y respondí a su demanda como leona en celo. Abrí mi sexo para entregarle mi intimidad, me abandoné a sus besos, a su aliento calido y jugoso, a su lengua hábil recorriendo mi vulva que arrancaba
quejidos placenteros hasta llegar al clímax. Sólo cuando se derrumbó
sobre mí en un corto rugido que dejó su cuerpo estremecido de temblores
incontenibles, pronunció unas palabras: “…eres tan suave…”

Por la mañana me despertó el timbre de la puerta. Al abrir me encontré
con Áurea, nuestra amiga común. Tomábamos un café cuando me lo dijo:
-¿Te has enterado del suceso?
-¿Qué suceso?- respondí extrañada.
-Ayer se suicidó Laurita… se cortó las venas de las muñecas mientras estaba en la bañera….

En un instante tomó forma en mi mente la figura de Laurita. Había sido la amante de Carlos antes de nuestro matrimonio.
-¿No te lo dijo Carlos…? Él fue quien descubrió su cadáver.
Ante mi se presentó el momento amoroso de la noche anterior. Carlos se
había vaciado con lujuria irrepetible en mi cuerpo vivo porque ya no
podría conseguirlo en el de Laurita.
Se limitó a cambiar el jarrón de las flores.



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Nº.7.-

AMANDONOS UN DIA DE OTOÑO

El otoño nos espía a través de la ventana, su viento frío juega con las hojas que salpican el aire de variados ocres

Te observo, y mientras el calor de los leños abriga nuestros cuerpos
desnudos, una tenue luz del exterior resalta tus bellísimas curvas.

Mi corazón se acelera, acaricio tus cabellos y poso mis labios sobre tu cuello. Un estremecido placer recorre tu piel.
No puedo contener el deseo de tocar tu cuerpo con mis dedos y besar el camino que ellos van marcando.

Tus pezones se han puesto rígidos y mi lengua los recorre en círculos.
Gimes… y tus gemidos incentivan mis instintos, la sangre bulle en las venas.

La urgencia de deseo se frena en las ansias de hacer duradero el gozo entonces… sigo con mi lengua hasta tu centro.

Tus dedos se enredan en mis cabellos… me detengo un minuto y… te veo a los ojos mientras que abres lentamente las piernas.

Sin darme cuenta, estoy dentro de ti y el otoño deja de espiarnos por la ventana.


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Nº. 10.-

MI PRIMERA VEZ



Fue una tarde hermosa aquella, pero al llegar la noche, comenzó a llover
mojando nuestros cuerpos.

Llegando a tu casa, comenzaste a besarme y a acariciar mi cuerpo mojado
y entre el miedo y el deseo, comencé a estremecer.

Sacaste suave y delicadamenta mis ropas mojadas, mojadas por la lluvia
y la pasión y así lograste que te entregara lo que con tanto celo había guardado, mi más preciada flor.

Ese día en que tus manos recorrierón mi cuerpo por primera vez y dejé que derramaras en mi todo tu amor, ese día me enseñaste, lo que era hacer el amor.

No. 11

LA GLORIA

Despertar apretada por la cintura con la marca de tu fuerza entre mis nalgas y el aliento de tu deseo en mi cuello, mientras una húmeda y calentita punta de lengua juguetea impertinente como campanilla de reloj que impone no retrasar el retozo.

Mi natural dormilón te impone la iniciativa juguetona que me espabile ¡Me conoces tan bien!

Dulce y fuerte como un buen Oporto, embriagador en cada músculo en cada impulso, en cada embate; marcando sensual y eléctrica danza que alerta desde la punta de los pies al último vello

¡Quiéto ahora, hasta la empuñadura sin moverte!... y siente la respuesta de percusión de las paredes que te acogen vibrando en la danza que ahora pasivo soportas.

Entra hasta el último recodo de tu casa y sufre la presión que mi pelvis te impone mientras gira y presiona, lo que te corta el aliento a fuerza de control

¡Eres tan magnífico!

Capaz de resistir como un hierro candente, el ser marcado al rojo blanco; fuerzas que solo pueden originar la convulsión de un volcán en dos cuerpos anudados en gordiano abrazo y energético éxtasis.

Renacidos tras el largo abrazo del reposo, sumergidos en nuestros aromas; nos levantamos perezosos a compartir una ducha, de la que ambos saldremos marcados, con nuestra señal invisible , que hará que durante toda la mañana tengamos presente nuestra cita para la siesta.

A las 14h sonará el teléfono y dirás sin preámbulos- Te quiero, no te retrases. Estoy preparado para ti.-

-Te quiero, iré volando

Y realmente mis pies no rozan las aceras mientras floto hacia nuestro nido.

