Ramón Gómez de la Serna
BIOGRAFÍA:
Periodista y escritor español, peculiar y original al que se le debe la creación de la greguería y cuya personalidad fue tal que se le conoce simplemente por Ramón. Nació en Madrid, hijo de un ilustre jurista, y estudió Derecho, pero desde muy temprano se sintió atraído por el periodismo. Siempre se manifestó como un iconoclasta con respecto a las artes y tendencias culturales al uso y se mostró como un vanguardista de las vanguardias. Su obra se caracteriza por su arrolladora personalidad, hasta tal punto que creó un estilo conocido como el ramonismo, sinónimo de independencia, esteticismo y provocación. Autor prolífico de más de cien libros de todos los géneros como la novela, el ensayo, el cuento, el teatro o el artículo periodístico —del que fue maestro— y de la greguería, que él mismo definió como "metáfora más humor". Practicó el madrileñismo, una ligazón especial con esta ciudad de la que le atraía su vida cultural y bohemia y que definió como "Madrid es no tener nada y tenerlo todo". Sin embargo, no hay que confundirse y considerarlo como un frívolo divertido; fue un nihilista que ante la sociedad caótica y carente de valores que le tocó vivir respondió con la extravagancia casi esperpéntica. Escribió en El Sol, La Voz, Revista de Occidente, El Liberal. Con Azorín fundó el PEN Club español. Fue secretario del Ateneo de Madrid. Al estallar la Guerra Civil española marchó a Buenos Aires, de donde no regresó más, si no fue, en 1949, por una corta visita.
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OBRAS:
De su numerosa bibliografía, las obras más importantes son: "El Incongruente" -su novela predilecta-, "El Gran Hotel", "La Hiperestésica", "El Torero de Caracho". En "Los Muertos, las Muertas y otras Fantasmagorías" se recopilan consideraciones, construidas enteramente alrededor del tema de la muerte, ilustrada por toda una antología de epitafios, algunos de ellos sumamente curiosos y originales. Otra de sus obras más populares la constituye la serie de "Las Falsas Novelas" (1927), colección que incluye la rusa, la china, la tártara, la negra, la alemana, la norteamericana: son "pastisches" psicológicos, escritos en el estilo peculiar de Ramón. Hay que mencionar además: "Ramonismo", "El Doctor Inverosímil", "El Chalet de las Rosas", "El Circo", "La Malicia de las Acacias", "El dueño del átomo" (1928), "La Mujer de ámbar", "El caballero del bongo gris" (calificada por su autor de "folletín moderno"), "Efigies" (1929), "Cinelandia", "La Saturada", "Vida, Pasión y Muerte de un morista", "El Hijo del Relojero", "Gollerías", "El Novelista", "El cubismo y todos los ismos", "El Secreto del Acueducto", "La Quinta de Palmira", "Viernes Santo", "Elucidario de Madrid", "La Nardo" (1930). "Policéfalo y señora" (1932); "Los medios seres" (obra de teatro), "Las escaleras" (1935), "¡ Rebeca!" (1936), "El Cólera Azul" (1937), "Ismos" (1943), "Nuevos Retratos Contemporaneos", "Trampantojos" (1947), "Cuentos para los días de no salir de casa" (1947), "Explicación de Buenos Aires" y su "Automoribundia" (1948). Tiene también estudios sobre pintores, como "El Greco" o "Juan Griss" y "Goya"; en preparación, "Nada menos que el 8 tumbado, que es la fórmula del infinito". Por último, sus obras han sido traducidas al inglés, al francés, principalmente por Valery Larbaud, quien reunió una antología de Ramón con el título de "Echantillons", y al alemán, ruso, italiano y sueco, entre otros.
Automoribundia (fragmento)
" Un día de aquel tiempo -eran las tres de la tarde- estaba al balcón de la sala, subido en sus zancos de hierro, obsesionado con la guerra de los yanquis, cuando bajé el escalón de hierro y, como si hubiese tenido un ataque de telepatía, le dije a mi padre con consternación: -Han tomado Santiago... Hemos perdido la guerra-. En efecto, unas horas más tarde apareció el extraordinario de El Imparcial con la noticia catastrófica, final del imperio colonial de España, que por último iba a respirar sola y tranquila. "FRASES
El lunar es el punto final del poema de la belleza.
Tenía tan mala memoria que se olvidó de que tenía mala memoria y se acordó de todo.
Los que matan a una mujer y después se suicidan debían variar el sistema: suicidarse antes y matarla después.
Aburrirse es besar a la muerte.
Lo que defiende a las mujeres es que piensan que todos los hombres son iguales, mientras que lo que pierde a los hombres es que piensan que todas las mujeres son diferentes.
El mejor destino que hay es el de supervisor de nubes, acostado en una hamaca mirando al cielo.
Es difícil determinar cuando acaba una generación y comienza otra. Diríamos más o menos que es a las nueve de la noche.
En realidad, los seguros de vida son seguros de muerte.
El epitafio es la última tarjeta de visita que se hace el hombre.
http://www.proverbia.net/citasautor.asp?autor=431
http://www.epdlp.com/escritor.php?id=1771
http://webs.demasiado.com/ltamargo/rgdlserna.html