MICHEL DE MONTAIGNE El 28 de febrero de 1533 nació en Burdeos el filósofo, escritor y político francés Michel Eyquem de Montaigne, quien quedó en la historia simplemente como Michel de Montaigne.
Criado en un ambiente liberal y humanista, de pequeño Michel fue enviado por su padre a convivir con un grupo de campesinos para que conociera la pobreza y, tiempo después, aprendió latín con un tutor alemán que no hablaba francés. Una vez que pudo dominar el latín, se le enseñó griego y, por último, francés. Su formación académica la completó en una escuela de Burdeos, donde en sólo siete años cubrió los estudios que, por lo general, llevan doce años. Tras graduarse en leyes, el joven comenzó a desempeñarse como magistrado de la ciudad y en ese ámbito se desenvolvió hasta 1570.
En 1580, Montaigne emprendió un viaje de un año de duración por Francia, Alemania, Austria, Suiza e Italia. Para no perderse ningún detalle, decidió dejar por escrito sus experiencias y describir las diversas regiones que conocía. En 1774, ese relato fue publicado bajo el título de “Diario de viaje”.
Este escritor francés a quien se le atribuye el descubrimiento del ensayo como forma literaria y que supo ser, entre 1581 y 1585, alcalde de Burdeos, admiraba a los exponentes literarios de la antigüedad y, en el plano político, consideraba que la monarquía era la forma más adecuada para gobernar sin poner en peligro el orden ni la paz. Respecto al ámbito educativo, Michel de Montaigne mostró interés por la formación del aristócrata y resaltó la importancia de enseñar el arte de vivir, es decir, fomentar en los alumnos la capacidad de observación y conversación, el ejercicio físico, el hábito de la lectura el aprovechamiento de los viajes.
Michel de Montaigne, el autor de la famosa obra conocida como “Ensayos”, falleció el 23 de septiembre de 1592.
ALGUNAS DE SUS CITAS:El mejor matrimonio sería aquél que reuniese una mujer ciega con un marido sordo.
El que estando enfadado impone un castigo, no corrige, sino que se venga.
El que teme padecer padece ya lo que teme.
Gobernar una familia es casi tan difícil como gobernar todo un reino.
¿Hay nada tan seguro, decidido, desdeñoso, contemplativo, grave, serio, como el asno?
La cobardía es madre de la crueldad.
La confianza en la bondad ajena es testimonio no pequeño de la propia bondad.
La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha.
La principal ocupación de mi vida consiste en pasarla lo mejor posible.
La prueba más clara de sabiduría es una alegría continúa.
La razón es una olla de dos asas: lo mismo puede cogerse por la derecha que por la izquierda.
Los hombres alardean de ser más malos de lo que realmente son.
Nada grava tan fijamente en nuestra memoria alguna cosa como el deseo de olvidarla.
No hay tontería mayor y más común que la de amargarse por las tonterías del mundo.
Para juzgar cosas grandes y nobles es necesario poseer un alma otro tanto grande y noble.
Pronto cansa la altanería de una mujer hermosa; nunca aburre la de una mujer buena.
Yo no me encuentro a mí mismo donde me busco. Me encuentro por sorpresa cuando menos lo espero.
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