No. 12


HUMEDO PLACER

Despojo de ropa tu figura lentamente, en la penumbra de mi solitaria guarida,
mientras acaricio tus partes mas intimas examinando tus formas, mi hembra
ansiada.
Mi cuerpo se desase en ardor húmedo cuando a mi pecho lo rozan tus senos, te muerdo
tus encendidos labios rojos por esa pasión que tú me provocas.
Cobijo tu desarropada espalda con mis brazos, mimo tu cuello con salvaje
dulzura, bajo mis manos hasta tu anhelada cintura y me consume un delirio que
quema en mi sangre.
Blanca piel tersa y sudorosa que recorren mis dedos impiadosos, saciándome en
los deseos más prohibidos de dos cuerpos desnudos en noches amorosas.
Soy ese sol que calienta tu piel en los momentos íntimos mas intensos donde tu
me regalas ese olor a mujer hermosa, que yo aspiro cual perfume de una rosa.

No. 13


Festin

La carne firme olorosa, se ofrecía como manjar de Dioses, mitad sacra, mitad
pagana, la chica semi desnuda sobre la cama exhibía sus senos como fruta
jugosa, su sexo cálido como nido de pájaro, invitaba a beber de su néctar.
Ni el más insigne pintor podría dejar en un lienzo aquella escena, que junto al
aroma que invadía la pieza lograba excitar todos mis sentidos.
Difícil ocultar mi erección provocada por tanta desnudes ofreciéndose sin
medida.
Mis dedos lograron tocar esa piel, tersa, caliente y húmeda de deseo...dos
minutos antes de que sonara el despertador para ir a trabajar.

No. 14


Mujer de mar

Yo, el mar, la encontré…
Aquella ciudad-mujer era una aparición maravillosa, con su
cabello recogido por un lado sobre el hombro, su sonrisa de madreperla y su
mirada de luz, era amarillo arrebol; cuyos parpados semicerrados, dejaban ver
dentro un horizonte soleado en sus pupilas. Insinuante, coqueta,
maravillosamente bella.
Atractiva como un verano cálido, se insinuaba y ofrecía,
tendida sobre el lecho de arena de mis playas. Desnudez otoñal. Aparecía como
milagro en la bahía para mi boca sedienta en la sed de mi fuego. Sabía que la
iba a poseer y acudí generoso a cubrir su ansiedad entre oleaje y oleaje,
abrazos y caricias… Con mis dedos de espuma me introduje dentro… lamiéndola…,
comiéndomela… delicadamente; llenándole la piel de sus pliegues, textura para
el placer de la vida, con suaves movimientos, tiernos manoseos por sus
turgentes senos, vientre y sexo… empujaba… empujaba... y se habría a mí como la
misma ensenada donde retozábamos. Sus ojos no dejaban de mirarme semicerrados
entre largas pestañas, sintiendo en mi espalda sus uñas penetrar… hasta
volcarse sobre mí erecta realidad a punto de surtidor y dicha contenida…
¡Mezclose con el agua y la arena, quedándonos extenuados!
Oh mujer, ciudad sin nombre, siempre como tarde esplendida
cuyo crepúsculo se extiende más allá de tus largas e imponderables piernas. Mi
vida es como una tarde de otoño que te besa, ¡como sentir el palpitar cuando se
ama! Eres incansable amante y estás deseosa de ser poseída. Así que, como
viajero del amor, necesito que sientas necesidad de mí, que tu sexo se llene de
humedad como si el oleaje del mar batiera tus entrañas cada día, hecho de
pasión contenida y espasmos de felicidad cuando me sientes...
La mujer es como una bahía en una ciudad, rendida al mar
que la acaricia.





No 15


Y si quieres…


Transita mis senderos oblicuos que se adentran
indefinidamente, dejando tu piel vacilante perdida en mi espesura.
Respírame; entra a mis recintos donde sueña el gozo y
báñate en él, trepa mis colinas, muérdeme, ciégate en la luz de mis pezones.
Lee en mi piel los mandamientos: Amame, y ámame más,
sacia tu sed y agota mis fuentes.
Desciende, sumérgete en mi ombligo antesala del
delirio.
Únete conmigo, acércate más…toma mi piel pan y
cométela a escondidas, róbatela y si puedes profánala lujurioso.
Entra en mi abismo perfumado y cierra la puerta,
rompe la llave y pasa la noche en mis rincones húmedos.
Se mi desazón y mi sazón invadiéndome en la noche con
huracanes de espuma blanca y deslízate luego hasta mis orillas, donde dejare un
gemido imperceptible, orgásmico colgado de tu oído…
Entonces, quizás, abriré la ventana para ver el
amanecer posarse en mi vientre mientras tu urgencia se reinicia entre mis
piernas.